Folchi afirm¨® que De la Rosa decidi¨® el destino de los pagos a las cuentas controladas por Prado

Juan Jos¨¦ Folchi, abogado de Javier de la Rosa, explic¨® en 1992 al fiscal general de Kuwait que "Javier de la Rosa le instruy¨® sobre d¨®nde efectuar" los pagos por 100 millones de d¨®lares a las cuentas controladas por Manuel de Prado. Estos. d¨ªas, De la Rosa, que no ha explicado qu¨¦ pas¨® con los otros 400 millones que reclama KIO, ha afirmado que ¨¦l s¨®lo segu¨ªa instrucciones. Las transferencias, por 80 y 20 millones de d¨®lares, ten¨ªan como objetivo, seg¨²n De la Rosa, un lobby pol¨ªtico encabezado por Prado por sus gestiones durante la guerra de Kuwait. Sin embargo, para el pago de los 20 millones, Folchi y De la Rosa han dado ya tres versiones en tres a?os: que fueron a pol¨ªticos belgas, a pol¨ªticos espa?oles y, ahora, a Prado.

Los d¨ªas 13 y 15 de noviembre de 1992 Juan Jos¨¦ Folchi se reuni¨® en Londres con D. Al Assousi y Abu Jarwa, representantes del Fiscal General de Kuwait, para intentar convencerles de que no presentasen una demanda para reclamar 500 millones de d¨®lares desaparecidos del Grupo Torras entre 1990 y 1992.El dinero hab¨ªa volado a trav¨¦s de diversas operaciones muy, complejas. Entre ellas se encuentra la de Wardbase, una sociedad registrada en Londres que el 26 de mayo de 1992 cobr¨® 20 millones de d¨®lares.

La citada cantidad termin¨® al final en la cuenta de la Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale Alsacienne (Sogenal) de Ginebra, a la atenci¨®n de "Mr. Goudimar, a/c ADNHIL", controlada por Manuel Prado.

Belgas y espa?oles

Sin embargo, el acta de la reuni¨®n del 15 de noviembre, a las 11 de la ma?ana, entre Folchi y los fiscales de Kuwait, recoge lo siguiente: "Preguntado si sab¨ªa lo que ocurri¨® con el pago cuan do lleg¨® a Sogenal y si conoc¨ªa al Sr. Goudimar, Folchi replic¨® a ambas que no". Con todo, en la misma conversaci¨®n, el abogado di¨® a entender que s¨ª sab¨ªa algo m¨¢s de lo que dec¨ªa: "el gobierno de B¨¦lgica era el anterior propietario de CdA y que se necesitaba un mont¨®n de trabajo y autorizaciones del gobierno para con seguir poner la planta en funcio namiento... Supon¨ªa que sin el pago de una prima la operaci¨®n no podr¨ªa completarse".

Los mimebros del ministerio de justicia insistieron. "Preguntado si supon¨ªa que se trataba de pol¨ªticos belgas, Folchi dijo que no lo sab¨ªa pero que lo supon¨ªa. ( ... ) Estaba deduciendo sus propias suposiciones sobre la conexi¨®n entre B¨¦lgica y Espa?a".

Sin embargo, en el memor¨¢ndum enviado al Fiscal General de Kuwait tan s¨®lo cuatro d¨ªas despu¨¦s, Folchi modific¨® esa versi¨®n y pareci¨® dar a entender que los receptores ser¨ªan espa?oles. El abogado escribi¨® que "acerca de este pago se recibir¨¢ m¨¢s informaci¨®n en el curso de los contactos de Estado a Estado (se refiere a la autoridades de Espa?a y Kuwalt) a los que ya me he referido".

En cualquier caso, de la conversaci¨®n se desprende con claridad que la operaci¨®n Wardbase era una tapadera para ocultar el verdadero destino del dinero. Seg¨²n el esquema que se reproduce en esta p¨¢gina, Wardbase firm¨® en septiembre de 1989 un contrato de prestaci¨®n de servicios t¨¦cnicos y de puesta en marcha y optimizaci¨®n de la maquinaria en la filial belga de Torraspapel, a pesar de ser una sociedad instrumental y sin personal. La factura, era por los mencionados 20 millones de d¨®lares. Los ex gestores de Torras fabricaron incluso un voluminoso estudio t¨¦cnico y llegaron a utilizar los servicios de un abogado barcelon¨¦s, Javier Arraut, para reclamar el cobro de esos servicios.

Por otro lado, la operaci¨®n m¨¢s voluminosa de todas las reclamadas en Londres, fue instrumentada en octubre de 1990, mientras Kuwait estaba invadido por Irak, a trav¨¦s de la sociedad Pincinco. Con ella se perdieron 300 millones de d¨®lares. KIO puso el dinero, que pas¨® como un suspiro por las cuentas de Torras, para acabar en las de de la sociedad Pincinco. Desde all¨ª, el dinero fue al Bankers Trust de Ginebra, quien lo distribuy¨® generosamente entre un rosario de cuentas cifradas suizas. Entre ellas, una en la Sogenal de Ginebra, a la atenci¨®n de "Mr. Haussler" y con la clave de env¨ªo "From Lancaster". ?sta es la otra cuenta controlada por Manuel Prado que, en este caso, recibi¨® 80 millones de d¨®lares.

Justificaciones

?C¨®mo justific¨® Folchi esta operaci¨®n en sus reuniones con los representantes de la Fiscal¨ªa de Kuwait?. El mercantilista dijo que en octubre de 1990 eran momentos "dif¨ªciles para Kuwait, hab¨ªa o¨ªdo que (el pago) se hizo a modo de compensaci¨®n de guerra". Seg¨²n el abogado, "se le di¨® como explicaci¨®n de pagos de guerra por Fahad Al Sabah (entonces presidente de KIO), Trebor Ball (un ejecutivo del grupo ¨¢rabe) instruy¨® el pago, y De la Rosa le instruy¨® sobre d¨®nde efectuarlo". Es decir, que seg¨²n Folchi, De la Rosa, que es tos d¨ªas afirma que se limit¨® a se guir ¨®rdenes de KIO, era el res ponsable de la distribuci¨®n y conoc¨ªa el destino del dinero.

Los funcionarios kuwait¨ªes no consideraron suficientes esas explicaciones. "El Fiscal general de Kuwait no entend¨ªa por qu¨¦ si el dinero era para lo que se dec¨ªa que era, tuvo que organizarse un montaje tan complicado para realizar los pagos". El propietario del dinero, KIO y Kuwait, preguntaba por qu¨¦ se les hab¨ªan ocultado los pagos y se hab¨ªa montado un esquema para esconder las operaciones.

Folchi contest¨® "que supon¨ªa que ello se debi¨® a que por entonces los fondos de KIO estaban bloqueados y era m¨¢s f¨¢cil desbloquear activos en Espa?a que en el Reino Unido".