La exquisitez de Bj?rk regresa a la capital
Con su primer disco, precisamente titulado Debut, la islandesa Bj?rk, un personaje ya imprescindible del pop de los noventa, consigui¨® en 1993 todas las menciones posibles de artista revelaci¨®n que ese a?o hubo. No era para menos, su deb¨² en solitario ven¨ªa a confirmar lo que unos a?os antes, cuando era s¨®lo la cantante de un grupo llamado Sugar Cubes, todo el mundo hab¨ªa supuesto.Tuvo la culpa, como casi siempre en la historia del pop, una gran canci¨®n m¨¢s que una gran campa?a de mercadotecnia. Birthday descubri¨® en 1987 al grupo, pero sobre todo a la fr¨¢gil voz de una fr¨¢gil mujer que respond¨ªa al escueto y dif¨ªcil nombre de Bj?rk, y cuyo apellido -Gudmundsdottir- era a¨²n m¨¢s dificil de pronunciar si no se era de su Islandia natal. Esta princesita esquimal, esta especie de Pipi Calzaslargas del pop, sirvi¨® en bandeja exquisita las canciones de Debut en febrero de 1994 en un Pach¨¢ madrile?o abarrotado. Todo un m¨¦rito para casi una desconocida entonces, que empezaba a vender t¨ªmidamente su primer disco y que unos meses antes apenas hab¨ªa conseguido convocar a unos pocos cr¨ªticos musicales y amigos que acudieron al breve recital que ofreci¨® sola en Morocco, con clavicordio incluido. A?o y medio despu¨¦s, Bj?rk vuelve a Madrid a presentar su nueva obra, Post, y esta vez ante un auditorio m¨¢s grande, La Riviera.
Con Post, la islandesa ha corroborado su entusiasmo por la. innovaci¨®n. Ya con Sugar Cubes, Bj?rk se mostr¨® siempre: vanguardista. En cualquier caso, nunca una artista islandesa ha, llegado tan lejos como ella. Tuve, suerte de nacer en el seno de una. familia hippy que no le puso muchas pegas cuando ella empez¨® a moverse por los c¨ªrculos bohemios y art¨ªsticos de Islandia. Le gustaba el arte en general y ha hecho sus pinitos en la literatura y la pintura.
Pero ha sido en la m¨²sica. donde ella ha puesto todo su entusiasmo. Su irrupci¨®n coincidi¨®, casi en el tiempo con las de un buen n¨²mero de voces femeninas, pero entre el oscurantismo de P. J. Harvey, el histrionismo de Tori Amos, el intimismo de Eleanor McEvoy o la crudeza de Four Non Blondes, Bj?rk puso la audacia. Su concepci¨®n envolvente del pop la utiliza como un campo de experimentaci¨®n. As¨ª puede resultar la m¨¢s avezada cantante de trip-hop como una perfecta cantante de jazz-swing de los a?os cuarenta. Ante el reto segundo ¨¢lbum despu¨¦s de que todo el mundo alabe el primero, Bj?rk contest¨® con Post, que volvi¨® a mostrarla como, una artista luminosa que ha puesto un pie donde todav¨ªa otros artistas no han llegado.
Bj?rk act¨²a hoy, d¨ªa 18, en La Riviera (paseo bajo de la Virgen del Puerto, s/n), a las 22.00. 2.500 pesetas.
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