"Lo importante de la historia son los fen¨®menos perif¨¦ricos"
Desde la perspectiva de una criatura gal¨¢ctica, entre los hechos esenciales que definen el milenio que est¨¢ punto de concluir, no figurar¨ªan ni la Revoluci¨®n Francesa ni la sovi¨¦tica. ?ste es, al menos, el punto de vista que defiende Felipe Fern¨¢ndez-Armesto en su libro Millennium, muy bien recibido por la cr¨ªtica brit¨¢nica y que, ser¨¢ publicado en espa?ol por la editorial Planeta el pr¨®ximo d¨ªa 24."Un libro de historia es una obra de arte. Y el historiador, como todo artista, tiene que interpretar el material seg¨²n sus propias necesidades y sus criterios", opina el escritor. Nacido hace 44 a?os en el Reino Unido, hijo de inglesa y espa?ol -su padre es el periodista conocido bajo el seud¨®nimo de Augusto Ass¨ªa-, Felipe Fern¨¢ndez-Armesto es un ciudadano brit¨¢nico que piensa y escribe en ingl¨¦s y que no aprendi¨® el espa?ol hasta los 18 a?os. Aun as¨ª, este profesor en Oxford, cat¨®lico y liberal, asegura sentirse profundamente espa?ol.
Pregunta. ?Se considera mitad ingl¨¦s, mitad espa?ol. ?No es una mezcla un tanto imposible?
Respuesta. No lo s¨¦, porque la herencia. hist¨®rica de los dos pueblos ha sido muy paredida. Los ingleses y los espa?oles est¨¢n convencidos de ser muy diferentes, incluso opuestos, pero son dos pueblos que han vivido al margen de Europa, pueblos que han sido despreciados los dos por sus vecinos franceses, pueblos, que han tenido una vocaci¨®n mar¨ªtima e imperial, que les ha llevado a muchos conflictos pero que tambi¨¦n les ha dado un fondo com¨²n.
P. En todo caso, el Reino Unido ha tenido m¨¢s ¨¦xito hist¨®rico que Espa?a.
R. No, no todo lo contrario. Es cierto que es dif¨ªcil en nuestra ¨¦poca ser espa?ol, Es una especie de tortura tremenda porque parece posible sentir una. identidad espa?ola en el mundo de hoy sin llevar todo este bagaje de sentirse abandonado por la fortuna, hasta por Dios, como se dec¨ªa en los tiempos de la decadencia espa?ola; como si Dios despu¨¦s de haberles favorecido, les hubiera abandonado. Pero todo eso es un mito, es una leyenda hist¨®rica. Claro que eso da igual, porque la historia es un producto de mitos y leyendas m¨¢s que de hechos constatados. En todo caso, ingleses y espa?oles son pueblos que se han convencido de su propia decadencia, Lo que pasa es que los ingleses hace muy poco que perdieron su imperio. Hoy d¨ªa su estado moral es bastante similar al de los espa?oles en el siglo XVII. Por eso mi jefe en Oxford, el profesor John Elliot, se puso a estudiar la decadencia espa?ola.
P. Cuando hablaba de ¨¦xito hist¨®rico me refer¨ªa m¨¢s bien a la cultura brit¨¢nica extendida por el mundo.
R. Si hablamos de eso el ¨¦xito de Espa?a es fenomenal. El imperio espa?ol no tiene paralelo. Sigue siendo el ¨²nico gran imperio del mundo creado con una tecnolog¨ªa preindustrial. El brit¨¢nico, anque puede que mayor en extensi¨®n, fue un producto de la ¨¦poca de la revoluci¨®n industrial. Un imperio hecho a base de barcos de vapor y de m¨¢quinas. El imperio espa?ol fue creado en un mundo de competencia y de culturas e imperios similarmente dotados. As¨ª es que yo lo veo como un acontecimiento muy superior al del imperio ingl¨¦s.
P. Con la perspectiva de mil a?os, en su libro Millennium ?c¨®mo se ven los imperios? ?Se puede sacar alguna conclusi¨®n general? ?Es posible alg¨²n juicio moral respecto a la conducta de unos y otros?
R. No, no hay conclusi¨®n. Soy persona de temperamento modesto y huyo de las conclusiones. Millennium es una historia de imperios, pero lo que me interesa no son los pueblos imperiales, sino las fronteras. Esas zonas del mundo donde las distintas civilizaciones, las distintas. culturas, se chocan, se frotan con efectos s¨ªsmicos e inauguran nuevas iniciativas, nuevos esquemas para vivir. Lo importante de la historia para m¨ª son esos fen¨®menos perif¨¦ricos. Y los imperios son importantes porque van asociados a esos fen¨®menos perif¨¦ricos, y creo que los creadores del Museo Gal¨¢ctico-esos seres que he inventado yo en mi libro- nos mirar¨¢n desde su lejan¨ªa, desde ese museo del futuro, y se fijar¨¢n no en nuestras historias convencionales, historias nacionales de sociedades metropolitanas, sino en lo perif¨¦rico, en lo marginal, en las fronteras.
P. En lo olvidado.
R. S¨ª, a m¨ª me gustan las provincias. Soy partidario, de lo olvidado, de lo abandonado, un estado en el cual. he pasado una buena parte de mi vida. Y en este libro he intentado llamar la atenci¨®n sobre aspectos olvidados de la historia. Estas culturas y civilizaciones que se han omitido,que se han dejado aparte en la historia convencional. Creo que tal vez lo mas representativo de la historia es lo olvidado, y las grandes figuras y los grandes acontecimientos que conocemos son extraordinarios, y, por tanto, no tan representativos de la historia humana. De hecho, la gran b¨²squeda de la historiograf¨ªa es la de encontrar esa especie de verdad que se halla comparando todas las perspectivas. Una verdad inaprehensible, salvo como una visi¨®n fugaz.
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