Rabin pide a Arafat que no deje que la sangre corra en la tierra devuelta a los palestinos
Israel devolvi¨® ayer a los palestinos parte de la tierra que ocup¨® por la fuerza hace 28 a?os. Y la entreg¨® con la esperanza de que "en los campos por los que han manado la leche y la miel no corran a partir de ahora la sangre y las l¨¢grimas". As¨ª, en una ceremonia cargada de ret¨®rica y buenos deseos, el primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin, convoc¨® a los palestinos a trabajar juntos, como buenos vecinos, contra el terrorismo, y advirti¨® que, si no es as¨ª, los jud¨ªos volver¨¢n a luchar solos y volver¨¢n a ganar. El l¨ªder palestino, Yasir Arafat, garantiz¨® que su compromiso con la paz es tan firme como el de Israel, pero record¨® que su objetivo final es la creaci¨®n de un Estado palestino independiente.
La ceremonia comenz¨® con 20 minutos de retraso por culpa de un problema de ¨²ltima hora. El mediador estadounidense en Oriente Pr¨®ximo, Dennis Ross, interrumpi¨® un inusual encuentro en el despacho oval entre el presidente Bill Clinton, Rabin, Arafat, el rey Hussein de Jordania y el presidente egipcio Hosni Mubarak. El presidente de EE UU cedi¨® su comedor privado a Rabin y Arafat quienes lograron superar la ¨²ltima disputa sobre la retirada de las tropas israel¨ªes de Hebr¨®n. "En esa tierra las cosas se deciden por mil¨ªmetros", dijo una fuente norteamericana.Ninguno de los presentes en la ceremonia, celebrada en el sal¨®n oriental de la Casa Blanca, pudo negar la fragilidad del acuerdo firmado ayer, sin duda trascendental, pero tambi¨¦n parcial e inestable. Ni el presidente Bill Clinton, que prometi¨® todos sus esfuerzos para continuar el camino de la negociaci¨®n, ni el rey Hussein de Jordania o el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, quienes con su presencia trazaron la l¨ªnea que delimita a los que est¨¢n por la reconciliaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. Al otro lado de esa l¨ªnea han quedado los que se resisten a sumarse al di¨¢logo, particularmente el presidente de Siria, Hafez el Asad, cuya ausencia en Washington levanta una gran sombra sobre todo este proceso.
La oportunidad era, sin duda, apropiada para hablar de paz. Como todos apreciaron, s¨®lo en sue?os se hubiera pensado hace algunos a?os que Arafat y Rabin se reunir¨ªan un d¨ªa para firmar un documento que da a los palestinos control sobre las principales ciudades de Cisjordania, aunque ya hace dos a?os, en esta misma ciudad, ambos dirigentes ratificaron el acuerdo de principios sobre Gaza y Jeric¨®.
Sin ruido de armas
"Finalmente", manifest¨® el presidente Clinton, "nos estamos acercando a la hora en que habr¨¢ seguridad para Israel, en que el pueblo palestino podr¨¢ escribir su propio destino y en que el ruido de la armas quedar¨¢ extinguido de Tierra Santa".
"Tenemos que seguir presionando hasta que el c¨ªrculo de la paz est¨¦ cerrado, un c¨ªrculo que debe incluir a Siria y L¨ªbano si queremos que la paz sea completa. No descansaremos hasta que musulmanes y jud¨ªos puedan darse la espalda para rezar sin miedo, hasta que los ni?os de la regi¨®n puedan crecer sin la amenaza de los conflictos", asegur¨® Clinton.
Todos reconocieron que a¨²n queda tiempo para satisfacer plenamente ese prop¨®sito. Y no s¨®lo por la resistencia de Siria. Tambi¨¦n palestinos e israel¨ªes tienen que salvar obst¨¢culos que no han desaparecido por la firma de este acuerdo. El primero de ellos es el terrorismo. "Si todos los socios del proceso de paz no se unen contra los ¨¢ngeles del mal de la muerte y el terrorismo, todo lo que ocurra en esta ceremonia ser¨¢ puro color y prop¨®sitos vac¨ªos. Nosotros no permitiremos que el terrorismo derrote a la paz. Si no tenemos compa?eros en esa amarga y dif¨ªcil guerra, la pelearemos solos. Sabemos como combatir. Sabemos c¨®mo ganar", advirti¨® Rabin.
Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, asegur¨® que, pese a los desaf¨ªos a los que hace: frente entre la propia poblaci¨®n palestina, "este hist¨®rico momento demuestra la irreversibilidad del proceso de paz". "Tenemos que condenar y desterrar la violencia totalmente", afirm¨®.
Arafat puso ¨¦nfasis en el car¨¢cter "interino" del acuerdo. Poco antes de la ceremonia, cuando se le pregunt¨® si este compromiso era una paso hacia un Estado palestino, contest¨®: ."Definitivamente".
Clinton, que culminaba una semana gloriosa de su pol¨ªtica exterior, se reuni¨® por separado con Rabin y Arafat, antes de firmar como testigo en el documento que cost¨® dos a?os de ¨¢spera negociaci¨®n. El presidente norteamericano les asegur¨® que EE UU, con la colaboraci¨®n del rey Hussein y Mubarak, redoblar¨¢ sus esfuerzos para subir ahora a Siria al tren de la paz.
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