El director de la Feria del Libro de Francfort critica la oficialidad del Liber

Liber 95 abri¨® ayer sus puertas a medio gas. Los editores espa?oles se mantienen a la expectativa sobre si el cambio de fechas (el sal¨®n vuelve a celebrarse en oto?o y abandona la cita de primavera) favorecer¨¢ o no el contacto con los editores latinoamericanos, aunque la mayor¨ªa se muestran esc¨¦pticos y opinan que la feria es s¨®lo "como un aperitivo" de la gran cita del libro, la Feria de Francfort, que empieza el pr¨®ximo martes. Peter Weidhaas, director de la Feria del Libro de Francfort, se mostr¨® ayer favorable al cambio de fechas, pero expres¨® su estupor ante el exceso de casetas institucionales en el sal¨®n.

"Creo que es bueno que el Liber pase a celebrarse en oto?o", manifest¨® Peter Weidhaas, que asisti¨® al acto de inauguraci¨®n de la noche del martes desde un discreto segundo plano. "En primavera hay muchas ferias en todo el mundo que compet¨ªan con este sal¨®n en cambio ahora, al cele brarse inmediatamente antes de la Feria de Francfort, el Liber recupera su identidad y los editores latinoamericanos podr¨¢n acudir con m¨¢s facilidad, ya que normalmente s¨®lo pueden permitirse un viaje por a?o a Europa, y de este modo empalman su visita al Liber con el viaje a la Feria de Francfort".A la pregunta de qu¨¦ opini¨®n le produjo su visita al Liber, Weidhaas expres¨® su perplejidad. "Hay muchas casetas institucionales, demasiadas", dijo, les algo que no pasa en ninguna parte del mundo. Creo que las instituciones espa?olas editan demasiado. Son libros muy bonitos, muy ilustrados, pero que se exponen en la caseta y no provocan ning¨²n movimiento editorial".

Weidhaas se uni¨® a las cr¨ªticas expresadas por Pere Vicens Rahola, presidente de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a, en la inauguraci¨®n del Liber, cuando censur¨® la excesiva producci¨®n editorial de las instituciones. "Esto no pasa en otros pa¨ªses", coment¨® Weidhaas. "En Alemania, en concreto, toda la edici¨®n institucional se canaliza a trav¨¦s de las editoriales. Creo que en el Liber hay demasiada presencia institucional y muy pocos editores realmente comprometidos".

Un paseo por el Liber confirma, en efecto, que las casetas m¨¢s grandes son las que representan a las instituciones, como gobiernos aut¨®nomos o ayuntamientos. Las editoriales, excepto los grandes grupos, ocupan por lo general un espacio mucho menor.

Weidhaas, que lleva 21 a?os como director de la Feria d¨¦ Francfort, la m¨¢s prestigiosa del Mundo del libro, critic¨® asimismo los intentos de variar la pol¨ªtica del precio fijo que se est¨¢ poniendo en cuesti¨®n en Gran Breta?a. "Variar el precio fijo s¨®lo beneficia a los grandes editores", afirm¨®. "Para las editoriales y para las librer¨ªas peque?as es una garant¨ªa saber que existe un precio fijo. S¨¦ que en Gran Breta?a las grandes cadenas de librer¨ªas han empezado a ofrecer descuentos de hasta un 25% en la venta de libros, pero esto es un indicio de c¨®mo la industria editorial est¨¢ presionada por las grandes editoriales. Los peque?os editores no pueden seguir su ritmo, por lo que, en mi opini¨®n, se hace necesaria para la industria del libro una cierta protecci¨®n".

Weidhaas, que parece estar al corriente de todo lo que pasa en el mundo editorial, coment¨® la reciente adquisici¨®n de un 40% de Tusquets Editores por Planeta critic¨® la concentraci¨®n editorial. "Este tipo de operaciones pueden ser buenas para las grandes editoriales", manifest¨®, "pero creo que no lo son para la cultura editorial".

El Liber 95, por otra parte, contin¨²a con las reuniones de editores y con los numerosos actos programados. Ayer, por ejemplo, se celebraron dos coloquios: uno sobre la profesi¨®n de editor. Y otro sobre el problema que plantean los contratos y los derechos de autor al pasar de las ediciones tradicionales a las nuevas tecnolog¨ªas multimedia.

Los autores holandeses invitados, que aportan la dosis literaria de la feria, debatieron con humor y sin complejos sobre lo que supone para ellos escribir en una lengua minoritaria.