Todo muy de cine

Me he quedado tal que as¨ª al leer en EL PA?S del 28 de septiembre, la ins¨®lita petici¨®n del ex polic¨ªa Michel Dominguez de que se le pase un sueldo, o algo por el estilo, por su arrepentimiento, nada menos que de medio mill¨®n al mes. Por pedir que no quede. Es casi lo que ingreso yo al a?o para mantenernos mi madre y yo.Lo mejor es no tener nada de qu¨¦ arrepentirse, pero si ha quedado en paz con su conciencia, puede sentirse bien paga0do. En otro caso se producir¨ªa un precedente extravagante y oneroso para los contribuyentes. Porque, pongamos por caso: entra alguien en un banco y, a punta de pistola, grita: "?Que no se mueva nadie! ?Esto es un atraco!". Y cuando los empleados de seguridad le apuntan con sus rev¨®lveres, vuelve a gritar: "?No disparen! ?Me arrepiento!". Y a continuaci¨®n (como Spencer Tracy en La costilla de Ad¨¢n) pega un bocado a su pistola: era de regaliz. Las premisas ser¨ªan las mismas: arrepentimiento y peligro para su integridad f¨ªsica. Y, ?hala!, a pedir compensaci¨®n econ¨®mica a lo grande. Todo muy de ficci¨®n, muy de cine. Pues que ese se?or se deje de pel¨ªculas y que sea la justicia la que hable. Es de locos el que despu¨¦s de ser, convicto y confeso de un delito, se declare arrepentido y, encima, pida algo. ?Ande ya! Le deseo suerte al se?or Dom¨ªnguez si se habit¨²a a vivir modesta y dignamente (como tantos otros) y que se conforme con sus setenta y tantas mil pesetas al mes... "m¨¢s comisiones".

Por cierto: ?era de regaliz su pistola?-