Psic¨®patas en el 'agujero'
60 de los presos m¨¢s peligrosos pasan a un r¨¦gimen carcelario menos duro
Son los Hannibal Lecter espa?oles. Los 81 presos considerados malos entre los malos se parecen en algo al can¨ªbal e inteligente que Anthony Hopkins encarn¨® en El silencio de los corderos. Como en la pel¨ªcula, los carceleros tienen permanentemente sometidos a vigilancia especial a esos delincuentes, sabedores de que son capaces de transformar una inofensiva cuchilla de afeitar en un arma mort¨ªfera. Pero Asuntos Penitenciarios no renuncia a sacar del agujero a estos presos para lograr al menos que se adapten a la vida penitenciaria. En lo que va de a?o, dice haberlo logrado con 60 reclusos, que han dejado el agujero para pasar a un r¨¦gimen de vida duro.... aunque m¨¢s suave.Los internos asignados a la modalidad A, fr¨ªa y as¨¦ptica denominaci¨®n que Asuntos Penitenciarios utiliza para referirse a los presos superpeligrosos, no salen al patio de la c¨¢rcel m¨¢s que dos horas al d¨ªa y nunca pueden hacerlo en grupos superiores a dos. Antes de entrar o salir de sus celdas son cacheados minuciosamente, incluso oblig¨¢ndoles a que se desnuden por completo. Cuando salgan de su chabolo, siempre deben estar escoltados por dos funcionarios.
El director general de Instituciones Penitenciarias, David Beltr¨¢n, dict¨® el pasado 28 de febrero una circular que, pese a reformar en algo el dur¨ªsimo r¨¦gimen de vida de los presos m¨¢s peligrosos, obliga a los funcionarios a mantener sobre ellos un f¨¦rreo control.
Este grupo de criminales ha protagonizado motines, secuestros y asesinatos. M¨¢s de uno -Juan Jos¨¦ Garfia, Juan Redondo Fern¨¢ndez, Jos¨¦ Tarrio Gonz¨¢lez- se ha fugado de donde parec¨ªa imposible fugarse. No es extra?o que los funcionarios de prisiones no se f¨ªen de ellos. La orden de Beltr¨¢n establece, por ejemplo, que a estos reclusos se les provea de un cabezal de maquinilla de afeitar el¨¦ctrica y que s¨®lo se les d¨¦ el cuerpo de la m¨¢quina cuando quieran afeitarse. "Las maquinillas ser¨¢n sin cortapatillas y, si no fuera posible, se proceder¨¢ a inutilizar ¨¦stas", matiza.
El aseo capilar de estos presos legendarios es uno de los momentos de alto riesgo, seg¨²n se deduce de la lectura de una de las normas penitenciarias: "El servicio de peluquer¨ªa se facilitar¨¢ previa petici¨®n del interesado, llev¨¢ndose a cabo en su propia celda, en presencia de un funcionario, que se situar¨¢ detr¨¢s de la cancela o puerta de seguridad, permaneciendo ¨¦sta cerrada".
"S¨®lo tendr¨¢n en su celda la ropa y enseres m¨ªnimos necesarios para uso diario, depositando el resto en el almac¨¦n del departamento" se?alan las directrices de Asuntos Penitenciarios. No obstante, tambi¨¦n se les permite tener "dos libros de lectura y dos revistas y/o peri¨®dicos".
Los presos m¨¢s peligrosos reciben la comida en sus celdas la trav¨¦s del pasabandejas, sin abrir, en ning¨²n caso, la puerta de seguridad". Pueden hablar dos veces al mes por tel¨¦fono con su familia y tener un cara a cara al mes, de una hora, con un familiar o con su compa?era sentimental.
En junio de 1993 hab¨ªa 151 reclusos sometidos a r¨¦gimen especial. En enero de este a?o, la cifra se redujo a 140 y ahora mismo s¨®lo hay 81 presos en el agujero, como ellos denominan al m¨®dulo donde viven.
La puesta en pr¨¢ctica en marzo del plan de la viceministra de Asuntos Penitenciarios, Paz Fern¨¢ndez Felgueroso, para encauzar a los presos irrecuperables desat¨® una oleada de cr¨ªticas procedentes de los funcionarios. ?stos temieron volver a ser frecuentes v¨ªctimas de motines, secuestros y asesinatos.
Pero David Beltr¨¢n, el director general de Instituciones Penitenciarias, decidi¨® afrontar los riesgos y no renunciar a su deseo de intentar reinsertar en la sociedad a todos sus clientes, sin excepci¨®n de ninguna clase. "S¨®lo hemos tenido que reasignar a cuatro internos a la modalidad A durante este a?o", afirma Beltr¨¢n. En cambio, m¨¢s de medio centenar han visto ligeramente suavizado su r¨¦gimen por mostrar "inter¨¦s" en integrarse en las actividades carcelarias, no ser sancionados "durante periodos prolongados" y tener buenas relaciones con los funcionarios.
En este, caso est¨¢ Juan Jos¨¦ Garfia, el vallisoletano de 28 a?os, experto fuguista, condenado hasta el a?o 2065 por el asesinato de tres personas en 1987, que sigue en el agujero. Igual que Jos¨¦ Tarrio o Juan Redondo, que en 1991 lograron escapar del barco JJ Sister al trasladarlos a C¨¢diz desde Tenerife, tras encabezar un mot¨ªn. Su compa?ero Manuel Jes¨²s Castillo Jurado -43 a?os de c¨¢rcel-, que protagoniz¨® en 1991 un sangriento mot¨ªn y se fug¨® de la c¨¢rcel de Huesca, qued¨® en libertad hace unos d¨ªas por enfermedad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Reinserci¨®n social
- Reglamento penitenciario
- MJEI
- V Legislatura Espa?a
- Presos
- Gobierno de Espa?a
- PSOE
- Ministerios
- Seguridad penitenciaria
- Legislaturas pol¨ªticas
- Gobierno
- Prisiones
- Espa?a
- Administraci¨®n Estado
- Centros penitenciarios
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Legislaci¨®n
- Pol¨ªtica penitenciaria
- R¨¦gimen penitenciario
- Justicia