Jacques Chirac: "Las pruebas at¨®micas francesas no han hecho da?o a un solo pez"
El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, intervino de nuevo ayer ante las c¨¢maras de televisi¨®n para intentar reparar su imagen de bombero pir¨®mano. Ante una opini¨®n p¨²blica que no comprende la oportunidad de la de las pruebas nucleares, angustiada por los atentados que se suceden en suelo, franc¨¦s sin que nadie los reivindique y decepcionada ante una pol¨ªtica social continuista, el l¨ªder del gaullismo renovado intent¨® ofrecer una imagen de seguridad y firmeza. "Las pruebas at¨®micas francesas no han hecho da?o a un solo pez", asegur¨® el presidente.
, Lo cierto es que la intervenci¨®n chiraquiana correspondi¨® a una urgencia inesperada, ya que supuso anular la comparecencia del l¨ªder de la patronal, Jean Gandois, y del hombre m¨¢s popular de Francia, el comandante Jacques Cousteau, los dos previstos para la popular emisi¨®n dominical ocupada luego por el presidente Chirac. Respecto a las pruebas nucleares en el atol¨®n de Mururoa fue imposible detectar la menor inflexi¨®n de tono. "Los habitantes de la Polinesia francesa son v¨ªctimas de independentistas minoritarios, de gamberros y de circunstancias creadas por Greenpeace y algunos extranjeros", afirm¨® Jacques Chirac a modo de explicaci¨®n de la reciente revuelta callejera de Papeete, la capital de Tahit¨ª."Las pruebas at¨®micas francesas no han hecho da?o a un solo pez", a?adi¨® tajante en direcci¨®n a quienes hablan en nombre del medio ambiente. Para el dirigente franc¨¦s conviene distinguir entre las explosiones atmosf¨¦ricas- "en 1974 fui yo quien decidi¨® interrumpirlas"- y los actuales ensayos subterr¨¢neos, que son criticados por pa¨ªses que "desean que Francia deje de estar presente en el Pac¨ªfico".
En ese sentido record¨® que "el nivel de vida en Tahit¨ª es id¨¦ntico al de los neozelandeses y superior al de los australianos, mientras que muchos de los pa¨ªses polin¨¦sicos sobreviven en condiciones miserables". Y ah¨ª lanz¨® una amenaza velada al sugerir que Francia, si se produc¨ªa un boicoteo contra sus productos, podr¨ªa dejar de comprar uranio a Australia.
Jacques Chirac apareci¨® "tranquilo, inquieto y decidido", seg¨²n ¨¦l mismo, en el transcurso de una emisi¨®n televisada, que le fue mucho m¨¢s favorable que la de hace seis d¨ªas. De nuevo habl¨® de la "seguridad de Francia" y de que esa seguridad no pod¨ªa "depender de los sondeos o de la decisi¨®n de potencias extranjeras".
La parte m¨¢s complicada y confusa de su argumentaci¨®n fue la que mezcl¨® lasrazones t¨¦cnicas con las pol¨ªticas: "Estoy obligado a reemprender unos ensayos que corresponden a un final de una serie, que fue interrumpida por razones que ahora no voy a poner en cuesti¨®n, para poder garantizar la seguridad y la fiabilidad del arma at¨®mica".
Protesta positiva
A continuaci¨®n dijo que Francia, una vez acabada su serie de explosiones, ser¨ªa el principal garante contra los pa¨ªses que "desean poner a punto arma s nucleares de peque?a potencia, excesivamente peligrosas porque resulta mucho m¨¢s f¨¢cil servirse de ellas". Seg¨²n ¨¦l, la protesta intemacional contra su pa¨ªs tiene un lado positivo: "La irritaci¨®n contra lo nuclear ser¨¢ compartida por Francia, que no desea la existencia de una nueva generaci¨®n de armas".
Dada la insistencia en la inocuidad medioambiental de las pruebas, era inevitable preguntarle por qu¨¦ no realizarlas en territorio metropolitano: "Mururoa fue el lugar escogido cuando los ensayos eran atmosf¨¦ricos y polucionaban. Era un lugar aislado y deshabitado. Ahora s¨®lo quedan seis o siete tiros pendientes y resultar¨ªa muy caro adecuar una base en el Macizo Central para poder efectuarlos".
La situaci¨®n en Bosnia fue evocada con una tranquilidad mucho mayor. Chirac se movi¨® a sus anchas cuando habl¨® de cuestiones militares, exigi¨® "la libertad de circulaci¨®n por tierra y aire en Sarajevo", repiti¨® que "el plan de paz norteamericano es el mismo que Alain Jupp¨¦ present¨® hace ya m¨¢s de un a?o" y se?al¨® otra vez que "los serbios son los agresores". En cualquier caso, estamos progresando hacia la paz" y la famosa f¨®rmula del 51% para croatas y musulmanes y 49% para los serbios no es inviable, porque "existen otros casos de Estado confederal, como el suizo o el de EE UU".
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