Gestos de buena voluntad para facilitar la visita
El deseo de Juan Pablo II de viajar a La Habana dej¨® de ser un secreto hace tiempo. El pasado mayo, durante la visita del Papa a la Rep¨²blica Checa, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Joaqu¨ªn Navarro Valls, inform¨® que muy probablemente el Papa visitar¨ªa Cuba durante el a?o 1996. Y a quien le pregunt¨® si hab¨ªa alguna fecha en perspectiva, el portavoz vaticano le respondi¨® algo as¨ª como: "En realidad, estoy espoleando el caballo". Es decir, que estaba trabajando para que el viaje llegara a producirse.Tampoco era un misterio que la Santa Sede estaba intensificando sus relaciones con el r¨¦gimen de Castro, ya que hubo noticias concretas de los dos viajes del cardenal Roger Etchegaray a La Habana, como presidente de la Comisi¨®n Pontificia Justicia y Paz, y de sus entrevistas con el l¨ªder cubano. Tales visitas fueron tan p¨²blicas como la que el cardenal Bernardin Gantin realiz¨® el pasado julio.
Obviamente, el viaje a Cuba deb¨ªa inscribirse en esos contactos. Pero la visita del Papa a cualquier pa¨ªs presupone una invitaci¨®n previa de la conferencia episcopal correspondiente, que normalmente consulta el proyecto con el Gobierno interesado. Hasta aqu¨ª nadie est¨¢ en condiciones de confirmar que esa invitaci¨®n cubana haya llegado al Vaticano.
Por su parte, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede evit¨® comentar ayer el presunto plan de la diplomacia vaticana para intensificar relaciones con Cuba a fin de facilitar la transici¨®n pac¨ªfica hacia el poscastrismo, del que informaTad Szulc.
Hip¨®tesis del art¨ªculo de Szulc, como la de que Juan Pablo II est¨¢ empe?ado en lograr el levantamiento del embargo, tienen que ser del agrado de Castro y tienden a allanar, objetivamente, el camino de la intensificaci¨®n de relaciones y de la visita pontificia.
La coincidencia de estas noticias con el viaje papal a EE UU induce a suponer que lo escrito por Tad Sz¨¹lc, autor de una reciente biografia de Juan Pablo II muy alabada en medios vaticanos, ha sido bien visto en la Secretar¨ªa de Estado. Szulc, norteamericano de origen polaco, es autor tambi¨¦n de otra biograf¨ªa sobre Fidel Castro.
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