Defensa invertir¨¢ m¨¢s de 250.000 millones en una nueva serie de fragatas de dise?o estadounidense

El Ministerio de Defensa aprobar¨¢ en 1996 el programa F-100, destinado a dotar a la Armada con una nueva serie de fragatas (probablemente tres) a principios del pr¨®ximo siglo, cuyo coste global asciende a 252.393 millones de pesetas, seg¨²n el proyecto de ley de Presupuestos remitido al Congreso. Se trata del segundo programa m¨¢s caro de las Fuerzas Armadas espa?olas, despu¨¦s del avi¨®n de combate europeo (EFA), que supera los 850.000 millones. La F-100 no ser¨¢, como se pensaba hasta hora, una fragata europea, sino de dise?o americano, seg¨²n fuentes industriales.El presupuesto de Defensa para el a?o pr¨®ximo incluye una peque?a partida, de 1.596 millones de pesetas, con la que hacer frente a la orden de ejecuci¨®n de la primera fragata y al aprovisionamiento de materiales. Los buques se construir¨¢n en los astilleros que la Empresa Nacional Baz¨¢n tiene en Ferrol (La Coru?a).

Previamente, sin embargo, habr¨¢ que tomar una decisi¨®n trascendental: si se opta por una fragata de nuevo dise?o, con tecnolog¨ªa exclusivamente europea, o por un buque ya experimentado y de concepci¨®n norteamericana.

En enero de 1994, los secretarios de Estado de Defensa de Espa?a, Holanda y Alemania firmaron un MOU (documento de intenciones), en la simb¨®lica ciudad holandesa de Maastricht, que da, nombre a la reforma del tratado de la Uni¨®n Europea, por el que se compromet¨ªan a cooperar en el desarrollo de una nueva familia de fragatas, armonizando en la medida de lo posible sus respectivos programas nacionales (la F-100 espa?ola, la LCF holandesa y la F- 124 alemana).

Los astilleros Baz¨¢n (espa?ol), Royal Shelde (holand¨¦s) y Blohm and Voss (alem¨¢n) firmaron en septiembre del a?o pasado un acuerdo para el dise?o de la plataforma de la fragata; mientras que las empresas Baz¨¢n, Indra (espa?ola) y Signaalapparaten (holandesa) suscribieron otro documento para la definici¨®n del sistema de combate, la parte tecnol¨®gicamerite m¨¢s compleja. Sin embargo, seg¨²n fuentes industriales, la Armada ha desechado la opci¨®n europea, por considerar demasiado arriesgada la construcci¨®n de un buque de nuevo dise?o, en cuyo desarrollo lleva invertidos el Ministerio de Defensa espa?ol 900 millones de pesetas.

La alternativa que defiende la Armada es utilizar como modelo para la F-100 el destructor lanzamisiles de la clase Arleigh Burke DDG empleado por la Marina de los EE UU, adapt¨¢ndolo a sus necesidades.

La US Navy ha puesto en servicio una decena de destructores de este tipo desde que bot¨® el primero, en 1989, y est¨¢ construyendo otros tantos, por lo que su resultado no presenta incertidumbres.

El DDG es un buque de mayor envergadura que la inicialmente prevista para la F- 100 (unas 8.000 toneladas, frente a 4.500). Es un destructor de flota dotado de un enorme potencial antia¨¦reo e incluso de misiles de crucero Tomahawk, como los usados contra Irak en la guerra del Golfo y m¨¢s recientemente contra los serbios de Bosnia. La versi¨®n espa?ola, previsiblemente, tendr¨ªa una potencia de fuego sensiblemente menor, encaminada sobre todo a la protecci¨®n del Grupo de Combate encabezado por el portaeronaves Pr¨ªncipe de Asturias.

Todas las fragatas con que cuenta la Armada son del modelo FFG, dise?ada en EE UU, por lo que la asociaci¨®n con Alemania y Holanda supon¨ªa una ruptura tecnol¨®gica, mientras que la alternativa norteamericana es una apuesta por la continuidad, aunque tambi¨¦n por la dependencia.

Inicialmente estaba previsto que el programa F-100 incluyera la construcci¨®n de cuatro fragatas, que deb¨ªan entrar en servicio entre el 2.001 y el 2.004, para relevar a las cinco de la clase Baleares, que por esas fechas tendr¨¢n 30 a?os. Ahora, sin embargo, se piensa en reducir a tres buques la serie, debido a la restricciones presupuestarias.