Chile dicta 5 cadenas perpetuas por los comunistas degollados en 1985
Culpables del asesinato de tres dirigentes comunistas durante la dictadura militar, degollados con un cuchillo corvo para espantar, cuatro ex carabineros y un sopl¨®n civil fueron condenados a cadena perpetua por la Corte Suprema chilena. La Sala Penal mantuvo ayer las penas impuestas en primera instancia al paisano y otros quince ex oficiales o suboficiales del instituto armado, salvo en el caso del ex capit¨¢n Patricio Zamora, cuyo castigo a cadena perpetua qued¨® reducido a 15 a?os. Termin¨® as¨ª un proceso de m¨¢s de una d¨¦cada, el m¨¢s impresionante por la vileza de los homicidas.
Fueron condenados a perpetua Guillermo Gonz¨¢lez, ex coronel de Carabineros, Miguel Estay Reyno, El Fanta, comunista devenido en colaborador de la polic¨ªa secreta, y los ex-suboficiales Jos¨¦ Fuentes-Castro, Alejandro Saez Mardones, y Claudio Salazar Los dem¨¢s reos fueron sancionados con penas que oscilan entre los cinco a?os y 41 d¨ªas de privaci¨®n de libertad. Los cinco magistrados de la Corte Suprema rechazaron por unanimidad todos los recursos de casaci¨®n de fondo y forma interpuestos por la defensa en un proceso que enfrent¨® al Gobierno con el director de Carabineros, general Rodolfo Stange, y recientemente precipit¨® su abandono.En marzo de 1985, con Chile en estado de sitio, Jos¨¦ Manuel Parada, militante comunista, trabajaba como jefe de Departamento de An¨¢lisis de la Vicar¨ªa de la Solidaridad. Su amigo Manuel Guerrero era profesor del Colegio Latinoamericano, y la tercera v¨ªctima, Santiago Nattino, publicista. La polic¨ªa secreta sospechaba que tambi¨¦n se ocupaban de investigar la estructura del Comando Conjunto, organismo de la represi¨®n integrado por miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden P¨²blico. Decidido su secuestro, los tres activistas fueron encerrados en el maletero de un coche y conducidos a un descampado el 31 de ese mes. Saez asesin¨¦ a Guerrero, Fuentes acaba con Nattino y Claudio Salazar apu?ala a Jos¨¦ Manuel Parada. Aterrado, no puede ultimarle. Con un cuchillada en el abdomen, Parada grita de dolor. Un tercero baja del coche y le deg¨¹ella.
Cinco a?os despu¨¦s, el 10 de mayo de 1990, lleg¨® la venganza. En un atentado atribuido al Frente Patri¨®tico Manuel Rodr¨ªguez, ca¨ªa asesinado en el centro de Santiago el coronel Luis Fontame, principal organizador de la operaci¨®n. En las conclusiones de primera instancia, el juez Milt¨®n Juica se refiri¨® a los ataques a cuarteles y personal de carabineros registrados el a?o del triple crimen pero subrayando siempre la perversa naturaleza de los m¨¦todos utilizados en su combate, la alarma y horror causados cuando los servidores de la dictadura (1973-90) no respetaron los principios m¨ªnimos de humanidad.
El fallo del "caso degollados" era el m¨¢s esperado despu¨¦s de la condena de siete a?os dictada el 30 de mayo contra el general retirado Manuel Contreras, jefe de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA) durante los a?os de exaltaci¨®n represora. Sus argucias m¨¦dicas exasperaron a la mayor¨ªa de los chilenos pero no evitaron su ingreso en el presidio de Punta Peuco, donde come palmitos, se aplica en la lectura del pensamiento de Pinochet y cumple la pena impuesta con "gran tranquilidad y paz interior", seg¨²n el arzobispo de Santiago.
Mientras, la sucesiva aplicaci¨®n de la Ley de Amnist¨ªa de 1978 por el r¨¦gimen castrense en beneficio propio ha sublevado a grupos de derechos humanos, familias y abogados querellantes. Desde mayo, se han sobrese¨ªdo 24 procesos sobre personas desaparecidas o ejecutadas sumariamente.
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