"En Euskadi faIIa el respeto a las ideas del otro"
El nuevo Ararteko (Defensor del Pueblo vasco), Xabier Markiegi, niega que exista un "problema vasco", as¨ª entrecomillado, y sostiene que la violencia no es la expresi¨®n de un conflicto pol¨ªtico irresuelto, sino al rev¨¦s. Antiguo dirigente de Euskadiko Ezkerra (EE), Markiegi, de 56 a?os, natural de Bilbao y licenciado en Psicolog¨ªa y Teolog¨ªa, sostiene que lo que falla en Euskadi es un consenso "prepol¨ªtico", elemental, sobre el respeto a las ideas del otro. Aunque dice que no es ni el Guerrero del Ant¨ªfaz ni Encarna de Noche, defiende la eficacia del Ararteko y se muestra partidario del acercamiento a Euskadi de los reclusos de ETA.Pregunta. ?Puede hacerse una radiograf¨¬a de la sociedad vasca a partir de las quejas que recibe?
Respuesta. S¨®lo de lo patol¨®gico, de las deficiencias. Lo curioso es, que, al contrario que anos atr¨¢s, ya no van tan dirigidas al Gobierno como a los ayuntamientos.
P. ?Las administraciones respetan escrupulosamente los derechos humanos en Euskadi?
R. Estamos en un Estado de derecho y las instituciones funcionan. No digo que no existan lesiones por malos tratos en comisar¨ªas o c¨¢rceles, pero esas denuncias van a 109 jueces. En. 1994 se interpusieron 114 respecto a detenidos (le ETA, 64 de ellas por aplicarles la incomunicaci¨®n prevista en la anterior legislaci¨®n antiterrorista.
P. ?Qui¨¦n le escribe?
R. Gente de todas las esferas. Desde el que se queja de la asistencia hospitalaria hasta el que protesta por una multa de tr¨¢fico pasando por el funcionario que se siente atropellado en sus derechos adquiridos o los vecinos pedudicadas urban¨ªsticamente.
P. ?Hasta qu¨¦ punto es eficaz el Ararteko?
R. Adem¨¢s de que lo nuestro es gratis, podemos ser m¨¢s eficaces ) r¨¢pidos que un contencioso. El Ararteko es ¨²til aunque s¨®lo sea porque est¨¢ continuamente preguntando a la Administraci¨®n e c¨®mo y el porqu¨¦ de las cosas. Introduce un elemento disuasorio ya que las administraciones tienen que responder y dar explicaciones
P. ?Lo hacen?
R. Lo hacen. Hay, pues, una labor preventiva que sumar a la resoluci¨®n de los conflictos y al diagn¨®stico de los abusos, las deficiencias y los incumplimientos de la Administraci¨®n. Por otra parte, nuestro arbitraje, nuestra mediaci¨®n, contribuye a la educaci¨®n en el di¨¢logo civil. Tambi¨¦n est¨¢ la labor promocional del derecho cuando sugerimos que se reformen las legislaciones. Las injusticias se producen muchas veces aplicando la ley o determinadas interpretaciones de la ley.
P. ?Resultados en ese terreno?
R. El Ararteko ha conseguido modificar la ley del procedimiento de tal manera que ahora lo normal es que el. silencio administrativo est¨¦ a favor del ciudadano. Ha intervenido en el Plan Gerontol¨®gico de Euskadi. Otro informe logr¨® que se corrigiera la situaci¨®n de los calabozos municipales. Al fin y al cabo, el Ararteko es como un alto comisionado del Parlamento.
P. ?No hay resistencias?'
R. En cuestiones hacend¨ªsticas, tributarias. Pero, en general, estoy contento. Contribuimos a extender la idea del arbitraje, de la mediaci¨®n, ante el, conflicto. Participamos de esa pedagog¨ªa, de la creaci¨®n de una cultura de di¨¢logo y paz.
P. ?Los l¨ªmites de la mediaci¨®n?
R. No es que la otorgue virtualidades m¨¢gicas, pero todo proce¨¦dimiento basado en el di¨¢logo es imprescindible.
P. ?Es lo que falla en Euskadi?
R. S¨ª, falla el reconocimiento del otro, la aceptaci¨®n elemental, prepol¨ªtica, de que, por opuestas que sean, las ideas del otro son respetables. Por eso cualquier propuesta de relaci¨®n con los otros pueblos de Espa?a es asumible dentro de la confrontaci¨®n y el debate si no hay un referente violento. Yo no utilizo expresiones como "problema vasco". La violencia no es la expresi¨®n de un conflicto, sino al rev¨¦s. La cuesti¨®n es que hay una minor¨ªa que la utiliza y lo contamina todo.
P. ?Dispone de una f¨®rmula para que la tolerancia se instale en la sociedad vasca?
R. S¨¦neca dijo que todos tenemos que hacer un contrato de indulgencia mutua. Hemos de volver a las reglas b¨¢sicas del juego. No podemos ser tan intolerantes como para asesinar a otro. Gracias a su pluralidad y siembre que no jueguen a la pol¨ªtica, los movimientos sociales vascos pueden jugar un gran papel en esa ¨®smosis con los valores de la tolerancia.
P. ?Y los partidos?
R. Que hagan lo suyo, la pol¨ªtica; que abran espacios de di¨¢logo, pero descansando en la legitimidad que dan las urnas, no en legitimidades f¨¢cticas a?adidas. ?Que quieren hablar con HB? Que hablen. ?De qu¨¦? ?sa es otra cuesti¨®n.
P. ?Cree necesario hablar con ETA?
R. No de contenidos pol¨ªticos. Cuando decidan dejar las armas y disolverse, se podr¨¢ hablar con ellos de sus situaciones personales, tal y como se indica en el acuerdo de Ajuria Enea. El di¨¢logo que falta es, el que deben emprender con ETA quienes apoyan la violencia para convencerles de que dejen de matar.
P. ?Echa en falta un mayor esfuerzo de la Administraci¨®n para educar a los j¨®venes en la cultura de los valores democr¨¢ticos?
R. Se ha bajado un poco la guardia sin darnos cuenta de que cada generaci¨®n debe hacer, su propio aprendizaje.
P. ?La, autodeterminaci¨®n es un derecho negado a Euskadi?
R. Para una instituci¨®n garantista como ¨¦sta, un pueblo no es una esencia, sino el colectivo de ciudadanos censados. Su volunlad, expresada democr¨¢ticamente, es la que configura las f¨®rmulas de institucionalizaci¨®n propia y de relaciones con otros pueblos. Para escoger la mejor en cada situaci¨®n ser¨¢n necesarias grandes dosis de prudencia y consenso.
P. ?Las propuestas de concentraci¨®n y acercamiento al Pa¨ªs Vasco de los reclusos de ETA?
R. Respecto al alejamiento, parece elemental que el preso no debe cumplir una pena a?adida. Invocando las finalidades reinsertadoras, la legislaci¨®n establece que debe estar en el entorno familiar y social m¨¢s favorable.
P. ?Qu¨¦ espera del inminente encuentro internacional de defensores del pueblo en Canarias?
R. Mayor sensibilidad sobre las necesidades del Sur. Es el primero entre defensores de Europa, ?frica y Am¨¦rica. Yo voy en la actitud de aprender. Tenemos que aprender del Sur.
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