Schuster, genio y figura

JOS? COMASA punto de cumplir 36 a?os, en el ocaso de su brillante carerra futbol¨ªstica, el ex barcelonista, ex madridista, ex atl¨¦tico centrocampista alem¨¢n Bernd Schuster, resulta la confirmaci¨®n palpable del viejo proverbio "genio y figura hasta la sepultura". La crisis ha estallado en el club alem¨¢n Bayer Leverkusen, donde Schuster juega desde su marcha de Espa?a hace tres temporadas.Al llamado ¨¢ngel rubio le ha soplado el viento de cara en Leverkusen desde la marcha del actual entrenador del Atl¨¦tico de Bilbao Dragoslav Stepanovic y la llegada de Sir Erich Ribbeck, quien ha sometido a Schuster a humillaciones y sevicias insoportables para una figura, aunque se encuentre ya cuesta abajo. En las semifinales de la copa de la UEFA de la temporada pasada, contra el italiano Parma, Ribbeck coloc¨® a Schuster de l¨ªbero y el resultado fue 3-0 en contra.

La defensa del Leverkusen se convirti¨® en un coladero y, si no fuese por su pertenencia a una secta que le obliga a consumir productos de yerbater¨ªa, Schuster habr¨ªa

necesitado toda la producci¨®n aspirinera de la multinacional farmac¨¦utica que patrocina al Leverkusen, para quitarle los mareos y dolor de cabeza que le causaron los delanteros del equipo italiano.

Ribbeek quiere un Schuster que defienda y luche y esto equivale a pedirle peras al olmo. Esta temporada ya Schuster pas¨® a ocupar el banquillo de suplentes y Ribbeck lleg¨® incluso a tenerle todo el segundo tiempo precalentando para al final no sacarle. Demasiado para Schuster, y Gabi -su esposa-, que enviaron al club, por v¨ªa de abogados, un escrito de cinco folios con una lista de exigencias. Ribbeck le sac¨® del equipo y a Schuster s¨®lo se le ocurri¨®, en el partido del viernes por la noche contra el Hamburgo en Leverkusen, sentarse de paisano en el banquillo, desde donde sigui¨® el lamentable espect¨¢culo de sus colegas.

El p¨²blico gritaba "?Schuuuuuster!, ?Schuuuster!" y ?Fuera Ribbeck!". El Leverkusen no dio pie con bola, perdi¨® 0-1 y sus compa?eros se indignaron contra Schuster y votaron por unanimidad quitarle la capitan¨ªa. Ahora ya s¨®lo queda negociar la rescisi¨®n de un contrato en vigor hasta 1997. Los de la aspirina s¨®lo quieren pagar hasta el final de esta Liga. Schuster gana 170 millones de pesetas netos por temporada. Gabi defiende con u?as y dientes los intereses de su marido y en esas andamos. El culebr¨®n continuar¨¢.