El primer ministro Jupp¨¦ implicado en un intento de tapar su caso de corrupci¨®n
La oposici¨®n socialista pidi¨® que el Servicio Central de Prevenci¨®n de la Corrupci¨®n (SCPC) emitiera un dictamen sobre los privilegios de vivienda concedidos por Alain Jupp¨¦ a su hijo. El dictamen estaba previsto para el pr¨®ximo lunes. Una revista anticip¨® el mi¨¦rcoles que el dictamen iba a ser negativo para el primer ministro. El ministro de Justicia anunci¨® inmediatamente la dimisi¨®n del jefe del servicio anticorrupci¨®n y le prohibi¨® que presentara su dictamen. Pero el juez respondi¨® que no hab¨ªa dimitido y que seguir¨ªa en su puesto. ?ste es, en s¨ªntesis, el caso que enfrenta al Gobierno franc¨¦s contra la magistratura: un nuevo problema para un Jupp¨¦ en horas bajas.
Un sindicato de jueces progresistas dijo que los m¨¦todos gubernamentales eran "dignos de una rep¨²blica bananera" y el secretario general del Partido Socialista, Henri Emmanuelli, escribi¨® ayer al presidente Jacques Chirac para pedirle que preservara la independencia judicial. Jacques Toubon, ministro de Justicia y muy pr¨®ximo a Chirac, ha retado a un ins¨®lito pulso a la judicatura al tratar de proteger a su jefe, el primer ministro, frente a la amenaza de un dictamen comprometedor.El SCPC fue creado en 1993 por el primer ministro socialista Pierre B¨¦r¨¦govoy, con la misi¨®n de detectar posibles delitos en la actuaci¨®n de cargos p¨²blicos y orientar a los tribunales.
Seg¨²n el semanario L?Express, el juez Bernard Challe detect¨® -a diferencia de la fiscal¨ªa parisina- un posible delito de injerencia por parte de Jupp¨¦. El presunto delito fue cometido en 1993, cuando el hoy primer ministro era adjunto al alcalde de Par¨ªs (Jacques Chirac) y responsable del gran parque inmobiliario de la ciudad. Jupp¨¦ pidi¨® a un subordinado que se concediera un piso de renta limitada a su hijo Laurent, cosa cumplida sin demora, y meses m¨¢s tarde pidi¨® que se rebajara el alquiler de su reto?o de 7.000 a 6.000 francos mensuales.
En julio pasado, cuando la prensa denunci¨® que toda la familia Jupp¨¦ dispon¨ªa de viviendas privilegiadas, el primer ministro declar¨® que en ning¨²n caso hab¨ªa habido trato de favor y que, en el caso concreto de su hijo, su prop¨®sito hab¨ªa sido "evitar una escalada en los precios de la vivienda protegida".
El asunto es grave. Le Monde, en su edici¨®n con fecha de hoy, afirma que Jupp¨¦ se enfrenta a "una cuesti¨®n de Estado sumada a una crisis de confianza en el seno de la magistratura". El ministro de Justicia, Jacques Toubon, mantiene que el servicio anticorrupci¨®n no debe emitir dictamen alguno porque el caso que estudia ya fue descartado por la Fiscal¨ªa. De dictaminar, dice el ministro, el servicio actuar¨ªa impropiamente como una instancia de apelaci¨®n. Pero tras esta argumentaci¨®n hay una larga serie de presiones sobre el juez Challe, quien sigue, pese a la "dimisi¨®n" anunciada por el Ministerio de Justicia. Y toda la clase pol¨ªtica est¨¢ a la espera del controvertido dictamen.
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