La banca podr¨¢ elegir el momento de operar con el ecu entre 1999 y 2002

XAVIER VIDAL-FOLCH, Hoy es un d¨ªa decisivo para el futuro de la moneda ¨²nica. Los ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la Uni¨®n Europea (UE) dar¨¢n en Valencia el visto bueno global a las ideas que sobre el "escenario del pase a la tercera fase" de la moneda ¨¢nica han dise?ado los gobernadores de los bancos centrales de los Quince y que se resumen en la expresi¨®n aterrizaje suave. Ello implica que los operadores, bancarios podr¨¢n elegir el momento de su inmersi¨®n completa, dentro del periodo 1999-2002, de introducci¨®n del ecu, sin verse obligados a adaptarse desde el primer momento. Alexandre Lamfalussy, presidente del Instituto Monetario Europeo (IME), que agrupa a los gobernadores, llevar¨¢ la voz cantante.

Lamfalussy debe entregar su informe escrito en el mes de noviembre. Hoy dar¨¢ a conocer oralmente sus l¨ªneas maestras en el Ecofin informal de Valencia. La importancia de este encuentro es doble. Para la presidencia espa?ola supo ne el arranque de los trabajos que deben culminar en su principal obligaci¨®n econ¨®mica cara a la cumbre de Madrid: consensuar ese escenario, lo que debe despejar incertidumbres sobre el avance hacia la moneda ¨²nica.Pero tambi¨¦n lo es por el momento en que se produce, cuando arrecian las voces que proponen el aplazamiento de la entrada en vigor de la moneda ¨²nica m¨¢s all¨¢ del 1 de enero de 1999, la ¨²ltima fecha prevista en el Tratado de la Uni¨®n. Hay pocas dudas de que los ministros bendecir¨¢n las principales ideas del IME, porque han surgido de sus propios gobernadores y ¨¦stos encaman la verdadera autoridad monetaria.

Y ah¨ª viene lo interesante. Resulta que la propuesta de Lamfalussy se centrar¨¢ en el periodo intermedio (posterior a la designaci¨®n de los candidatos aprobados), el periodo que el IME llama fase 3A, que dura tres a?os y se inicia desde el momento en que rijen las paridades fijas e irrevocables. Dar¨¢ por supuesto que ¨¦ste se inicia en enero de 1999. Valencia puede registrar, en este sentido, una confirmaci¨®n del calendario, por la v¨ªa t¨¦cnica, salvo temporales en contra.

Pero el mensaje de Lamfalussy no se centrar¨¢ en la fecha de inicio, sino en los deberes que impone a los operadores la fase 3A, y en la duraci¨®n de la fase 3B, cuando se introducen en el mercado las monedas y billetes f¨ªsicos denominados en ecu (o euro), seg¨²n fuentes del instituto. Esta fase 3B deber¨ªa prolongarse s¨®lo durante "algunas semanas", seg¨²n la tesis del Libro Verde de la Comisi¨®n.

No es ¨¦sta la ¨²nica enmienda del IME a la Comi¨²si¨®n. Lamfalusssy propondr¨¢ contundentemente una mayor flexibilidad en la etapa intermedia o fase 3A. Es decir, apoyar¨¢ que durante esos tres a?os debe alcanzarse una "masa cr¨ªtica de operaciones" que hagan "irreversible" la moneda ¨²nica, como quiere el ejecutivo comunitario. Pero para obtenerla, basta, en su opini¨®n, que todas las operaciones de los bancos centrales se denominen en ecus. Propondr¨¢, en consecuencia, la m¨¢xima flexibilidad: "Que se permita a los operadores incorporarse al ecu a su conveniencia, siempre respetando los sistemas establecidos en los mercados, como el de valores o el de anotaciones en deuda p¨²blica", indican las mismas fuentes.

Quien podr¨ªa oponerse ya ha anunciado que no lo har¨¢. El comisario de econom¨ªa, el franc¨¦s Yves-Thibault de Silguy, reconoci¨® el mi¨¦rcoles en La Haya que "no todos los bancos son capaces de ajustarse" al mismo tiempo, aunque propugn¨® una cierta coordinaci¨®n.

Vencido este obst¨¢culo, quedar¨¢n por dilucidar otros aspectos complejos, como los jur¨ªdicos. Y quedar¨¢, sobre todo, la marea de fondo provocada por la discusi¨®n sobre los criterios de convergencia y el calendario, recalentada desde la bomba Waigel del pasado d¨ªa 20. Una marea que, de recrudecerse, podr¨ªa arruinar el Ecofin.