El Celta voltea al Espanyol
Gudelj y S¨¢nchez igualan dos tantos de Lard¨ªn en un partido muy abierto
El Celta volc¨® la limusina del Espanyol cuando en Sarri¨¢ se empezaba a flipar con la velocidad de la tarde. Empataba en el Calder¨®n el l¨ªder y el Espanyol lograba un segundo tanto que llenaba de pa?uelos la grada. Quedaba media hora pero en el ambiente se palpaba el triunfo. El p¨²blico se arrellanaba en su asiento con una sonrisa pl¨¢cida.Todo enga?oso. El Celta mantuvo e incluso corrigi¨® y aument¨® un planteamiento ambicioso con el que desminti¨® la creencia de quienes vaticinaban que iban a fotocopiar las l¨ªneas mezquinas que sus antecesores trazaron en Sarri¨¢. Pero el Celta oblig¨® al Espanyol a abordar el asunto de forma muy diferente. Los de Vigo hicieron peque?o el campo manteniendo, lejos de Prats pero, muy juntas sus l¨ªneas, fueron avariciosos con el bal¨®n, lograron que el Espanyol se pasara bastantes minutos busc¨¢ndolo y, por encima de todo, no se derrumbaron.
El Espanyol respondi¨® con la misma moneda. Apenas se inmut¨® ante las sucesivas acometidas del Celta. Ratkovic no conect¨® bien con Gudelj, muy s¨®lo en la punta de ataque, Merino apenas se sum¨® a los contraataques y Eusebio hizo muy lenta la transici¨®n. Pero a¨²n as¨ª el Celta mantuvo a raya al Espanyol e incluso lleg¨® a dar alg¨²n aviso. Pero el Espanyol no dio s¨ªntomas de p¨¢nico. No pudo contar con Francisco, que no super¨® una prueba f¨ªsica poco antes del inicio del partido y tampoco con Raducioiu, lesionado. Una de las virtudes del Espanyol es precisamente su capacidad para mantener una velocidad de crucero partiendo de una gran consistencia defensiva y una presi¨®n en el centro del campo que ayer cont¨® con un excepcional punto de apoyo en Urzaiz, un atacante que se gan¨® muchas atenciones defensivas por parte del Celta.
Castro Santos tuvo la virtud de hacer mirar a los suyos siempre hacia la porter¨ªa de Toni. Recompuso el equipo con acierto tras el descanso, retras¨®. la posici¨®n de Gil, reforz¨® el centro del campo con Bajcetic y adelant¨® a Ratkovic y a S¨¢nchez para formar l¨ªnea de ataque con el hasta entonces desasistido Gudelj.
El segundo gol del Espanyol pudo provocar maldiciones en hebreo del grupo de Santos. Fue una acci¨®n en la que Gudelj y Ratkovic estaban haciendo trabajar a toda la defensa del Espanyol. Herrera salv¨® de una forma ag¨®nica la embestida del Celta. Fue de esa acci¨®n de la que naci¨® el segundo tanto del Espanyol. Herrera, Crist¨®bal, Toril, Lard¨ªn, Urzaiz y Luis combinaron en un abrir y cerrar de ojos, con el tiempo justo para que Lard¨ªn se incorporase al remate para lograr el 2-0. El Espanyol parec¨ªa haber resuelto a base de tirar de Lard¨ªn, un jugador con una movilidad que amarg¨® a Geli y a la defensa gallega, con una aceptable visi¨®n de juego y con llegada. Muy pocos re¨²nen tantas condiciones.
Pero a partir de ese momento, la insistencia del Celta empez¨® a encontrar brechas en la defensa del Espanyol. El penalti y la expulsi¨®n de Crist¨®bal acabaron de romper al Espanyol. La insistencia de los de Vigo acab¨® por darles el empate en un final ag¨®nico, abierto y con algunos ribetes dram¨¢ticos en los que la ortodoxia t¨¢ctica del inicio qued¨® a expensas de sobreesfuerzos de ¨²ltima hora.
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