Una nueva t¨¦cnica quir¨²rgica permite operar a quienes rechazan las transfusiones

Una t¨¦cnica quir¨²rgica cardiaca aplicada en el hospital Juan Canalejo, de La Coru?a, esta permitiendo realizar trasplantes o implantes de v¨¢lvulas "sin sangre", es decir, sin transfusiones. Concebida inicialmente para ahorrar el bien escaso que es la sangre, esta innovaci¨®n ha demostrado la ventaja a?adida de ofrecer una alternativa a colectivos como los Testigos de Jehov¨¢, que por su negativa a recibir transfusiones rechazan terminantemente someterse a operaciones que impliquen violar su precepto religioso, aunque ello acarree poner en serio riesgo su vida. De hecho, seis testigos de Jehov¨¢ han pasado ya por el quir¨®fano del hospital coru?¨¦s sin recibir una sola gota de sangre."Cu¨¢ndo adoptamos esta t¨¦cnica quir¨²rgica de origen americano lo hicimos con el prop¨®sito de reducir el uso de sangre, que escasea en esta comunidad", explica Alberto Juffr¨¦, jefe del Servicio de Cirug¨ªa Cardiaca del Juan Canalejo. Para este especialista, la sangre es un elemento peligroso que constituye una puerta de entrada al organismo para enfermedades infecciosas como el sida y los diversos tipos de hepatitis, entre otras, por lo que estima que cuanto menos le la utilice, mejor.

El ahorro en el fluido vital se obtiene estimulando la capacidad de coagulaci¨®n del paciente, suprimi¨¦ndole todo f¨¢rmaco susceptible de reducirla a la par que se le dan sustancias que la refuerzan, reduciendo al m¨ªnimo las hemorragias; en parte, con el empleo de una bomba aspirante en el curso de la operaci¨®n, que recoge la sangre del paciente y la depura, permitiendo su posterior recuperaci¨®n. Todo ello siempre que no se trate de un accidentado, caso en el que no hay m¨¢s remedio que transfundir.

Gracias a esta cirug¨ªa se puede operar sin sangre a un 30% o 40% de todos los pacientes con posibilidad de extenderla al 70%, expresa Juffr¨¦. En cuanto al resto de los operados, se ha logrado asimismo reducir la cantidad transfundida: en los cuatro a?os que lleva este cirujano y su equipo practicando la t¨¦cnica, el uso de la sangre por operaci¨®n se ha reducido de 1,5 a 0,5 litros.

De los seis testigos de Jehov¨¢ intervenidos, dos lo fueron para recibir trasplantes y cuatro para otros dos tipos de cirug¨ªas cardiacas. Es necesaria una gran confianza en el cirujano por parte del paciente para que consienta someterse a esta cirug¨ªa, indica Juffr¨¦, que prev¨¦ seguir interviniendo a miembros de esta confesi¨®n religiosa mientras su equipo "contin¨²e asumiendo esta responsabilidad"

Para este cirujano, lo ideal ser¨ªa que se zanjase el conflicto actual que se plantea entre la legislaci¨®n, que fija el derecho a la vida por encima de todo y la Constituci¨®n, que establece la libertad religiosa. "El derecho a la vida y a la religi¨®n deber¨ªan respetarse en un mismo nivel" afirma.