Maremoto en la pecera
Se quit¨® el Rodr¨ªguez y le puso diminutivo a su nombre de pila. Ahora se llama Albita. Y se empieza a hablar de ella como la sensaci¨®n cubana.Entre medias hubo una primera grabaci¨®n que le abri¨® las puertas de Colombia y un rocambolesco viaje de Bogot¨¢ a Miami, v¨ªa M¨¦xico, en busca de ox¨ªgeno hasta tener entre sus espectadores de la Peque?a Habana -el barrio cubano de Miami- a famosos artistas de Hollywood o a los Estefan apadrinando su disco No se parece a nada.
Este juego no hay quien la gane: escalera de color de punto guajiro, g¨¦nero de canci¨®n que naci¨® en los campos de Cuba, y rep¨®quer de son montuno y guaguanc¨®.
Albita cita con libertad el riqu¨ªsimo cancionero de su pa¨ªs, desde El manisero a Bruca manigu¨¢, recuerda un bolero de Jos¨¦ Antonio M¨¦ndez, recuperala Guajira guantanamera y entrega su emotiva Qu¨¦ culpa tengo yo (de haber nacido en Cuba). Tambi¨¦n se divirti¨® con una Rumba-rap, y, junto a las otras tres se?oras de la orquesta, se atrevi¨® con un n¨²mero a capella y scat al estilo de los que hac¨ªan las D'Aida.
Albita
Albita Rodr¨ªguez (voz), Viviana Pintado (piano y coros), Julia Sierra (tres y coros), Mercedes Abal (flauta y coros), Daniel L¨®pez (percusi¨®n), Fernando Pina (percusi¨®n cubana), Eduardo Leal (trompeta), Jos¨¦ Dobal (tromb¨®n) y Armando Gonz¨¢lez (bajo). Caf¨¦ del Mercado. Madrid, 15 de noviembre.
Albita suena a Cuba. Ella no diluye lo cubano para hacerlo m¨¢s digerible a legiones de consumidores. Ah¨ª est¨¢n la flauta t¨ªpica de Ias charangas o ese tres responsable de la sonoridad genuinamente cubana, aunque algunas estridencias instrumentales podr¨ªan resolverse con una, menor sobrecarga.
Albita respeta la esencia de la m¨²sica tradicional con una forma de componer y arreglar propia de los noventa y su voz es visceral y viril.
Se mueve como una pantera y ruge como un le¨®n. Su figura se agiganta a medida que va cantando y por momentos se le quedaba peque?o el escenario. No le impidi¨® agitar un pa?uelo rojo mientras el p¨²blico coreaba "que viva Chang¨®".
Albita es hija de un d¨²o de m¨²sica campesina, a una guajira precisamente se le atribuye haber dicho que Benny Mor¨¦ parec¨ªa un sinsonte parado sobre una mata de mango. Alguien deber¨ªa inventarse a no tardar algo as¨ª de ingenioso y preciso para explicar a esta Albita de aires andr¨®ginos que, a sus 32 a?os, cuenta con todos los triunfos. Los que se le negaron en su isla.
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