El cartel de los peores presagios
Cuando empezaron a llegar en la noche los peores presagios a La Moraleja (Alcobendas), donde vive la familia de Anabel Segura, uno de los guardias jurados que vigila en la garita de la entrada arranc¨® un cartel que ten¨ªa pegado en un cristal. Desapareci¨® la leyenda "Libertad para Anabel" pero dej¨® colgado otro, algo m¨¢s peque?o, como reclamo de vida, por si acaso todav¨ªa cab¨ªa un atisbo de esperanza.A esa hora, sobre las 23.50, en la barrera de la urbanizaci¨®n Intergolf, una de tantas de La Moraleja, una zona residencial donde viven unos 8.000 vecinos de Alcobendas, hab¨ªa casi medio centenar de periodistas, polic¨ªas locales, agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y unas cuantas vecinas curiosas.
Los guardias de seguridad privados de la urbanizaci¨®n se extra?aban de que ning¨²n familiar, ni tampoco amigos de la familia, se hubiesen acercado a la residencia de los Segura.
En realidad, varios miembros de la familia se encontraban ya en esos momentos en la casa, como se demostr¨® posteriormente, cuando abandonaron el domicilio en sus respectivos veh¨ªculos dos hermanos de Jos¨¦ Segura, el padre de Anabel.
A las 0.20 sali¨® de la urbanizaci¨®n un hermano del padre de Anabel, con su mujer, en un Rover de color dorado. Unos minutos despu¨¦s sali¨® otro de los hermanos Segura en el asiento trasero de un coche, acompa?ado de dos hombres.
Un polic¨ªa de paisano hab¨ªa llevado en mano a la familia, seg¨²n diversas fuentes, el fax que comunicaba la detenci¨®n de los supuestos asesinos. Ning¨²n dato m¨¢s.
A partir de las 23.30 el trasiego de coches entrando y saliendo de la urbanizaci¨®n se intensific¨® para mareo de c¨¢maras de televisi¨®n y fot¨®grafos. Rocky, un pastor alem¨¢n, tensaba la cadena que le sujeta a la garita de los guardias y ladraba al que se acercaba demasiado. Para mayor desesperaci¨®n, algunos vecinos especulaban con la posibilidad de que la familia Segura hubiese abandonado la urbanizaci¨®n antes de la llegada de los periodistas.
Una suposici¨®n que posteriormente tir¨® por tierra el alcalde de Alcobendas, Jos¨¦ Caballero, del PSOE, quien confirm¨® que los padres de Anabel estaban en su chal¨¦.
Caballero lleg¨® pasada la una de la madrugada acompa?ado por Francisco Javier S¨¢nchez Arias, concejal de Seguridad, y Manuela N¨²?ez, presidenta de la comisi¨®n por la libertad de Anabel.
Tardaron pocos minutos en dar a la familia testimonio del pesar de todo un pueblo. "Era obligado venir para manifestar nuestra tristeza y condolencia", dijo al abandonar la urbanizaci¨®n.
"Esta es una noche tr¨¢gica para esta familia y triste para el municipio", declar¨® Caballero, que encontr¨® a los padres "abatidos" y a la espera de la confirmaci¨®n de la identidad del cad¨¢ver de su hija Anabel.
Caballero a?adi¨® que hoy reunir¨¢ a sus concejales para decidir qu¨¦ tipo de homenaje tributar¨¢ Alcobendas a la memoria de Anabel.
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