De la Rosa us¨® cartas falsas con membrete de la Casa Real

MANEL P?REZ Javier de la Rosa presuntamente utiliz¨® dos cartas falsas con el membrete de la Casa Real para intentar justificar ante las autoridades de Kuwait la desaparici¨®n de cuantiosas cantidades de, dinero de sus empresas en Espa?a, el grupo Torras, del que De la Rosa fue vicepresidente hasta junio de 1992, seg¨²n han confirmado a este diario seis fuentes. Las cartas inclu¨ªan como membrete una corona, igual a la empleada en la correspondencia de la Casa Real, y estaban encabezadas con el nombre del embajador Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal, quien no supo de su existencia hasta mucho despu¨¦s.

Las cartas agradec¨ªan a Kuwait el supuesto env¨ªo de fondos multimillonarios como compensaci¨®n por la colaboraci¨®n militar prestada por Espa?a en la guerra de liberaci¨®n de ese emirato del golfo P¨¦rsico, invadido por Irak en agosto de 1990. El Cesid dispone de una copia de esos documentos, ya que le fueron entregados al entonces director general, Emilio Alonso Manglano, por el abogado barcelon¨¦s Juan Jos¨¦ Folchi, principal asesor mercantil de De la Rosa durante su etapa al frente del grupo Torras. Este peri¨®dico ha podido confirmar que Defensa tiene conocimiento de estos documentos.

P¨¦rdidas

Las falsas misivas se elaboraron con el objetivo de impedir que los nuevos responsables de Torras, nombrados por KIO tras el desplazamiento de Javier de la Rosa, presentasen acciones legales contra los anteriores gestores del grupo, encabezados por Javier de la Rosa. Los nuevos gestores de Torras, que desembarcaron en el grupo en junio de 1992, descubrieron que la gesti¨®n de De la Rosa hab¨ªa ocasionado p¨¦rdidas de medio bill¨®n de pesetas y la desaparici¨®n de m¨¢s de 100.000 millones.

Los reci¨¦n nombrados responsables de Torras se dedicaron desde junio de 1992 y hasta enero de 1993 a revisar la gesti¨®n del anterior equipo. Tras este estudio anunciaron su intenci¨®n de presentar acciones judiciales para reclamar el dinero desaparecido. Las cartas se confeccionaron con la intenci¨®n de evitar esas acciones. Tambi¨¦n en noviembre de 1992, Juan Jos¨¦ Folchi envi¨® a la Fiscal¨ªa General d¨¦ Kuwait un memor¨¢ndum justificando la desaparici¨®n de 50.000 millones de pesetas como pagos pol¨ªticos relacionados con la guerra del Golfo.

A pesar de esas maniobras, KIO present¨® finalmente, en enero de 1993, una querella ante la Audiencia Nacional, y, en abril del mismo a?o, una demanda civil ante la Corte Comercial de Londres.

Sin embargo, previamente, una copia de las cartas falsas fue enviada al presidente de KIO, Fouad al Sabah, quien deb¨ªa justificar ante las autoridades de Kuwait los p¨¦simos resultados de sus inversiones en Espa?a. Tambi¨¦n fueron mostradas en diferentes ¨¦pocas a otras personas. Es el caso de al gunos abogados relacionados con De la Rosa, quienes han asegurado haberlas visto, as¨ª como que en el momento en el que las vieron, poco despu¨¦s do su elaboraci¨®n, les fueron presentadas como verdaderas y posteriormente tuvieron constancia de que se trataba de falsificaci¨®nes.

La elecci¨®n de Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal como supuesto firmante de las cartas tampoco era casual, pues ¨¦ste mantuvo importantes relaciones de negocios con De la Rosa. Prado lleg¨® a ser vicepresidente de Grand Tibidabo hasta finales de 1992. Es por ello, que algunas fuentes consideran probable que De la Rosa dispusiera de correspondencia comercial original con el membrete de Prado.

