"Necesitamos un buen entrenador"
El Rayo, colista, pasar¨¢ a la historia de esta Liga como el primer equipo en cambiar de t¨¦cnico. On¨¦simo S¨¢nchez, 27 a?os, su estrella, no se detiene a reflexionar si el despido de Zabalza es justo o injusto. Lo asume y punto.Pregunta. ?Era necesario el cambio de entrenador?
Respuesta. Es una cuesti¨®n que va dentro del mismo f¨²tbol. Cuando las cosas no funcionan, siempre se paga con el mismo. Es la idiosincrasia del f¨²tbol. Ser¨ªa de necios intentar corregirlo.
P. ?Qu¨¦ errores cometi¨®?
R. Cada t¨¦cnico tiene su manera de ser. Zabalza mantuvo sus ideas hasta el final, pero no tuvo suerte. El penalti que fallamos frente al Betis, el bal¨®n al larguero contra el Bar?a... El f¨²tbol se mueve de un lado a otro por un simple bal¨®n, por un par de cent¨ªmetros.
P. A la conclusi¨®n del ¨²ltimo partido, Zabalza desvi¨® la responsabilidad de la derrota hacia los jugadores. Luego, otras versiones aseguraron que la plantilla se carg¨® intencionadamente ese d¨ªa al entrenador.
R. Todos estamos avergonzados de c¨®mo sali¨® ese partido. Hicimos un encuentro rid¨ªculo, pero salimos a ganar. De ah¨ª, a sospechar que lo hicimos a prop¨®sito... Es un insulto.
P. El Rayo negocia ya con Stielike. ?Qu¨¦ tipo de t¨¦cnico querr¨ªa que llegara al equipo?
R. Los futbolistas no debemos entrar en esas cosas. Necesitamos un buen entrenador, que ponga las cosas en su sitio.
P. El balance visitante del Rayo es desolador: todo derrotas y ning¨²n gol a favor.
R. No hemos estado acertados, no. Pecamos de conservadores. No salimos a atacar de salida, a intentar ganar. Nos encomendamos a unos cuantos contragolpes y lo pagamos caro. Pero bueno, somos un equipo modesto y hay que entenderlo.
P. Zabalza dijo que en defensa, el Rayo era una "madre".
R. Ah¨ª est¨¢n las estad¨ªsticas, llenas de goles en contra. Si por partido te marcan dos o m¨¢s, tienes los partidos casi perdidos. Necesitamos una soluci¨®n.
P. Usted absorbe todo el ataque del Rayo. ?No es un error?
R. Depender de un determinado futbolista siempre es un error. Yo soy la soluci¨®n m¨¢s buscada, pero no la ¨²nica. Cuando los nervios desaparezcan saldr¨¢n m¨¢s opciones ofensivas.
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