La guillot¨ªna sobre el tablero

El arte del ajedrez es y fue asombroso espejo de la historia. Millones de terr¨¢queos se asoman hoy a las ventanas de sus ordenadores para vivir, en directo, las peripecias del encuentro Anand-Kasp¨¢rov. Lo siguen jugada tras jugada en el tiempo real de la batalla, como cimbreantes cybernautas del imperio de la intercomunicaci¨®n. Doscientos a?os antes, en el siglo XVIII, el campe¨®n Philidor, precisamente franc¨¦s para mayor alegr¨ªa, guillotin¨® simb¨®licamente sobre el tablero al rey y a la reina. Proclam¨®, revolucionario: Ios peones, los humillados, son el alma del ajedrez". Meses m¨¢s tarde los verdugos de Luis Capeto (Luis XVI) y Mar¨ªa Antonieta reprodujeron en carne y huesos, salpicados de sangre, la imagen ajedrec¨ªstica. En el siglo XVI Ruy L¨®pez y la apertura espa?ola reflejaron el virulento universo de los conquistadores. Hoy en Manhattan los dos asi¨¢ticos, Anand y Kasp¨¢rov, se han subido al ¨²ltimo piso del m¨¢s alto rascacielos de Nueva York. Sin darse cuenta, como Philidor, est¨¢n simbolizando al hombre de hoy aspirando a alcanzar un ciclo de amor, de conocimiento y de ciencia. Nos muestran el final de la ¨¦poca de los titanes. Pide al Tiempo que le d¨¦ un tiempo el que anhela. una eternidad de delicias.Con la nueva victoria de Kasp¨¢rov, conseguida a pesar de la brillante resistencia de Anand, Gari parece prepararse para echar el tel¨®n. "Finita la comedia"..., es decir, la farsa de la "PCA".