Ellas se merecen m¨¢s
En un medio como la televisi¨®n, endog¨¢mico y poco valiente a la hora de innovar, resulta dif¨ªcil abordar una cr¨ªtica pasando por alto las referencias que justifican cada paso o evoluci¨®n (Pepe Carrol se cree David Letterman, Emilio Arag¨®n y Jos¨¦ Frade se pelean por sus Padres forzosos...).As¨ª, la apuesta por un acercamiento a Juntas pero no revueltas (en La Primera de Televisi¨®n Espa?ola, los domingos a las 22.30) sin tomar como punto de partida Las chicas de oro, un cl¨¢sico del g¨¦nero de la telecomedia, indiscutible e insuperable, s¨®lo es un mecanismo de autodefensa elegido para obviar la comparaci¨®n.
Antonio del Real, director de la serie, ha apostado por una realizaci¨®n limpia, directa, en un decorado colorista y luminoso que no disimula su condici¨®n. Los movimientos de c¨¢mara son, pues, c¨®modos en un espacio concebido como plat¨®: le permite acercarse a sus actrices, concedi¨¦ndoles el beneficio de una agradecida libertad.
El primer episodio, entretenido y simp¨¢tico, peca de una excesiva carga descriptiva. El humor y los di¨¢logos, que han de exigirse brillantes y din¨¢micos, queda lastrado por la balbuceante presentaci¨®n de los personajes.
Y es en ellos donde destaca el, por ahora, mayor error de la serie: s¨®lo Amparo Bar¨®, la borde ancianita de tumultuoso pasado pueblerino, parece estar en papel.
Estar en papel es, seg¨²n el argot de los profesionales del cine y el teatro, la correspondencia equilibrada entre el int¨¦rprete y el personaje. La calidad interpretativa puede ser ajena al resultado. Es tambi¨¦n, para aclararnos, una cuesti¨®n de casting.
Si a este detalle a?adimos la indefinici¨®n con la que los guionistas han abordado el personaje de Rosa (Kiti Manver, de la que no queda claro si es tonta, simp¨¢tica o sencillamente andaluza) y los olvidos de M¨®nica Randall (ora coqueta, ora pija, ora todo lo contrario), queda patente la necesaria correcci¨®n del tono y la exigencia de unas situaciones mucho m¨¢s hilarantes y atrevidas.
En las sucesivas entregas encontraremos la soluci¨®n. Ellas se lo merecen.
[El estreno de Juntas pero no revueltas fue visto por el 19,9% de los espectadores: 3.215.000].
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