Arroyo crea en Par¨ªs la escenograf¨ªa para un estreno de Genet

Eduardo Arroyo es el creador de la escenograf¨ªa de la primera representaci¨®n mundial de Splend`s, una obra de Jean Genet que el escritor no quiso pudiera estrenarse mientras ¨¦l estaba vivo. Ahora el montaje llega a Par¨ªs, la ciudad en la que vive el pintor espa?ol, al Od¨¦on-Th¨¦atre de l'Europe, coproductor del espect¨¢culo con la Schaubuhne de Berl¨ªn.

"Mi relaci¨®n con el teatro corresponde a mi manera de ser, a mi esp¨ªritu de catacaldos. El escenario no me interesa de manera especial, s¨®lo me embarco en proyectos cuando tengo la garant¨ªa de que el trabajo se realizar¨¢ de una manera que a m¨ª me conviene. Con Klaus Michael Gruber eso ha sido as¨ª desde un principio, desde que ¨¦l vio mis pinturas en Mil¨¢n en 1967 y quiso que hiciera para ¨¦l los decorados de un Adamov", explica Arroyo sentado en la platea del Od¨¦on mientras los t¨¦cnicos resuelven los problemas de luminotecnia que plantea su aparentemente sencilla escenograf¨ªa.En Splen's la acci¨®n transcurre en un ¨²ltimo piso de un hotel de lujo donde se han refugiado siete g¨¢ngsteres y un polic¨ªa corrupto. Les acompa?a, secuestrada, la hija de un millonario. Ella muere y el jefe de la banda opta por travestirse para que todos crean que ella sigue con vida. "Es una obra de gran calidad y, sobre todo, autoir¨®nica, una cualidad que no es frecuente en Genet".

La parte oculta

"Mi idea sobre el decorado es que ¨¦ste tiene que acompa?ar la degradaci¨®n del texto, de la situaci¨®n. Por eso he, ideado un muro que no es tal, sino una suerte de radiograf¨ªa del muro, el retrato de sus secretos, de la parte oculta del lugar, que va desvel¨¢ndose a partir de cambios de luces. Que las paredes est¨¦n cubiertas de grandes flores tiene que ver con esa voluntad de iron¨ªa. Partimos de la invenci¨®n, del papel pintado b¨¢sico, lo mezclamos con esas naturalezas muertas repletas de ramilletes, le sumamos las pistolas y las ametralladoras y llegamos a la imagen de muerte entre las flores, que es lo que me gusta". Seg¨²n Arroyo, lo que le satisface de su colaboraci¨®n con Gruber es que se trata de "materializar una conversaci¨®n", ya que el director le da libertad absoluta.