El calvario
Es como si se le escapara el aire. Aunque queden puntos y competici¨®n. Aunque quede lo que quede. Dec¨ªa Paquito, en la v¨ªspera del duelo entre su equipo, Osasuna, y Getafe, que la victoria, adem¨¢s de necesaria, era imprescindible. Que s¨®lo los tres puntos evitar¨ªan que su equipo perdiera pronto, demasiado pronto, el tren de la Liga.Vistas as¨ª las cosas, lo ha perdido. No hubo victoria. Cierto es que a veces el buen f¨²tbol maquilla un mal resultado. Ayer, no. Ayer ni siquiera el resultado (1-1) maquill¨® el paup¨¦rrimo f¨²tbol de Osasuna. Paquito se desga?itaba en el banquillo, envolviendo con gritos lo que ya se antoja una s¨²plica: que se acabe el calvario. Tendr¨¢ que esperar.
Y eso que su equipo cosigui¨® un gol, lo que, no deja de ser noticia. Era aquella una sensaci¨®n vetada hasta ahora para los navarros. Mois¨¦s se encarg¨® de poner fin a la sequ¨ªa. Lo hizo, eso s¨ª, con un gol triste, cabizabajo incluso, capaz por s¨ª solo de definir el estado de ¨¢nimo de un conjunto excesivamente maltrecho, como si en el horizonte no quedaran 102 puntos por disputar.Pero la jornada dej¨® detalles sin duda menos grises. C¨®mo el gol de Gerardo, jugador del Legan¨¦s. Lo marc¨®, desde el c¨®rner, que es el punto m¨¢s ciego del campo con respecto a la porter¨ªa. No hay ¨¢ngulo, ni nada que se le parezca. iodo se lo tiene que inventar el futbolista, en un ejercicio lleno de toque, potencia y, por qu¨¦ no decirlo, suerte. Pero de poco sirvi¨® tan admirable ejercicio de habilidad. El Legan¨¦s perdi¨® ante un rival, el Alav¨¦s, que estren¨® su casillero de puntos ante 10.000 enfervorizados hinchas.
La jornada tambi¨¦n dej¨® sorpresas. De los de arriba s¨®lo gan¨® el Villarpeal, un conjunto repleto de futbolistas, como Roberto o Vinyals, que saben lat¨ªn. El Bar?a levant¨® el pie del acelerador, dejando que el Lleida le robara un empate. Como se lo rob¨® el Marbella al Mallorca, que anda cerca de conseguir una proeza en la Segunda Divisi¨®n espa?ola: llegar a los 10.000 abonados.
Y hay sonrisas que parecen inacabables. La del Toledo, por ejemplo, que no sabe lo que es encajar un gol; o la del madridista Guti, que ha pasado de llamar la atenci¨®n por su parecido f¨ªsico con Redondo a hacerlo por sus goles. Pero, para sonrisa, la del ?cija, que se llev¨® los tres puntos del campo del H¨¦rcules, que permanec¨ªa invicto e imbatido. El prurito de haber acabado con esa racha le corresponde a Igoa, que caz¨® con habilidad un bal¨®n en el ¨¢rea. Un bal¨®n, por cierto, que lleg¨® volando, desde la banda izquierda, y con el remite m¨¢s hist¨®rico de la categor¨ªa: el de Rafael Gordillo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.