"En la lucha contra la droga hay que sustituir la ideolog¨ªa por el conocimiento"
Propiciar o no el intercambio de jeringuillas, recetar metadona, tratar al heroin¨®mano con hero¨ªna. Son cuestiones debatidas hoy en los pa¨ªses europeos en la lucha desesperada contra las drogas. Y no es la eficacia probada de uno u otro tratamiento, sino la ideolog¨ªa la que marca en ocasiones las decisiones pol¨ªticas en este campo. La droga "es un argumento electoral", afirma Georges Estievenart, director del Observatorio Europeo sobre Drogas, inaugurado a finales de septiembre en Lisboa. Informaci¨®n, contraste y argumentos es lo que se propone ofrecer a los europeos desde esta nueva instituci¨®n. "Cada vez que podamos sustituir una toma de decisi¨®n ideol¨®gica, incluso peque?a, por una pieza de conocimiento t¨¦cnico asegurado realizaremos un progreso enorme".Pregunta. ?Se conoce la magnitud de la drogadicci¨®n en Europa?
Respuesta. No. La realidad es que no sabemos hoy cu¨¢l es la situaci¨®n a nivel macroeuropeo de las drogas o por lo menos del consumo. Es un poco mas f¨¢cil si se trata de los decomisos en las fronteras. Eso s¨ª lo sabemos. Pero no tenemos un instrumento sistem¨¢tico de informaci¨®n sobre el consumo de drogas en Europa en este momento. Ya a nivel nacional es a veces muy dif¨ªcil. Sabemos que si miramos las estad¨ªsticas francesas, espa?olas o alemanas podemos encontrar una cierta imagen de la situaci¨®n nacional, sin tener en cuenta lo que sucede en los pa¨ªses vecinos. Y no hay informaci¨®n suficiente a nivel nacional si no se toma en cuenta la dimensi¨®n europea. Esta dimensi¨®n constituye el 50% del problema en cada pa¨ªs.
P. Se trata de informaci¨®n conflictiva. ?Cree que se va a ofrecer con facilidad?
R. Al inicio, por supuesto que no. Porque un sistema de informaci¨®n es una cooperaci¨®n entre instituciones, pero sobre todo es una interrelaci¨®n entre seres humanos, y para que haya una comunicaci¨®n entre ellos tenemos que conseguir una cultura com¨²n, que no tenemos en este momento. Aqu¨ª en Lisboa vamos a poner en marcha una serie de mec¨¢nicas para crear esta conciencia y esta solidaridad t¨¦cnica sobre el tema de las drogas.
P. Algunos pa¨ªses est¨¢n adoptando avanzados enfoques en el tratamiento, como recetar hero¨ªna controlada a los toxic¨®manos. ?Se plantea el observatorio debatir estas iniciativas?
R. S¨ª. En este sentido, por lo menos durante los primeros a?os, la idea no es comparar las pol¨ªticas sobre drogas en los estados miembros, para decir ¨¦sta es buena y ¨¦sta es mala. Se trata m¨¢s de identificar en los distintos enfoques que tenemos, que son frecuentemente contradictorios, aquellos elementos que han tenido de manera comprobada ¨¦xito sobre el terreno y difundirlos. Lo que necesitamos a nivel europeo no es confrontaci¨®n, sino consenso. En nuestro caso, a partir de informaci¨®n, que es un instrumento sumamente importante para fabricar consenso que luego puede desembocar en medidas pr¨¢cticas.
P. ?Podr¨ªa incluso llegar a plantear el observatorio la legalizaci¨®n de las drogas?
R. Bueno, el debate existe. Es un debate que interesa a much¨ªsimas personas e instituciones. Lo tenemos en el Parlamento Europeo. ?Y cu¨¢l es el resultado de estos debates? No es un estudio serio, cient¨ªfico de cada uno de los elementos de las posturas opuestas. Es una toma de posici¨®n ideol¨®gica. No creo que el observatorio tenga la tarea de fomentar este tipo de debate ideol¨®gico ni tenga tampoco la competencia para hacerlo. Lo que es cierto es que si en el futuro este debate llega a ciertas conclusiones operativas, tendr¨ªa que ser sustentado por estudios t¨¦cnicos fiables.
