"La bisexualidad me parece muy normal"
Nadie ha conseguido una opini¨®n tan un¨¢nime en San Sebasti¨¢n como Emma Thompson. La primera visita a Espa?a de esta actriz brit¨¢nica dejar¨¢ atr¨¢s un aluvi¨®n de enamorados. Sorprenden sus ganas de agradar y su deliciosa sonrisa. A sus 36 a?os y con un Oscar a cuestas, Emma Thompson ha presentado en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n Carrington, la historia real de Dora Carrington, una pintora enamorada de un escritor homosexual, Lytton Strachey, perteneciente al creativo e influyente grupo de Bloomsbury de los a?os cuarenta. Su anterior filme, Junior, lo hizo al lado de Arnold Schwarzenegger.Pregunta. De los m¨²sculos sexys de Schwarzeneger a la espiritualidad de Carrington hay un abismo.
Respuesta. No me gusta hacer siempre lo mismo. Como me dijo mi madre, ya era hora de que dejara de ser una mujer metida dentro de un traje cursi. Me gusta mucho el drama y el teatro, pero mis principios estuvieron en la comedia. Yo creo que Carrington es un personaje muy sexy y er¨®tico, porque trata todo como a escondidas y es ah¨ª donde hay mayor erotismo.
P. ?Hasta qu¨¦ punto puede restar libertad a una actriz la interpretaci¨®n de un personaje real como Carrington?
R. Es cierto que resta libertad. Inhibe bastante. Inici¨¦ una investigaci¨®n sobre el personaje y fui encontrando cartas y libros sobre ella. Lo m¨¢s importante fue el ¨¢lbum de fotos. Me daba miedo porque me di cuenta de que era un personaje muy complejo. As¨ª que al final me decant¨¦ por lo m¨¢s sencillo: ver a trav¨¦s de las fotos c¨®mo andaba con los pies para dentro [Emma Thompson se levanta y reproduce los movimientos de Carrington], y c¨®mo toda ella era un gesto de esconderse. Todo eso me fue muy ¨²til a la hora de meterme y encontrar la verdadera Carrington. Quer¨ªa que fuera algo muy simple para que en la pel¨ªcula quedara clara y por encima de todo la devoci¨®n que sent¨ªa hacia Lytton.
P. Como mujer comprometida ?Qu¨¦ hay de Emma Thompson en Dora Carrington?
R. M¨¢s de lo que cre¨ªa. Yo siempre he vivido en un mundo donde la palabra era muy importante. Me educ¨® un hombre, mi padre, que pensaba que el medio de expresi¨®n eran las palabras. Por eso, me pareci¨® muy interesante llegar a conocer a una persona [Dora Carrington] para quien no eran importantes las palabras. Ella viv¨ªa y se expresaba a trav¨¦s de sus ojos y sus emociones. Creo que hay una parte de m¨ª que siempre ha preferido ser este tipo de mujer. En la universidad estuve rodeada de hombres muy inteligentes, para quienes la palabra era tambi¨¦n muy importante, eso fue un reto para m¨ª y me puse a su altura utilizando mucho la palabra y siendo ingeniosa. Ahora considero que en aquel momento perd¨ª algo de m¨ª misma que he recuperado ahora, que es el poder utilizar las emociones. Me parece muy interesante el equilibrio entre la gente que vive con las palabras y la que lo hace con las emociones. Carrington ten¨ªa la piel muy fina, una capa menos que los dem¨¢s, as¨ª que el dolor cuando sufr¨ªa era mucho mayor que el de cualquiera de nosotros.
P. La ausencia de deseo sexual no rest¨® pasi¨®n ni amor profundo por Lytton. ?Se puede llegar a entender?
R. Ella ten¨ªa much¨ªsimo miedo a ser penetrada tanto f¨ªsica como emocional o espiritualmente, y quiz¨¢s esta incapacidad de realizar una relaci¨®n completa con Lytton es lo primero que le acerc¨® a ¨¦l. Le parec¨ªa repulsiva la idea de tener una relaci¨®n directa con un hombre, as¨ª que le daba seguridad el saber que con Lytton nunca iba a tenerla, aunque lo deseara de alguna manera. En esta relaci¨®n tan particular con Lytton ella conoci¨® bastante de su propia sexualidad. Tuvo otras relaciones con dos hombres, Gerald Brenan y su marido. Tambi¨¦n tuvo relaciones con mujeres, pero introducirlo en la pel¨ªcula habr¨ªa sido demasiado complicado. Adem¨¢s, el p¨²blico de Inglaterra y Estados Unidos es bastante est¨²pido con la moral como para aceptar una bisexualidad que a m¨ª, por otra parte, me parece perfectamente normal.
