La operaci¨®n estrella de Sotos, UGT y el PSOE
La por ahora fallida operaci¨®n tur¨ªstica, n¨¢utica, deportiva e inmobiliaria de la Marina de Calvi¨¤ (Mallorca) era, seg¨²n su inventor y promotor, Carlos Sotos, ex responsable de IGS y PSV, "un proyecto completamente p¨²blico, del PSOE y de UGT, protagonizado por quien era su candidato auton¨®mico [el ex-alcalde de Calvi¨¢ Francesc Obrador]. Y tambi¨¦n un proyecto de Estado al ser ejemplar en la reconversi¨®n del turisrno". Sotos y sus amigos de Calvi¨¤ no hicieron trazos ni rayas para un plan hipot¨¦tico; compraron el lugar elegido y despu¨¦s buscaron hacer negocio. Hoy es un megaproyecto olvidado.Para IGS y el ayuntamiento, la Marina de Calvi¨¤ se presentaba como "la actuaci¨®n inmobiliario-tur¨ªstica de mayor importancia y atractivo de los a?os noventa en el Mediterr¨¢neo". Sotos y la actual alcaldesa socialista, Margarita N¨¢jera, que era responsable de urbanismo, idearon una actuaci¨®n al margen de los equipamientos o viviendas sociales. Para ello mantuvieron contactos con grupos inversores internacionales interesados en el proyecto, desde la Fundaci¨®n Kennedy a banqueros japoneses y financieros mexicanos con intereses en la televisi¨®n.
Se compraron -a veces con presi¨®n pol¨ªtica- hasta 200.000 metros cuadrados de terrenos que costaron 4.692 millones. IGS los hipotec¨®, el banco los embarg¨®, y tras ser subastados con pujas escasas, son actualmente solares sin un valor especial, sin vistas al mar, y que deber¨¢n ser objeto de un PERI (Plan Especial de Reforma Interior) y un PAU (Plan de Actuaci¨®n Urban¨ªstica) para un desarrollo singular. El plan general de Calvi¨¤ no contempla ya realizar la gran urbanizaci¨®n, para la que deb¨ªa derribarse un hotel y bloques de construcciones habitadas.
La Marina era el sue?o de hacer llegar el mar tierra adentro, crear un lago con islas habitadas, puertos de lujo, campos de golf, bloques de apartamentos y centros comerciales: levantar una ciudad de 4.000 habitantes y propiciar una actuaci¨®n con un volumen de negocio de 100.000 millones.
Aquella idea fue tildada de megal¨®mana y la estrategia pol¨ªtica del PP balear se encarg¨® de triturar en 1990 antes de que las finanzas de IGS la convirtieran en irrealizable. Fue una iniciativa alentada desde el ayuntamiento mallorqu¨ªn, tradicional feudo socialista, y meditada por del responsable de IGS, Carlos Sotos, junto a los arquitectos que redactaron el plan general de Calvi¨¤. Sotos indic¨® que actu¨® sin ¨¢nimo de lucro: "No se quer¨ªa especular y no se invirti¨® un duro de los cooperativistas al recurrir a cr¨¦ditos bancarios y deuda".
El ex gerente de IGS, de acuerdo con los proyectos urban¨ªsticos municipales, dirigi¨® en 1989 y 1990 la compra de 200.000 metros cuadrados de terrenos urbanizables en Calvi¨¤. Las auditorias realizadas a ra¨ªz de la crisis del grupo de servicios de UGT cifraron en 4.692 millones de pesetas el quebranto creado por la operaci¨®n. La sociedad MCM gast¨® 200 millones en estudios y promoci¨®n, que luego IGS evalu¨® en un activo de 800 millones.
El BCH arrastra por la operaci¨®n Marina una deuda de IGS m¨¢s de 3.000 millones de pesetas. Mantuvo hipotecados solares por 1.700 millones de avales y cr¨¦ditos y, tras efectuar diferentes subastas p¨²blicas que quedaron desiertas, se qued¨® con los terrenos.
Margarita N¨¢jera, del PSOE, alcaldesa de Calvi¨¤ mantiene que la Marina era una operaci¨®n "de alto riesgo, en la que se requer¨ªa una fuerte inversi¨®n, valor, confianza y espera. No era una maniobra especulativa".
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