En esto podemos ayudar mucho. Porque la situaci¨®n actual que tenemos es de hecho muy f¨¢cil para los pol¨ªticos. No tienen instrumentos t¨¦cnicos muy fiables para elaborar sus pol¨ªticas. Se dicen: "Este a?o tenemos elecciones y vamos a proponer lo contrario de lo que estaba haciendo el Gobierno anterior". Pueden hacerlo porque hoy no hay ning¨²n tipo de control sobre la eficacia de tal o cual pol¨ªtica. Es s¨®lo un argumento electoral. Yo pienso que si el observatorio desempe?a bien su papel, este tipo de actitud ser¨ªa cada vez m¨¢s dif¨ªcil de adoptar por los pol¨ªticos, porque ya tendr¨ªamos los estudios que necesitamos para saber si cada medida es adecuada para la situaci¨®n. Yo entiendo perfectamente que el pol¨ªtico quiera dar respuestas a este problema, pero en Europa lo est¨¢ haciendo sin conocer la situaci¨®n.
P. ?Por qu¨¦ los pol¨ªticos le tienen tanto miedo a la droga?
R. No tengo todas las respuestas para esa cuesti¨®n. Pero pienso que la utilidad de un instrumento como el observatorio podr¨ªa ser enorme, porque un ¨®rgano europeo para tratar estos temas facilita de manera considerable, tambi¨¦n desde el punto de vista psicol¨®gico, la toma de decisiones nacionales. Siempre es mucho m¨¢s f¨¢cil para alg¨²n poder pol¨ªtico poder decir: "A trav¨¦s del observatorio europeo tenemos evidencia de que el uso de jeringuillas ha tenido muchos ¨¦xitos ya comprobados en Inglaterra, Pa¨ªses Bajos... Nosotros vamos a aprovechar esta experiencia y a hacerlo tambi¨¦n". Yo creo que cada vez que podamos sustituir una toma de decisi¨®n ideol¨®gica, incluso si es muy peque?a, por una pieza de conocimiento t¨¦cnico asegurado, vamos a realizar un progreso enorme. Es una lucha muy importante. Progresar pragm¨¢ticamente. Obligar al poder pol¨ªtico a tomar en cuenta el conocimiento. Nuestro trabajo no es alimentar ideolog¨ªas sobre el tema. Le podr¨ªa dar un ejemplo. El problema mayor de la coordinaci¨®n de informaci¨®n con los pa¨ªses es que cambian los responsables cada vez que hay un cambio de Gobierno. No hay estabilidad en el personal. Esto es el reflejo de la politizaci¨®n o ideologizaci¨®n exagerada del problema de las drogas. ?Si pudi¨¦ramos poco a poco establecer el hecho de que los centros de informaci¨®n sobre las drogas no son un objeto pol¨ªtico, sino t¨¦cnico, y que tienen que mantener sus l¨ªneas de trabajo de varios a?os! Tenemos que inyectar contenido t¨¦cnico y cient¨ªfico en el debate ideol¨®gico y pol¨ªtico sobre la droga.
P. ?Es posible vivir en una sociedad sin drogas?
R. No. O mejor dicho, no creo que sea mejor preferir la situaci¨®n actual. Pensar que es mejor no tener ning¨²n tipo de consumo de drogas que tratar de disminuir el consumo utilizando los mejores medios de reducci¨®n de este consumo y de los fen¨®menos asociados. Soy personalmente un pragm¨¢tico en este campo. Yo creo que si baja efectivamente el consumo con las medidas que podr¨ªamos tomar, sobre todo en el campo social y sanitario, ya estar¨ªamos en el buen camino. Despu¨¦s podr¨ªamos ver si vamos m¨¢s lejos.
P. ?No teme que el observatorio se convierta en una burocracia m¨¢s dentro de la UE?
R. Podr¨ªa por supuesto ser un ¨®rgano burocr¨¢tico m¨¢s. Tenemos que establecer un sistema de funcionamiento que lo impida. ?C¨®mo? Una cosa sumamente importante es el establecimiento de centros nacionales de informaci¨®n sobre las drogas. Porque el enfoque que tenemos en el observatorio es un enfoque global, marcando los aspectos sociales, m¨¦dico-sanitarios y de informaci¨®n en cada uno de los Estados miembros. En cada uno se est¨¢n fortaleciendo las estructuras de recogida de informaci¨®n. La red va a ser un instrumento importante, pero no el ¨²nico. Lo que tenemos tambi¨¦n es que establecer un sistema de cooperaci¨®n con grupos no institucionales, lo que nos conduce a la sociedad civil. Con la combinaci¨®n de estos dos elementos podremos decir en tres a cinco a?os que efectivamente el observatorio funciona bien.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.