Hacienda abre v¨ªas al alcalde para anular el contrato de los 'chirimbolos'

VIENE DE LA P?GINA 1Los servicios t¨¦cnicos y jur¨ªdicos municipales deber¨¢n emitir sendos informes en la instrucci¨®n de ese procedimiento, y, por otro lado, se deber¨¢ escuchar al interesado (Decaux). Acabado el procedimiento, se remitir¨¢ a la Junta Consultiva de Contrataci¨®n de Hacienda.

La clave del escrito reside en su tercer p¨¢rrafo: "Como quiera que la causa de apreciaci¨®n de la posible declaraci¨®n de la prohibici¨®n para contratar se refiere a una sentencia condenatoria por delito de cohecho acordada por los tribunales de B¨¦lgica, Estado miembro de la Uni¨®n Europea, deber¨¢ acreditarse en el expediente el testimonio de la misma, debidamente traducido al idioma espa?ol, con el fin de evaluar su posible incidencia en la aplicaci¨®n de los efectos establecidos en la legislaci¨®n citada".

El fin de tal petici¨®n, aclara el Ministerio de Hacienda, es "determinar si el representante de la empresa Cemumasa ha formulado una declaraci¨®n concorde o no con la realidad respecto de su capacidad para contratar con la Administraci¨®n, en relaci¨®n con las situaciones indicadas en el art¨ªculo 9 de la Ley de Contratos del Estado, norma vigente en el momento de la licitaci¨®n y adjudicaci¨®n del contrato, eludiendo la presentaci¨®n del testimonio judicial que informase a ese Ayuntamiento respecto del incumplimiento del requisito regulado en el apartado a) del citado art¨ªculo, lo que podr¨ªa ser causa de resoluci¨®n de contrato en los t¨¦rminos establecidos en el art¨ªculo 52 de la Ley de Contratos del Estado"

Decaux, presidente

En la documentaci¨®n presentada por Cemumasa para el concurso de los chirimbolos que se fall¨® en julio de 1994 no se mencion¨® en ning¨²n caso que su presidente hubiera sido condenado por cohecho y soborno. La sentencia se produjo en 1992 y conden¨® a Jean Claude Decaux, de 57 a?os, a un a?o de prisi¨®n -del que qued¨® exento por carecer de antecedentes- y a una multa de 60.000 francos belgas (unas 250.000 pesetas) por financiar la campa?a electoral del alcalde ?douard Close con cuatro millones de francos belgas.

A consulta de EL PA?S, Cemumasa se limit¨® a se?alar que "Jean Claude Decaux no es representante legal de la compa?¨ªa en Espa?a". Pese a esa tesis, existe un dato incuestionable: Jean Claude Decaux es presidente de J. C. Decaux y de Cemumasa. En concreto, desempe?a el cargo desde el 11 de abril de 1994 -tres meses antes de que se fallara el concurso-, cuando acept¨® el puesto mediante un documento que legaliz¨® en Par¨ªs.

El certificado de incompatibilidades que present¨® Cemumasa para concursar est¨¢ firmado por Jean Charles Decaux (hijo de Jean Claude Decaux y vicepresidente y consejero delegado de la sociedad). En el documento, "declara y jura bajo su responsabilidad que ni la mercantil Cemumasa ni ninguna de las personas que de ella forman parte se hallan incursas en las incapacidades que se?ala el art¨ªculo 9 de la Ley de Contratos del Estado".

Sobre el posible ocultamiento de datos, el secretario general del Ayuntamiento, Mario Corella, puntualiz¨® en el mes de julio que "si hubiera falsedad de la empresa en la declaraci¨®n jurada que exige la ley, la responsabilidad es del declarante. Nosotros [el Ayuntamiento] aceptamos la declaraci¨®n".

Corella a?adi¨® entonces que no existe jurisprudencia que aclare hasta qu¨¦ punto est¨¢ afectada por las normas espa?olas una persona f¨ªsica o jur¨ªdica condenada seg¨²n leyes de otro pa¨ªs. Fuentes de Hacienda afirman que, una vez que el Ayuntamiento le remita el expediente, lo que le compete no es anular o no el contrato, sino declarar incapacitado para contratar en el futuro con cualquiera de las administraciones p¨²blicas a Jean Claude Decaux. Las mismas fuentes de Hacienda indicaron que las directivas comunitarias hacen aplicable en Espa?a una sentencia por soborno o cohecho en un pa¨ªs de la Uni¨®n Europea como causa para ser excluido de contratos p¨²blicos.

La prudencia del escrito de Hacienda sobre la "posible incidencia" de la sentencia belga es achacada al hecho de que, oficialmente, a¨²n no se conoce su contenido, elemento que es decisivo para ver si encaja con los delitos que tipifica la ley de contratos como causa de exclusi¨®n, entre los que se encuentra el cohecho. La sentencia contra Decaux es, precisamente, por soborno y cohecho.

Apoyo de Chirac

Al margen de la est¨¦tica del mobiliario y de las condiciones del contrato (instalaci¨®n y explotaci¨®n durante 18 a?os de 1.572 chirimbolos, equivalentes a 6.700 metros cuadrados de publicidad nueva a cambio de pagar 5,2 millones de pesetas anuales en efectivo y otras contrapartidas no econ¨®micas), la pol¨¦mica subi¨® de tono cuando en plena campa?a para las elecciones municipales se conoci¨® que el ex alcalde de Par¨ªs y actual presidente de Francia, Jacques Chirac, intercedi¨® a favor de la empresa J. C. Decaux mediante cartas enviadas al presidente del PP, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en las que mostraba su inter¨¦s por que esa sociedad resultara adjudicataria del mobiliario urbano de Madrid.

El presidente del PP rest¨® entonces importancia a las cartas de Chirac, enmarc¨¢ndolas en el inter¨¦s natural de un pol¨ªtico franc¨¦s por una empresa de la misma nacionalidad.

La empresa J. C. Decaux factura m¨¢s de 62.000 millones de pesetas al a?o. Su mobiliario est¨¢ instalado en 600 ciudades francesas y en otras 200 del resto de Europa. Cuenta con 3.500 asalariados. En Espa?a, Decaux ha instalado sus muebles urbanos en capitales como Valencia, Zaragoza, Murcia y Alicante, adem¨¢s de Madrid.