La violencia que no cesa

La polic¨ªa madrile?a reconoce que en lo que va de a?o se ha producido "un ligero incremento" en el n¨²mero de agresiones protagonizadas por grupos juveniles, aunque se?ala que no todos los incidentes son imputables a tribus urbanas.Entre el 1 de enero y el 1 de octubre pasados, la Brigada Provincial de Informaci¨®n ha contabilizado 139 agresiones, mientras que durante todo el a?o 1994 se registraron 157. Un informe de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid considera que estas cifras apuntan a que se est¨¢ produciendo un "ligero incremento" en este tipo de incidentes. Las autoridades estiman que eso se debe a que en la sociedad hay ahora una mayor sensibilidad hacia este fen¨®meno y que "las v¨ªctimas denuncian m¨¢s estos hechos que anteriormente, cuando eran considerados simples altercados callejeros".

El grupo especial n¨²mero XIII, creado hace 20 meses para combatir la violencia juvenil, ha detenido en lo que va de a?o a 164 personas pertenecientes a las diferentes tribus urbanas que pululan por Madrid. Aproximadamente la mitad de los chicos arrestados pertenecen a grupos nazis de skin head, seguidos a distancia por los punkis.

Desde la creaci¨®n de la unidad especial antitribus, ¨¦sta ha logrado confeccionar varios ¨¢lbumes fotogr¨¢ficos con las caras de unos 1.200 j¨®venes presuntamente pertenecientes a estos grupos violentos, adem¨¢s de haber localizado los puntos de reuni¨®n y m¨¦todos de acci¨®n, de los m¨¢s peligrosos.

Durante el pasado septiembre, en Madrid se han producido 22 agresiones, aunque s¨®lo 13 son claramente imputables a tribus urbanas (nueve protagonizadas por rapados nazis, una por punkis y las otras tres por grup¨²sculos menos conocidos). Adem¨¢s de los ataques f¨ªsicos a las personas, la polic¨ªa atribuye a tribus urbanas otros siete hechos delictivos de naturaleza diversa.

Como consecuencia de las investigaciones policiales, durante el pasado septiembre fueron puestos a disposici¨®n judicial 36 individuos: 17 skin head, nueve punkis y otros 10 encuadrados en otras bandas.

El comisario Alejandro Espejo, jefe de la Brigada Provincial de Informaci¨®n, cree que la violencia juvenil es un fen¨®meno minoritario. Sin embargo, reconoce que cada vez hay m¨¢s quincea?eros relacionados con tribus urbanas, posiblemente porque as¨ª se sienten reafirmados en su personalidad al encuadrarse en estos grupos.

Los rapados, los punkis y otros colegas suelen tener la sangre caliente, pero parece que los calores del verano se la recalientan a¨²n m¨¢s, a tenor del estudio de la estad¨ªstica policial. Los meses de junio y julio pasados fueron los que registraron una mayor actividad tribal. El 15 de junio, por ejemplo, se produjo uno de los ataques m¨¢s brutales: una turista brasile?a, de raza negra, es abandonada desnuda en el paseo de la Castellana tras haber sido vejada y violada por dos hombres, uno de ellos con la cabeza pelada, sin que la polic¨ªa haya logrado detenerlos.

Dos d¨ªas despu¨¦s, un grupo de skin head propin¨® una paliza a Andr¨¦s B. L. -y a su novia, Rosa F. M., en unos jardines junto al Faro de Moncloa. La pareja no reconoci¨® a ninguno de sus agresores, por lo -que el caso sigue sin aclarar.

El 22 de junio, Manuel David G. G. y Luis G. M., miembros del Colectivo Gay de Madrid, fueron atacados por cabezas rapadas cuando pegaban carteles de su organizaci¨®n. Los atacantes tampoco han sido puestos a disposici¨®n judicial.

Dos mujeres de 50 y 62 a?os reconocieron haberse sentido "aterrorizadas" por una jaur¨ªa de m¨¢s de 20 cabezas rapadas que se enfrentaron a ambas por el simple hecho de que estaban conversando con un amigo egipcio en la plaza de Manuel Becerra. Ocurri¨® el 20 de julio.

Miedo a las represalias

Similar terror debieron experimentar ?scar C. R., Miguel ?ngel P. B. y Roberto R. S., que el 8 de julio fueron apaleados por cinco rapados en la plaza de Espa?a. Tanto miedo tienen a las represalias que "no quisieron saber nada del tema ni colaborar con la polic¨ªa para aclarar los hechos", seg¨²n la polic¨ªa.

Durante este a?o han menudeado las palizas a inmigrantes, estudiantes, antirracistas y homosexuales a manos de miembros de tribus urbanas. Pero nada convulsion¨® tanto a la sociedad como el asesinato, el pasado 21 de mayo, del joven Ricardo Rodr¨ªguez Garc¨ªa durante una monumental trifulca entre rapados y punkis en el pol¨ªgono de bares de Costa Polvoranca, en Alcorc¨®n. Uno de los presuntos homicidas, Jos¨¦ Crist¨®bal Castej¨®n Mart¨ªnez, estuvo relacionado a?os atr¨¢s con el grupo neonazi Bases Aut¨®nomas, del que, seg¨²n la polic¨ªa, ya estaba desvinculado.