Sesenta l¨ªderes mundiales convierten el entierro de Rabin en un alegato de paz
El autor del asesinato afirma ante el juez que cont¨® s¨®lo "con la ayuda de Dios"
Sesenta jefes de Estado y de Gobierno se dieron cita ayer en Jerusal¨¦n con un doble objetivo: rendir homenaje al asesinado primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin, y abogar por que su muerte -el pasado s¨¢bado, por las balas de un extremista jud¨ªo- no socave el camino hacia la paz que tan laboriosamente se ha ido abriendo en los ¨²ltimos cuatro a?os. La emoci¨®n que presidi¨® el entierro en el monte Herzl no apart¨® a los presentes de la idea esencial de que el terror no debe cambiar el curso esperanzador de la historia.
El gran ausente fue el l¨ªder palestino, Yasir Arafat, con el que Rabin negoci¨® la paz. Por motivos de seguridad permaneci¨® en Gaza y sigui¨® la ceremonia por televisi¨®n. Pero s¨ª acudieron los principales l¨ªderes occidentales y los jefes de Estado de los dos pa¨ªses con los que Israel ha firmado la paz: el egipcio Hosni Mubarak y el rey Hussein de Jordania. Yigal Amir confes¨® ayer su crimen ante los jueces y asegur¨® que su ¨²nica ayuda fue la de Dios, aunque algo debieron contribuir las balas con la punta rectificada que le entreg¨® su propio hermano. En el asentamiento jud¨ªo de Kyriat Arba, en la Cisjordania ocupada, donde resid¨ªa Baruch Goldstein, que asesin¨® a 29 palestinos en Hebr¨®n en febrero de 1994, casi parec¨ªa un d¨ªa de fiesta y un colono aseguraba que Rabin se lo ten¨ªa merecido.
Fueron ¨¦stas las ¨²nicas excepciones al generalizado lamento por la muerte de Rabin. Sim¨®n Peres, que toma su relevo, asegur¨® ayer: "La bala que te mat¨® jam¨¢s podr¨¢ matar la idea que iniciaste".
"Si segu¨ªs por el camino de la paz, me comprometo a que EE UU no os abandonar¨¢", asegur¨® el presidente norteamericano, Bill Clinton. Por su parte, el jefe del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, afirm¨® que es el momento de unir fuerzas y que no faltar¨¢ la ayuda de la UE para el proceso de paz. Hussein se?al¨®: "Dios nos ha ordenado vivir en paz". Mubarak dijo: "Debemos seguir inquebrantables por el camino de la paz". Y una nieta de Rabin, en tre sollozos, pudo articular: "Abuelo, eres un h¨¦roe, un lobo solitario. Fuiste tan maravilloso... ".
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