Como peces en el agua

El ¨²ltimo de la Fila es el fen¨®meno musical indiscutible de este pa¨ªs; hacer un recuento de la cantidad de entradas vendidas entre este concierto, agotadas desde julio, y los del d¨ªa 10 (tambi¨¦n agotadas) y 11 de noviembre causa una verdadera sorpresa ante el irregular inter¨¦s que se viene percibiendo por la m¨²sica, sobre todo hacia las bandas que est¨¢n germinando en las salas peque?as.Desde primeras horas de la noche el movimiento alrededor y dentro de la plaza de toros fue continuo, las 20.000 personas que consiguieron la entrada para el concierto no pararon de aplaudir, hacer la ola y gritar hasta la apertura del tel¨®n, ya con Quimi Portet y Manolo Garc¨ªa sobre el escenario y con toda la maquinaria de un multitudinario espect¨¢culo a punto.

La calidez musical de Manolo Y Quimi probablemente sea una de las claves para ser recibidos con las puertas abiertas incluso mucho antes de que hubiera conocimiento del contenido de su trabajo. Ellos y su m¨²sica venden tranquilidad y sosiego, quiz¨¢ por eso de la absoluta confianza de un p¨²blico masivo hacia unos m¨²sicos que, como bandera de su personalidad, han conseguido transmitir una actitud sin recovecos.

La apuesta por el concierto de El Ultimo... era segura, pero la perfecci¨®n que se le brind¨® al p¨²blico, el equilibrio entre m¨²sica y escenario le sit¨²a entre uno de los mejores recitales que la plaza ha albergado en su historial m¨¢s l¨²dico e inocente.

A las diez en punto se abri¨® el tel¨®n con la expectaci¨®n sobre el dise?o que traer¨ªan preparado para la presentaci¨®n de La rebeli¨®n de los hombres rana; gran ovaci¨®n para un dise?o realizado por Manolo y Quimi junto a Josito Alegre, con pinturas en continuo movimiento sobre las dos pantallas gigantes que delimitaban el escenario creadas por el pintor madrile?o Miguel Brayda. Peces, insectos y todo tipo de animales acompa?aron la noche en justa combinaci¨®n con las letras de la banda; todo a trav¨¦s de unas luces suaves y cambiantes, mucho m¨¢s sobrias que aquel despliegue saturado que realizaron en la presentaci¨®n de su anterior disco.

Hac¨ªa casi tres a?os que el d¨²o no hab¨ªa vuelto a subir a un escenario de la capital y tras aquella presentaci¨®n en marzo del 93 de su trabajo Astronom¨ªa razonable que caus¨®, como ahora, un revuelo de grandes magnitudes, la vuelta no marca ninguna distancia entre las canciones de ambos trabajos pero s¨ª en la calidad de su directo. Manolo Garc¨ªa cant¨® mejor que nunca y Quimi y el resto de los m¨²sicos consiguieron una claridad y profundidad perfectamente devuelta al p¨²blico gracias a un sistema de sonido que ya ha sido experimentado por bandas como Depeche Mode o The Cure.

Desde Querida Milagros pasando por Sara, Mar antiguo, A veces se enciende, canciones de trabajos anteriores que no faltaron en ning¨²n momento, hasta dar un repaso a La rebeli¨®n de los hombres rana, el p¨²blico no dej¨® de corear y Manolo Garc¨ªa no par¨® un minuto llevando la batuta de un concierto que culmin¨® en ¨¦xito absoluto.