"El papel de EE UU en Bosnia a debe estimular la pol¨ªtica exterior de Europa"

Willy Claes (Hasselt, B¨¦lgica, 1938), muestra un optimismo "prudente": la paz es posible en la antigua Yugoslavia, aunque si los serbobosnios no culminan su retirada, esta noche volver¨¢ a bombardear. Claes manifestaba en la ma?ana de ayer, en su despacho, que el papel decisivo de Washington en la nueva situaci¨®n debe estimular a los europeos para avanzar en una pol¨ªtica exterior y de defensa comunes. Director de orquesta aficionado en ejercicio, a¨²n preocupado porque le vuelva a rebotar el caso de corrupci¨®n Agusta, Claes niega el peligro de ruptura con Rusia.Pregunta. ?Cree que la actual situaci¨®n en la antigua Yugoslavia puede calificarse de "oportunidad para la paz"?

Respuesta. Seamos prudentes. El Grupo de Contacto y Richard Holbrooke tienen a¨²n dificultades. Pero estamos en un momento crucial. No podemos negar la importancia del documento firmado unilateralmente por Radovan Karadzic, Ratko MIadic y otros, ni la manera constructiva en que aplican este compromiso. Esta vez existe una oportunidad de llegar a un acuerdo de paz. Pero el acuerdo no ser¨¢ final de la tragedia. Quedan retos: el tratado, la reconstrucci¨®n f¨ªsica, econ¨®mica y mental. Las heridas sangran.

P. ?Completar¨¢n los serbobosnios la retirada del armamento pesado de Sarajevo ma?ana [por esta noche]?

R. Lo espero. Y espero que as¨ª nuestras autoridades militares, junto con las de la ONU, puedan decidir el final definitivo de los bombardeos. Pero hay que ser claro. Si ma?ana por la noche [por esta noche] no disponemos de pruebas suficientes, nos reservamos toda libertad de reanudarlos.

P. ?Autom¨¢ticamente?

R. El procedimiento ya fue fijado. Una vez la llave est¨¢ girada, sigue girada. S¨®lo hemos interrumpido, s¨®lo es una pausa. No hablo de bombardeos a la ligera. Pero los serbobosnios deben saber que hemos sacado lecciones del pasado. Cualquier ataque a una zona protegida tendr¨ªa una respuesta inmediata.

P. ?Es viable el acuerdo de Ginebra de levantar una estructura pol¨ªtica com¨²n en Bosnia, aunque doble, para gentes que no han demostrado voluntad pol¨ªtica de vivir juntos?

R. Como belga podr¨ªa dar consejos sobre el repertorio de soluciones federal, confederal o intermedia. No hay que desesperar. Francia y Alemania se combatieron durante decenios. Mire los resultados. La reconversi¨®n mental de nacionalismos y fanatismos requiere enormes esfuerzos presupuestarios de la comunidad internacional.

P. La alianza ultima un despliegue militar para garantizar la aplicaci¨®n de los acuerdos de paz. ?De qu¨¦ dimensi¨®n?

R. A¨²n no lo s¨¦, pero le adelanto que nuestros mandos militares no querr¨¢n correr demasiados riesgos, ya hemos vivido muchos dramas con los cascos azules. Ir¨¢ en funci¨®n del mapa final y de la situaci¨®n en el terreno. Espero que cooperen otras naciones, adem¨¢s de las de la OTAN.

P. Llegar al armisticio de la mano de, Slobodan MIlosevic, que provoc¨® el conflicto y a quienes muchos consideran como criminal de guerra afectar¨¢ a la credibilidad y, duraci¨®n de la paz.

R. No quiero ser c¨ªnico. Pero la opci¨®n es ¨¦sta. O negociamos un acuerdo con alguien representativo y que parece tener todas las riendas en la mano. O negociamos con alguien no representativo, como en Versalles en 1919, donde no se encontraba a nadie del lado alem¨¢n para firmar el tratado, y se conocen las consecuencias. Creo que Holbrooke ha tomado la buena opci¨®n, en aras a la eficacia. Lo que no disminuye mis convicciones ¨ªntimas sobre las responsabilidades de Milosevic en la tragedia.

P. Tambi¨¦n el dise?o del nuevo mapa amenaza con consagrar las depuraciones ¨¦tnicas realizadas.

R. Me opongo a las depuraciones ¨¦tnicas, creo en las soluciones; humanistas, multiculturales. No imagino a un soldado de la, OTAN obligando a un chaval, rev¨®lver en mano, a abandonar su. granja porque pertenece a otra etnia. Nuestras tropas est¨¢n para, imponer el respeto a los derechos; humanos.

P. La paz no ha parecido alcanzable hasta que Washington. ha dicho basta. ?D¨®nde queda el, papel de Europa?

R. Maticemos. Es incontestable que Europa no brill¨® por su visi¨®n com¨²n al principio de la tragedia. Pero tambi¨¦n lo es que durante tiempo EE UU ha mantenido una distancia sobre el problema. En esta fase, que espero decisiva, no puede negarse su papel primordial. Los europeos no debieran tomarlo como una afrenta, sino como un est¨ªmulo para activar su pol¨ªtica exterior y de Defensa comunes.

P. Crece el temor a que Rusia rompa con el resto de la comunidad internacional, tras las decisiones de la Duma.

R. No lo creo. Rusia debe continuar jugando un papel importante en el proceso de paz y el desarrollo de un eventual acuerdo.

P. La Duma tambi¨¦n ha lanzado amenazas sobre la ampliaci¨®n de la OTAN.

R. Ma?ana [por hoy], el Consejo Atl¨¢ntico discute el documento que responde a por qu¨¦ ampliar y c¨®mo, sin correr el riesgo de diluir la Alianza. Y hemos confirmado a nuestros socios en la Asociaci¨®n para la Paz [APP] nuestra disposici¨®n a discutirlo con ellos, antes de aprobarlo en diciembre. Mantenemos nuestro calendario, ni aceleramos ni retrasamos, y en paralelo dialogamos con Rusia.

P. ?C¨®mo ampliar y en qu¨¦ fechas?

R. El Tratado de Washington exige una decisi¨®n un¨¢nime del Consejo. Nuestro deber es continuar manteniendo la paz en Europa occidental como venimos haciendo desde 1945 y ampliarla al centro y Este de Europa, construyendo junto con otras organizaciones como la Uni¨®n Europea una arquitectura de seguridad europea. En la que no haya lugar para nuevas Yaltas, para nuevas zonas de influencia, para nuevas l¨ªneas de separaci¨®n ni tampoco para maniobras de aislamiento. Yo no creo que una zona gris sea ¨²til a Europa, por eso propugno la ampliaci¨®n. Sin aislar a un pa¨ªs importante como Rusia, pero sin reconocerle tampoco un derecho de veto.

P. Muchos dicen que la reconversi¨®n de la OTAN a la postguerra fr¨ªa est¨¢ a medio camino.

R. Somos la instituci¨®n que ha reaccionado m¨¢s deprisa. La APP tiene ya 26 miembros, no s¨®lo del antiguo Pacto de Varsovia, sino tambi¨¦n de tradici¨®n neutralista, como Finlandia o Austria. Luego tenemos la cooperaci¨®n en gestiones de crisis, mantenimiento de la paz, desarme, soluci¨®n a problemas ecol¨®gicos como la seguridad nuclear. Y, sobre todo, impulsamos la democratizaci¨®n en Europa del Este. Estamos en buena v¨ªa.