Entereza en la familia, debate entre los pol¨ªticos

LARA OTERO, El hallazgo del cuerpo de Anabel Segura desat¨® ayer un debate pol¨ªtico sobre el cumplimiento ¨ªntegro de las penas. No es la primera vez. Ocurri¨® ya tras el asesinato de las tres ni?as de Alc¨¢sser, cuyos cad¨¢veres fueron hallados en 1993.Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, presidente del PP, ha solicitado largas condenas para asesinos de ese tipo. Y ayer expres¨® su deseo de que los que cometieron una "barbarie" con Anabel Segura "lo paguen para siempre".

La diputada del PP Isabel Tocino, vecina de la familia Segura, lleg¨® poco antes de las 14.00 de ayer a la casa de Anabel. "Que se pudran en la c¨¢rcel", espet¨®. "Es imprescindible el cumplimiento ¨ªntegro de las penas".

La contundencia de Tocino contrastaba con la serenidad de la familia. Uno de los t¨ªos de Anabel, Alfonso Segura, declar¨® que la familia, por sus creencias religiosas, no es capaz de "acumular sentimientos de odio contra los culpables".

Federico Trillo, portavoz de Justicia del PP en el Congreso, aprovech¨® para criticar el futuro C¨®digo Penal y se?alar que reducir¨¢ las condenas por violaci¨®n y asesinato. A?adi¨® que el PP propone el cumplimiento ¨ªntegro de las penas por narcotr¨¢fico y terrorismo.

El presidente Felipe Gonz¨¢lez respondi¨® a esas declaraciones: "Cuando se habla del cumplimiento ¨ªntegro de las condenas no se est¨¢ respetando el texto constitucional". (Su art¨ªculo 25 se?ala: "Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estar¨¢n orientadas hacia la reeducaci¨®n y reinserci¨®n social [ ... ]. El condenado [ ... ] tendr¨¢ derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, as¨ª como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad". Ese trabajo penitenciario se premia con reducciones de condena).

Pero algunos de sus compa?eros de partido hicieron caso omiso. Jos¨¦ Bono, presidente de Castilla-La Mancha, dijo que lo ¨²nico que pod¨ªa pedir para esos desperdicios de la humanidad" es que cumplan ¨ªntegramente sus condenas. Y una ministra, la de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, se expresaba en t¨¦rminos similares.

Las distancias internas se produjeron tambi¨¦n en el PP. El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, quien visit¨® con su esposa a la familia Segura, se limit¨® -preguntado al respecto- a apelar al Estado de derecho y se?alar que "lo importante es que los asesinos est¨¢n ya a disposici¨®n judicial".

Diego L¨®pez Garrido, diputado y portavoz de Justicia de IU, acus¨® de "demagogo" a Federico Trillo por aprovechar una tragedia para arremeter contra el C¨®digo Penal.