"LIegu¨¦ a creer que era culpable"
Los ingenieros absueltos del 'caso Tous' no olvidan una pesadilla de 13 a?os
La hojarasca amarillenta del sumario de Tous aparece salpicada de embargos y angustia. De visitas al fondo del abismo: "Un d¨ªa llegu¨¦ a creer que era culpable". De tratamientos psicol¨®gicos. De p¨¦rdida de oportunidades laborales. Y de rabia. La presa de Tous (Valencia) se desmoron¨® como un castillo de naipes hace 13 a?os. S¨®lo ahora un tribunal ha ' absuelto a tres ingenieros acostumbrados a escuchar insultos durante todo ese tiempo con s¨®la aproximarse a la barra de un bar para tomar un caf¨¦. Jes¨²s Gonz¨¢lez Mar¨ªn (dos. absoluciones en su casillero), Salvador Madrigal (otras dos) y Juan Sancho-Tello (una condena y una exculpaci¨®n) a¨²n deben esperar la peregrinaci¨®n del sumario por los despachos del Tribunal Supremo. Claro que tampoco en el otro bando, el de los damnificados, las cosas han ido mejor: 4.000 perjudicados por las graves inundaciones de la comarca valenciana de La Ribera siguen esperando una reparaci¨®n a su tragedia.El buceo por los folios del proceso m¨¢s kafkiano de la historia judicial espa?ola todav¨ªa puede sorprender: "Requi¨¦rase a dicho procesado a que preste una fianza ( ... ) por la cantidad de 50.000 millones de pesetas. Si no lo verifica al d¨ªa siguiente de ser requerido, proc¨¦dase al embargo de bienes de su propiedad para cubrir dicha suma o acred¨ªtese su insolvencia". A partir de ah¨ª, los vaivenes de los tipos de inter¨¦s ya no son importantes en la vida de "dicho procesado". Con la vivienda, el chal¨¦ y el autom¨®vil embargados, los bancos exigen avales de terceros. Vivir al contado es la ¨²nica soluci¨®n.
Los 50.000 millones (el presupuesto del Ayuntamiento de Valencia para 1995 es de 61.500) son fruto de una rebaja. Inicialmente, el juez instructor del caso Tous, Gustavo Solaz, habl¨® de 200.000, una cantidad apenas al alcance de las tres mayores fortunas espa?olas seg¨²n la revista Forbes: Bot¨ªn, Koplowitz,y M¨¢rch.
Salvador Madrigal, el autor del proyecto de la presa de Tous, vive en la misma casa, embargada, de siempre. Sus, superiores en la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo, con sede en Madrid, jam¨¢s le retiraron la confianza y, as¨ª, este funcionario ha podido participar en proyectos de nuevos embalses. Es el ¨²nico de los ingenieros procesados que permaneci¨® detenido durante 24 horas. Para salir en libertad deposit¨® una fianza de 10 millones de los de entonces, los de principios del decenio de los 80. Ese dinero a¨²n reposa- en las arcas de la Justicia.
Jes¨²s Gonz¨¢lez Mar¨ªn ganaba 82.000 pesetas mensuales en 1982 por su trabajo de control a pie fe pantano. Es el ¨²nico procesado no funcionario, aunque siempre ha trabajado para la Administraci¨®n como personal laboral fijo. Despu¨¦s de la tragedia (ocho muertos aguas abajo de la presa y decenas de miles de millones de pesetas en da?os materiales) qued¨® transferido a la Generalitat valenciana, a petici¨®n propia, y permanece en ella en el servicio de Recursos Hidr¨¢ulicos. Fueron 82.000 pesetas al mes para una fianza de 50.000 millones: la cauci¨®n para asegurar las posibles responsabilidades civiles. Otras 500.000 pesetas de fianza para quedar en libertad provisional le fueron facilitadas por el Colegio de Ingenieros. Tambi¨¦n ese dinero reposa en cuentas judiciales.
