Bruckner dram¨¢tico y latinizado
Con gran asistencia de p¨²blico inici¨® la Asociaci¨®n Filarm¨®nica de Madrid su nuevo curso: 26 programas sinf¨®nicos, orquestales de c¨¢mara, de solistas y de tr¨ªos y cuartetos. La sesi¨®n inaugural estuvo a cargo de la Filarm¨®nica de Dresde, cargada de historia grande y potente realidad actual. La dirigi¨® el parisiense Michel Plasson (1933).Dos autores y dos obras clave por su importancia y su belleza: Haydn, con la Sinfon¨ªa n¨²mero 49, denominada La pasi¨®n, y Bruckner, con la n¨²mero 4, llamada Rom¨¢ntica por obra y gracia del maestro Feanz Schalk (Viena, 1863-1931). Cada una de las obras y autores precisan de un pensamiento bien distinto y de un "ideal sonoro" caracter¨ªstico; el de Plasson para Haydn -siempre correcto, brillante y relativamente afectivo- difiere esencialmente de las visiones actuales del clasicismo vien¨¦s. Por lo mismo, puede ser excesiva la densidad del sonido y lo extremoso de la din¨¢mica.
Asociaci¨®n Filarm¨®nica de Madrid
Orquesta Filarm¨®nica de Dresde.Director: M. Plasson. Obras de Haydn y Bruckner. Auditorio Nacional. Madrid, 22 de septiembre.
En Bruckner, Plasson pareci¨® cargar la mano en lo que constituye evidentemente uno de los componentes de la Cuarta sinfon¨ªa: lo dram¨¢tico. Los temas encarnan abstractos personajes que agitan su pasi¨®n viva y se alejan del "misticismo germano heredado", sobre el que escribi¨® Furtw?ngler. Al final, el conjunto muestra su grandeza desde sus cimas y sus vanos, gracias al formidable sentido formal de Brukner. En suma, con unos mimbres tan plenamente germanos como la Orquesta de Dresde, el maestro franc¨¦s latiniz¨® el mensaje bruckneriano. Bien s¨¦ que lo dicho asume un t¨®pico, mas no por ello ha de ser falso. Los visitantes escucharon sonoras ovaciones y, despu¨¦s de un Bruckner que parece no abrir la puerta a nada, se lanzaron a una vertiginosa danza h¨²ngara de Brahms.
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