Aumentan las tensiones raciales en las universidades de EE UU
Convulsi¨®n en los 'campus' tras el 'caso Simpson' y la marcha negra de Washington
En la Universidad de Columbia el detonante fue una columna de peri¨®dico virulentamente antisem¨ªtica que alababa la Marcha del Mill¨®n de Hombres. En la Universidad de Southern-California, un' panfleto racista instaba a los blancos a armarse- contra los negros. Aunque las cuestiones raciales, especialmente el veredicto de O. J. Simpson y la multitudinaria manifestaci¨®n de 'Washington, han agitado todo EE UU, han tenido un impacto, todav¨ªa mayor en los campus universitarios, donde negros y blancos viven y trabajan, donde conviven la divisi¨®n racial institucionalizada y el idealismo juvenil.
Las entrevistas. con estudiantes de campus universitarios de todo Estados Unidos indican que los j¨®venes norteamericanos no s¨®lo discrepan sobre c¨®mo enfrentarse a la divisi¨®n racial, sino que en campus que en su d¨ªa proporcionaron las tropas de choque del movimiento de los derechos civiles ahora incluso discrepan a menudo sobre qu¨¦ es.Muchos estudiantes afirman que las reacciones ante la absoluci¨®n de Simpson, acusado de matar a su ex mujer y a un amigo de ¨¦sta, concedida por un jurado predominantemente negro, y ante la Marcha del Mill¨®n de Hombres negros, no han hecho sino resaltar las diferencias que exist¨ªan antes y existen tambi¨¦n en el resto de la sociedad. Los incidentes extremadamente provocadores siguen siendo relativamente poco habituales.
En las entrevistas, los negros generalmente dicen que la irritaci¨®n de los blancos por el veredicto de Simpson y su tendencia a ver la Marcha del Mill¨®n de Hombres simplemente desde el punto de vista de la participaci¨®n de Louis Farrakhan, ha sido una prueba de lo arraigado que, est¨¢ el racismo.
Los blancos consideraron ambos ejemplos como pruebas de que hay racistas negros igual que blancos. Si a eso a?adimos los sentimientos confusos y quejas ocultas ante la discriminaci¨®n positiva en la admisi¨®n de estudiantes, becas y contrataci¨®n en las universidades, la imagen general que dan las relaciones raciales en el campus parece volverse m¨¢s quebradiza ¨²ltimamente. Brian Dunn, un estudiante blanco de segundo a?o en el Santa ,M¨®nica College de California, comenta: "Me temo que las relaciones raciales se han ido al garete".
Algunos estudiantes,' tanto blancos como negros, aseguran' que ven un aspecto positivo en la forma en que los sentimientos raciales han salido ahora a la superficie. Y muchos afirman que, a pesar de la tendencia a unirse de los diferentes grupos ¨¦tnicos, la mayor¨ªa de los estudiantes se relacionan entre s¨ª con una amistad cordial, aunque distante.Discriminaci¨®n positiva
Marlen Whitley, una estudiante negra de 15) a?os de la Universidad de Tejas, comenta. "Antes, si sacabas a colaci¨®n el racismo, parec¨ªa que estabas intentando provocar. Pero despu¨¦s del juicio de O. J. Simpson y la Marcha del Mill¨®n de Hombres parece que no te queda m¨¢s remedio que hablar de ello".Las cuestiones raciales parecen mas agudas en los campus urbanos, especialmente en los de California, donde el caso Simpson y la decisi¨®n que tom¨® este a?o el Consejo Rector de reducir las admisiones consecuencia de la discriminaci¨®n positiva siguen resonando por todo el sistema universitario p¨²blico.
En Columbia, m¨¢s, de veinte personas han escrito cartas, la mayor parte de ellas profundamente cr¨ªticas, en respuesta a una columna publicada el 12 de octubre en el peri¨®dico de estudiantes. La columna, escrita por Sharod Baker,jefe del Sindicato de Estudiantes Negros, se refer¨ªa a los jud¨ªos como "sanguijuelas que chupan la sangre de la comunidad negra y luego fingen ser nuestros amigos".
Peter Freeman, redactor jefe de The Spectator, defendi¨® la decisi¨®n de publicar la columna de. Baker. Freeman comenta: "Los estudiantes, hablan de temas importantes, y para ellos la raza es el m¨¢s importante. Me anima que los estudiantes de Columbia hayan, decidido discutir las cosas abiertamente, y The Spectator es un medio para discutir los problemas".
En otros campus, algunas de las reacciones m¨¢s estridentes proceden de los blancos. Doug Lord, de los j¨®venes conservadores de Tejas, dijo en un debate celebrado en Austin el 16 de octubre, despu¨¦s del discurso que pronunci¨® all¨ª el presidente Clinton sobre temas raciales: "Hemos tenido 200 a?os de esclavitud y racismo forzoso, y eso es tan malo como la discriminaci¨®n positiva".Algunos negros insisten en que el ¨²nico significado del racismo es la discriminaci¨®n institucionalizada contra las minor¨ªas. Stephanie Seay, coordinadora de For Members Only, un grupo de estudiantes negros de la Northwestern University en Evaston, Illinois, opina: "No creo que sea posible que la gente negra sea racista, porque el racismo es una funci¨®n del poder".
Los negros dicen que el adjetivo "separatistas" utilizado para describir a los grupos o dormitorios de estudiantes negros pasa por alto hasta qu¨¦ punto los blancos siempre se han agrupado en clubes exclusivos de estudiantes femeninos o masculinos.
Los estudiantes blancos dicen cada vez m¨¢s, a menudo que la din¨¢mica del racismo es ahora mucho m¨¢s compleja que en la ¨¦poca de los derechos civiles.
Mikhail Kimbarovsky, un estudiante de ¨²ltimo a?o de Nothwestern, afirma: "Creo que los blancos han dejado de sentirse culpables. Tambi¨¦n hay racismo, negro, y gente como Lopis Farrakhan lo ha convertido en un tema m¨¢s f¨¢cil de abordar, al haber dicho cosas que son evidentemente racistas".
. Sin embargo, algunos estudiantes que fingen estar un tanto hartos del tema dicen que no pueden pasarse la vida preocup¨¢ndose por los impenetrables misterios de la raza.
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