Pujol conf¨ªa en que la campa?a electoral le haga ganar otra mayor¨ªa absoluta

Jordi Pujol les dijo recientemente a los cuadros de su partido que ¨¦l solo ya garantizaba el 43% de los votos que obtiene Converg¨¦ncia i Uni¨® en las elecciones auton¨®micas e inst¨®, al partido a conquistar en la campa?a lo que faltaba para obtener la mayor¨ªa absoluta. El porcentaje que se atribuye Pujol como m¨¦rito personal coincide casi exactamente con las previsiones del sondeo de Demoscopia y da verosimilitud a la reiterada afirmaci¨®n del l¨ªder catal¨¢n de que tiene la mayor¨ªa absoluta "al alcance de la mano" a un mes de la campa?a electoral

Dirigentes de Converg¨¦ncia no ocultan su cautela ante lo que pueda ocurrir hasta llegar a la fecha electoral del 19 de noviembre. No dudan de la victoria, pero admiten que la mayor¨ªa absoluta depende de que los aciertos superen los errores durante la campa?a electoral. "Siempre que hemos afrontado unas elecciones con exceso de confianza hemos estado a punto de perder", declar¨® ayer Jordi Pujol al diario A vui. De las palabras de Pujol se deduce que, para ¨¦l, perder la mayor¨ªa absoluta es sin¨®nimo de perder las elecciones. En eso coincide con los objetivos de la oposici¨®n, que se dar¨ªa con un canto en los dientes si al menos lograra acabar con el dominio absoluto del Parlamento catal¨¢n por los nacionalistas.A los dirigentes de CiU les preocupa esencialmente ¨¦l ascenso electoral del PP (detectado tambi¨¦n por el sondeo de Demoscopia), porque puede morder en los barrios burgueses de Barcelona, que han votado CiU desde que se hundi¨® el centro de Adolfo Su¨¢rez, adem¨¢s de arrancar votos a los socialista s en el extrarradio de la ciudad.

Fruto de esa preocupaci¨®n ser¨¢ que las listas electorales nacionalistas no reflejar¨¢n del todo la renovaci¨®n generacional en que est¨¢ inmerso el partido nacionalista. "No nos podemos arriesgar a hacer inventos", se?alaba un dirigente de C-DC. El propio Pujol declar¨® ayer que la renovaci¨®n se ha de hacer con tranquilidad, "injertando el nuevo equipo con el viejo".

Les inquieta esencialmente los efectos que puede tener la ofensiva lanzada por el PP entre un empresariado catal¨¢n que no se caracteriza precisamente por su nacionalismo y que ve con desconfianza el relevo generacional en Converg¨¨ncia. Si el abandono de la pol¨ªtica de Miquel Roca es inevitable, vienen a decir en c¨ªrculos financieros y empresariales, al menos que siga el consejero de Econom¨ªa y Finanzas, Maci¨¤ Alavedra, que s¨ª les merece confianza. La continuidad de Alavedra como n¨²mero dos en la candidatura electoral y en el- Gobierno de la Generalitat depende de la decisi¨®n final de Pujol, que hab¨ªa expresado en privado sus dudas. Por ahora, la principal novedad de la candidatura de CiU por Barcelona es la incorporaci¨®n de Ignasi Guardans, nieto de Francesc Camb¨®, el hist¨®rico dirigente de la Lliga Regionalista, cuya herencia pol¨ªtica dice reivindicar ahora el PP.

Derroteros imprevistos

La precampa?a transcurre por unos derroteros que, en principio, no eran los previstos por Pujol. Las pol¨¦micas con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que no es candidato a las elecciones catalanas, y adem¨¢s en tomo a cuestiones de pol¨ªtica espa?ola se corresponden poco con la voluntad de Pujol de que los comicios auton¨®micos se celebren en clave catalana. Un error que los nacionalistas est¨¢n dispuestos a corregir. Ayer mismo Josep Antoni Duran Lleida defendi¨® la necesidad de "resituar" el discurso de, la campa?a electoral en ternas catalanes: "Nos hemos visto obligados a hablar de pol¨ªtica espa?ola por culpa del PP y del` PSOE", se justific¨®.