P. ?Cree que en la sociedad actual se aceptar¨ªa un grupo como el Bloomsbury, que vivi¨® una verdadera libertad sexual?
R. Hoy en d¨ªa, la gente conocida, como lo fueron en su d¨ªa los de Bloomsbury, no tienen vida privada. Ahora mismo estoy leyendo un libro sobre los distintos tipos de matrimonios que se daban en aquella ¨¦poca de moral tan estricta, y me he dado cuenta de que, de alguna manera, hace cien a?os hab¨ªa m¨¢s oportunidades de elegir el tipo de convivencia que se quer¨ªa porque las reglas eran tan estrictas y espesas que uno se pod¨ªa esconder bajo el espesor de aquella moral y no se ve¨ªa nada. Antes, si dos mujeres viv¨ªan juntas no pasaba nada. Hoy en d¨ªa, si dos mujeres viven juntas ya se da por hecho que son lesbianas.
P. Cinematogr¨¢ficamente hablando, ?que ha supuesto su uni¨®n con Kenneth Branagh?
R. Lo m¨¢s importante que me ha aportado ha sido la percepci¨®n correcta sobre Shakespeare. Yo lo hab¨ªa estudiado en la universidad, pero hasta que no le conoc¨ª no compart¨ª la pasi¨®n que ¨¦l siente por Shakespeare. Me ha dado tambi¨¦n muchas oportunidades de viajar y trabajar con otra gente. De todas maneras, echo siempre mucho de menos no trabajar con ¨¦l.
P. ?C¨®mo se defiende de esa imagen de matrimonio perfecto?
R. [Suelta una carcajada estent¨®rea]. Si supiera c¨®mo es de verdad. Ning¨²n matrimonio es perfecto y el nuestro tampoco, por supuesto.
P. Usted ha sido actriz de teatro, televisi¨®n, cine; ha dirigido dos cortometrajes y acaba de terminar un gui¨®n para Ang Lee ?Se ve alg¨²n d¨ªa dirigiendo a Kenneth Branagh?
R. Ser¨ªa estupendo porque Kenneth es muy bueno recibiendo ¨®rdenes cuando ¨¦l no es el director.
P. ?Ha pensado en alg¨²n momento en la maternidad?
R. No me vuelvo loca por ello. Me parece que la idea de no tener hijos, en general, es una idea muy buena. Se da por hecho que todas, las mujeres deben tener hijos y creo que hay que luchar contra ello, porque si se tiene una carrera y se quiere tener un hijo, una no puede abarcar todo.
P. Es usted una persona comprometida con el Partido Laborista brit¨¢nico. Parece que les resulta dif¨ªcil llegar al poder.
R. Creo que ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones. Hubo gente de izquierdas en Inglaterra que se desilusion¨® mucho en las elecciones anteriores porque estaban seguros de que iban a ganar, pero otros muchos se aliviaron con la derrota. Seg¨²n pasan los a?os, me voy planteando si el g¨¦nero humano no es intr¨ªnsecamente conservador y no hab¨ªa que luchar contra esto.
P. Hablando de conservadurismo, ?qu¨¦ le parece el juicio que se le hizo a su amigo Hugh Grant cuando le pillaron en Los Angeles con una prostituta mientras le hac¨ªa una felaci¨®n?
R. Es un ejemplo fant¨¢stico de la hipocres¨ªa de la prensa y de otros sectores. Me parece absolutamente normal y humano probar. Quiz¨¢s si yo tuviera un pene y estuviera borracha como estaba ¨¦l pues a lo mejor me hubiera planteado probarlo. De todas maneras, me parece que todo es cuesti¨®n de dinero, de vender peri¨®dicos.
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