El Ejercito de Burundi mata a 250 hutus

El precario equilibrio del terror que vive Burundi volvi¨® a romperse en pedazos. El propio gabinete del presidente de la rep¨²blica admiti¨® ayer qu¨¦ m¨¢s de 150 hutus hab¨ªan resultado muertos en los ¨²ltimos d¨ªas durante una operaci¨®n del Ej¨¦rcito en el municipio de, Tangara, al norte del pa¨ªs. La acci¨®n del Ej¨¦rcito provoc¨® la huida masiva de campesinos hacia las colinas en busca de refugio.Seg¨²n fuentes gubernamentales y trabajadores de organizacion¨¦s de ayuda humanitaria; la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito, integrado en un 95% por tutsis, forma parte de las operaciones de limpieza que desde hace seis meses realiza en el norte del pa¨ªs contra las infiltraciones de milicianos hutus desde los campos de refugiados instalados en Tanzania y Zaire. A pesar de los intentos de reforzar el pluralismo ¨¦tnico y pol¨ªtico, que se mantiene con dificultades en el Gobierno, el Ej¨¦rcito se ha negado a aceptar mandos pertenecientes a la mayor¨ªa hutu (el 84% de pa¨ªs, el mismo desequilibrio ¨¦tnico que en la vecina Ruanda).

Mames Bansubiyeko, jefe del gabinete presidencial, declar¨® ayer que, seg¨²n informaciones del gobernador de Ngozi, los soldados, llegados de la provincia vecina de Karazi, desencadenaron el d¨ªa 26 una operaci¨®n que se prolong¨® durante tres d¨ªas en las colinas cercanas al municipio de Tangara. contra los "asaltantes". Con este t¨¦rmino designan a los extremistas hutus armados que desencadenan ataques guerrilleros contra el Ej¨¦rcito. En toda la zona norte del pa¨ªs se mueven milicias tutsis que act¨²an con casi total impunidad.

Tras el asesinato, en octubre de 1993, las matanzas entre las dos comunidades, instigadas por radicales hutus y tutsis, se han cobrado la vida de decenas de miles de personas. La llegada a Bujunibura, la capital, de una comisi¨®n de cinco juristas enviados por el Consejo de Seguridad de la ONU para investigar el asesinato en octubre de 1993 del hutu Melchior Ndadaye, el primer presidente elegido democr¨¢ticamente, ha sembrado inquietud en el Ej¨¦rcito. Los responsables del magnicidio fueron soldados tutsis.

Mientras, el actual presidente, el hutu moderado Sylvestre Ntinhantunganya, ped¨ªa ayer en la sede de la Unesco en Par¨ªs ayuda para terminar con el tr¨¢fico de armas que alimenta las matanzas en su pa¨ªs y con las emisiones de radio que "incitan al odio racial".