Un hombre astuto en apuros
Francisco ?lvarez consigui¨® evitar, a todos al salir de prisi¨®n aprovechando la salida del grupo de presos que gozaban de r¨¦gimen abierto; fue uno de sus detalles de grande del sector de la seguridad. El ex comisario ?lvarez trabaj¨® con bancos, cajas y otras entidades y tiene aptitudes comerciales, incluso domina el catal¨¢n, recuerdan algunos de sus clientes. Su ¨²ltimo gran proyecto fue instalarse en Argentina, al resguardo de la convulsa etapa pol¨ªtica espa?ola, al frente de una empresa colaboradora de Telef¨®nica.Cuando en 1986 abandon¨® la polic¨ªa, ?lvarez obtuvo importantes contratos con Telef¨®nica gracias a la relaci¨®n con su ex jefe Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez Dopico, responsa-ble de seguridad de la empresa p¨²blica. Poco despu¨¦s de dejar la polic¨ªa, ?lvarez ocup¨® el cargo de responsable de seguridad de Sintel, filial de Telef¨®nica.
Su relaci¨®n con Javier de la Rosa fue providencial, y al parecer recomendada por importantes personalidades del Ministerio del Interior, seg¨²n confes¨® el financiero a algunos de sus hagi¨®grafos.
?lvarez llevaba a sus espaldas haber sido el jefe de Jos¨¦ Amedo y Michel Dom¨ªnguez en Bilbao y el jefe directo de Jes¨²s A. Guti¨¦rrez Arg¨¹elles -su socio en CheckIn-, acusado de organizar el frustrado atentado contra el etarra Larretxea en territorio franc¨¦s.
El estigma de las operaciones especiales siempre ha rodeado a ?lvarez, cuya empresa manten¨ªa relaciones con las del ex agente del Cesid Mikel Lejarza Egu¨ªa, El Lobo, cuya trama de espionaje est¨¢ siendo investigada en Barcelona iras ser descubierta operando desde el diario La Vanguardia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