Las dos cartas contienen una firma id¨¦ntica. de ¨¦ste ¨²ltimo. Esta coincidencia de la r¨²brica, hasta en los m¨¢s m¨ªnimos detalles, revela, seg¨²n afirman las fuentes consultadas, que fue fotocopiada de otros documentos.

La primera misiva contiene un agradecimiento gen¨¦rico por unos supuestos env¨ªos de dinero, mientras que la segunda incluye una lista completa de transferencias a cuentas bancarias,suizas, cuyos destinatarios ser¨ªan, supuestamente, cargos p¨²blicos. En una de las misivas, el propio Javier de la Rosa aparece como destinatario. Al tratarse de falsificaciones, elaboradas mediante fotocopias y recortes, en ning¨²n caso existen originales de los documentos. Sin embargo, la confirmaci¨®n fehaciente de la, existencia de esos documentos no lleg¨® hasta principios de este mismo a?o, mientras De la Rosa se encontraba en la prisi¨®n barcelonesa de Can Brians. El hasta hace pocos meses director general del Cesid, el general Emilio Alonso Manglano, recibi¨® de manos de Juan Jos¨¦ Folchi copias de las mencionadas cartas. F¨®lchi entreg¨® los documentos a Manglano en una reuni¨®n mantenida en los primeros d¨ªas de enero.

Los hombres del servicio de informaci¨®n en Barcelona tambi¨¦n se hab¨ªan movido en busca de otros informe falsos que pudieran ser potencialmente utilizados con intenciones desestabilizadoras. Los agentes del Cesid se pusieron en contacto, con ese objetivo, con algunas personas del entorno de De la Rosa entre los que se encontraban algunos abogados y ex agentes del servicio de informaci¨®n que hab¨ªan tenido relaciones con ¨¦l. Transferencias

En contra, de lo afirmado en las cartas falsas, la instrucci¨®n de la demanda presentada en Londres por el grupo ¨¢rabe contra De la Rosa ha puesto al descubierto que la mayor¨ªa de esas transferencias beneficiaron a los antiguos responsables, de Torras y KIO, encabezados por De la Rosa. Este ¨²ltimo recibi¨® la parte del le¨®n, 115 millones de d¨®lares, en una cuenta, camuflada tras el c¨®digo Stuart, en el Bankers Trust de Gin¨¦bra.

Tambi¨¦n recibieron transferencias el expresidente de KIO, Fahad al Sabah, y el ex director general, Fouad Jaffar, primer ejecutivo en Londres del grupo ¨¢rabe y uno de los hombres m¨¢s pr¨®ximos a Javier de la Rosa en su etapa como ejecutivo de Torras.

No es el primer caso de cartas manipuladas. Las investigaciones del juez instructor del caso Grand Tibidabo, Joaqu¨ªn Aguirre, revelaron que Javier de la Rosa manipul¨® cartas de contenido comercial para usarlas como apoyo en sus negociaciones con los norteamericanos de New Teknon. Los textos se apoyaban en firmas, logotipos y membretes reales en los que De la Rosa insertaba textos a su conveniencia. El financiero supervisaba personalmente los trabajos de recorta y pega su secretaria, Rosa Garrido, seg¨²n declar¨® ¨¦sta ante el juez.

Los pro-forma se pusieron en marcha cuando trataba de cubrir una ampliaci¨®n de capital de New Teknon. De la Rosa explic¨® en sus declaraciones judiciales que dio las ¨®rdenes "para que montaran los pro-forma como quer¨ªan los americanos" y tambi¨¦n dijo que "es habitual al hacer la carta colocar la firma recort¨¢ndola de otro documento, ya que la citada carta no tiene valor alguno". Las cartas en cuesti¨®n afectaban a director general adjunto de La Caixa, Isidre Fain¨¦ quien ante el juez reconoci¨® uno de los textos como procedente de una carta enviada a m¨¢s de 2.000 personas para invitarles a una conferencia.