El Barcelona estrena liderato

El liderato le lleg¨® ayer al Barcelona cuando cos¨ªa m¨¢s que cantaba. Tan centrado estaba el equipo azulgrana en la ¨¢spera labor que le supuso el inofensivo Albacete que tuvo que pellizcarse y confirmarlo dos veces. Tampoco hubo cohetes en el Camp Nou. El equipo contin¨²a con el pico y la pala en las manos. Sigue tras la pista del dream team, el de las buenas ¨¦pocas, aqu¨¦l que despachaba los partidos con ascendencia encomiable. No es el caso. No fue el caso ayer. Le cost¨® al Barcelona, si no ganar, s¨ª acomodarse y disfrutar de una sesi¨®n de noche que promet¨ªa. El Albacete llegaba derrengado -sin cinco titulares y con un equipo plagado de canteranos y j¨®venes de su filial de Tercera, el Hell¨ªn-, mientras que se enfrentaban los dos equipos de Madrid Pero incluso la hinchada subestim¨® el liderato y, adem¨¢s de acoger con bronca el gol del Real al hasta ayer l¨ªder Atl¨¦tico, se dedic¨® a exigir m¨¢s f¨²tbol.Cruyff cambi¨® de ubicaci¨®n, pero no su desconcertante proceder. El t¨¦cnico, levantada cautelarmente su sancion, eligi¨® a Figo y Popescu para que se sentaran junto a ¨¦l en el banquillo. Se pas¨® la semana encendiendo sem¨¢foros ¨¢mbar ante la visita del Albacete, pero fue ¨¦l y no otro el que falt¨® a dos sesiones de entrenamiento y el que prescindi¨® de los dos extranjeros que m¨¢s azuz¨® el d¨ªa anterior al partido. El t¨¦cnico azulgrana plante¨® un equipo muy compartimentado. La defensa de la selecci¨®n, Guardiola como medio centro, los j¨®venes canteranos -Roger, Toni y Celades- en el centro del campo y los for¨¢neos -Prosinecki, Kodro y Hagi- delante, intercambiando constantemente sus posiciones.

Le falt¨® al Barcelona inspiraci¨®n y chispa. Pag¨® las carencias de Prosinecki y Roger a la hora de recuperar el bal¨®n o presionar al rival, y la contumacia de Kodro. No logra destaparse el delantero bosnio, tomar la distancia correcta y seguir el rastro del gol. Su olfato parece difuminado. Tampoco estuvo Iv¨¢n de la Pe?a, de quien Cruyff prescindi¨®. Su clarividencia se ech¨® en falta, pero su presencia hubiera tenido que desplazar por fuerza a algunos de los jugadores que menos balones recuperan.

Pero la sencillez de Guardiola y Celades, bastaron.