Indignada

Como propietaria de la agencia de colocaci¨®n a trav¨¦s de la cual do?a Isabel Preysler contrat¨® a un ch¨®fer para suplir al suyo habitual durante el mes de agosto de 1994, me he sentido indignada de que esa persona no s¨®lo haya abusado salt¨¢ndose la ¨¦tica y las normas legales de respeto a la intimidad familiar que rigen el empleo en el hogar ajeno, sino que adem¨¢s lo haga con lo que a mi me consta no es sino una sarta de mentiras. En efecto, ese empleado miente al decir que estuvo durante un a?o, incluido el pasado verano, al servicio de la se?ora Boyer, puesto que fue su ch¨®fer solamente durante el mes de verano antepasado en Marbella. ?C¨®mo con esta escas¨ªsima experiencia de un mes de verano puede pretender un conductor ocasional que conoce la vida diaria a lo largo de un a?o de una familia, sus conversaciones, sus comidas, etc¨¦tera? Lamento desde luego las aprovechadas mentiras de una persona que me pidi¨® trabajo y a quien se le busc¨® pensando que era un trabajador honesto, pero tambi¨¦n lamento que un semanario poco serio est¨¦ dispuesto a pasar por inventos indignos para aumentar su tirada, y tambi¨¦n que su diario, que no tiene esa necesidad, cometa el error de hacerse eco de los mismos.-