Gonz¨¢lez Mar¨ªn habl¨® con alguna empresa sobre un posible fichaje. La incertidumbre judicial le impidi¨® dar el salto al ¨¢mbito privado. Contin¨²a viviendo de su salarlo, del nivel de un t¨¦cnico medio, en la Administraci¨®n auton¨®mica valenciana.
Juan Sancho-Tello no vio alterada su vida laboral porque su procesamiento (muy posterior al de sus compa?eros de banquillo) coincidi¨® con su jubilaci¨®n. A sus 77 a?os, hace tiempo que dej¨® de encargarse del comisariado de aguas del r¨ªo, J¨²car. A Sancho-Tello se le acusaba de no haber transmitido a la presa un parte meteorol¨®gico que anunciaba lluvias torrenciales en la cuenca del Mediterr¨¢neo.
Gonz¨¢lez Mar¨ªn viv¨ªa de alquiler en octubre de 1982, cuando se desmoron¨® la presa. A sus 50 a?os, contin¨²a sin tener una vivienda a su nombre. Al igual que Sancho-Tello, vive en Valencia, la ciudad en la que se han celebrado hasta cuatro juicios de Tous. El primero y el tercero apenas duraron unas semanas. No ocurri¨® lo mismo con el segundo (un a?o justo de vista oral, entre febrero de 1989 y febrero de 1990) y con el cuarto (los siete primeros meses de este a?o sentado en un inc¨®modo banquillo).
El caso de Madrigal es muy distinto. Durante meses ha vi do en hoteles, con continuos desplazamientos a Valencia y el consiguiente medio abandono de actividad profesional normal. ?sta ha sido, su vida desde ha a?os.
Otros dos ingenieros, Rom¨¢n Guerrero y Florentino Santos tambi¨¦n residentes en Madrid ocuparon el banquillo en los de primeros juicios. Guerrero result¨® condenado y Santos absuelto. El Supremo anul¨® despu¨¦s el segundo juicio y, adem¨¢s, el procesamiento de ambos.
Una profunda depresi¨®n
Los peores momentos de las das de todos ellos han sido las entradas a la primera sesi¨®n de cada uno de los juicios. Dos, que prefieren no ver reflejados sus nombres en este p¨¢rrafo, necesitaron asistencia psicol¨®gica. La tensi¨®n ambiental y la campa de prensa" les sumi¨® en una profunda depresi¨®n. "Un d¨ªa me levant¨¦ crey¨¦ndome culpable", resumi¨® uno de estos ingenieros. "Cre¨ª que todo hab¨ªa ocurrido por mi culpa", a?adi¨®.Ninguno pens¨® seriamente la posibilidad de ingresar en prisi¨®n a pesar de las elevadas penas solicitadas por algunas de las partes acusadoras (seis a?os privaci¨®n de libertad por un delito de imprudencia temeraria con resultado de ocho muertes cuantiosos da?os materiales que representaban los intereses de los afectados.
Todos contaron con el apoyo de sus familias (las esposas acudieron con frecuencia a las sesiones de los juicios) y con el respaldo de sus empresas y sus colegios profesionales. Los honorarios de los abogados y otros gastos (hoteles, viajes, fianzas ... ) han sido sufragados por estos ¨²ltimos. Tambi¨¦n han contado gratuitamente con peritos.
M¨¢s complicado es este espinoso asunto visto desde la parte contraria, pues los damnificados han debido pagar de sus bolsillos parte de los costos¨ªsimos peritajes de expertos internacionales. Ayuntamientos de la comarca La Ribera han colaborado con sus asociaciones. Algunos de ellos insinuaron a la Generalitat que Gonz¨¢lez Mar¨ªn no era t¨¦cnico auton¨®mico adecuado para determinados proyectos hidr¨¢ulicos en sus t¨¦rminos municipales.
Cualquier ciudadano involucrado en un macroproceso, cualquiera de los bandos opuestos, se enfrenta a un calvario adivinado hace siglos por la sabidur¨ªa popular: "Tengas pleitos y lo ganes" .
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