"Un discurso promediterraneo bueno, bonito y barato es imposible"
Manuel Mar¨ªn (Ciudad Real, 1949), jurista, especializado en derecho comunitario, ex diputado en el Congreso y ex secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades -coordin¨® las negociaciones de adhesi¨®n de Espa?a-, es el padre de la nueva pol¨ªtica mediterr¨¢nea de la Uni¨®n Europea (UE), en su calidad de responsable de las relaciones con la Europa del sur.El Mediterr¨¢neo es un ¨¢rea heterog¨¦nea y deslavazada. Europa quiere organizar este espacio a trav¨¦s del libre comercio -el libre cambio total se prev¨¦ para el a?o 2010-, pero tambi¨¦n mediante el di¨¢logo pol¨ªtico institucionalizado, normas econ¨®micas comunes y cooperaci¨®n financiera del Norte con el Sur, seg¨²n el mismo esquema que ha seguido la integraci¨®n europea y a diferencia del tratado puramente comercial que liga a Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico.
Pregunta. ?Qu¨¦ espera de la Conferencia de Barcelona?
Respuesta. Dar¨¢ un gran impulso al proyecto de crear un espacio euromediterr¨¢neo integrado. La conferencia es la plataforma para una pol¨ªtica, aut¨®noma y espec¨ªfica, de la UE respecto al Mediterr¨¢neo, un asunto entre la Uni¨®n y los otros 12 pa¨ªses ribere?os. Los Quince acertaron al decidir que no habr¨ªa participantes de pa¨ªses terceros, aparte de los observadores, entre los cuales se encuentran la Liga ?rabe y la Uni¨®n Arabe Magreb¨ª (UMA), que realza la especificidad magreb¨ª. La gran novedad es que Siria y L¨ªbano se sentar¨¢n por vez primera junto a todos los dem¨¢s. Esto es posible porque no hemos querido contaminar la reuni¨®n de Barcelona con el proceso de paz en Oriente Medio, que sigue un camino distinto con su propia l¨®gica.
P. ?Cu¨¢l ha sido hasta ahora el principal problema que ha habido que afrontar para la celebraci¨®n de este foro?
R. El problema de la UE ha consistido en convencer de que el programa Meda de ayuda financiera no es "un cheque ininterrumpido", no funciona como los viejos protocolos, responde a otra filosof¨ªa. El montante financiero es s¨®lo indicativo. Se programa a tres a?os. Sus cifras se incluyen en una programaci¨®n a tres a?os [un bill¨®n y medio de pesetas entre subvenciones y cr¨¦ditos], al final de la cual se efectuar¨¢ una reprogramaci¨®n seg¨²n los resultados y la capacidad de absorci¨®n de cada pa¨ªs. La Comisi¨®n se guarda una reserva del 30% del dinero total, que ser¨¢ redistribuida entre los beneficiarios en funci¨®n de c¨®mo hayan ejecutado sus programas. La novedad es que aplicamos por vez primera una "cl¨¢usula guillotina", al igual que con los fondos estructurales internos de la UE: el dinero que un pa¨ªs no sea capaz de absorber pasa a otro. Hemos abandonado el concepto de asistencia para impulsar el de competetividad.
P. Entre los doce del Sur hay un no-Estado: Palestina.
R. Tenemos listos los acuerdos de asociaci¨®n con T¨²nez, Israel y Marruecos. Bajo presidencia italiana [el pr¨®ximo semestre] concluiremos los de L¨ªbano, Egipto, Jordania y Palestina. A este ¨²ltimo contribuy¨® Isaac Rabin con su flexibilidad, que Sim¨®n Peres se ha comprometido a mantener. Le comentamos el problema jur¨ªdico que supon¨ªa el acuerdo de asociaci¨®n de la UE con Palestina, previsto para despu¨¦s de las elecciones del 20 de enero. El acuerdo, como todos, es de naturaleza mixta, y por eso debe ser ratificado por los Parlamentos nacionales de los Quince, lo que supone un reconocimiento internacional de la naturaleza estatal de la Autoridad Nacional Palestina, lo que va m¨¢s all¨¢ de lo acordado en el proceso de paz. Pero Rabin apoya el acuerdo y se comprometi¨® a sugerir una soluci¨®n jur¨ªdico-pol¨ªtica adecuada.
P. Respira optimismo.
R. S¨ª, porque todo ha sido muy reciente. La primera gran batalla de la pol¨ªtica mediterr¨¢nea se gan¨® hace poco m¨¢s de un a?o, en junio de 1994, en la cumbre de Corf¨². En Essen, el pasado diciembre, establecimos por vez primera el paralelismo y el equilibrio entre la estrategia hacia la Europa del Este y hacia el Sur mediterr¨¢neo, gracias al compromiso personal del canciller Kohl. En Cannes, en junio, esta pol¨ªtica obtuvo su credibilidad, esta vez gracias a Felipe Gonz¨¢lez, porque en la UE no basta con las ideas felices por s¨ª solas. Adem¨¢s de buenas ideas, en Bruselas debes disponer de un reglamento como base jur¨ªdica y de una l¨ªnea presupuestaria. De manera que primero luchamos por la idea, despu¨¦s por el reglamento y finalmente logramos el dinero en Cannes. Y todo esto se plasmar¨¢ en Barcelona.
P. La conferencia, adem¨¢s de di¨¢logo pol¨ªtico y colaboraci¨®n econ¨®mica, propugna ahondar en la relaci¨®n humana.
R. Es la parte m¨¢s delicada. Por vez primera articularemos un marco institucional para, el ¨¢rea euromediterr¨¢nea con reuniones anuales de los ministros de Exteriores, reuniones peri¨®dicas de la troika y conferencias sectoriales cada semestre.
P. El Magreb dividido, Turqu¨ªa contra Grecia, Jordania peleando con Egipto por la sede del banco regional, los ¨¢rabes discutiendo qui¨¦n es su l¨ªder... Con ese tel¨®n de fondo, ?es viable una estrategia de conjunto?
R. Somos conscientes de que el Mediterr¨¢neo es una zona de riesgo, heterog¨¦nea. Hasta ahora hemos trabajado en vertical, las relaciones entre la cuenca norte y la ribera sur. Pero ahora disponemos de una plataforma global para tratar todos los problemas. Barcelona nos abre la posibilidad de empezar por donde existen los. verdaderos problemas comunes a todos, impulsa tambi¨¦n la articulaci¨®n horizontal, tambi¨¦n la Sur-Sur.
P. Muy dif¨ªcil, cuando el comercio entre los propios pa¨ªses del Sur apenas alcanza el 5% del total.
R. Todos los acuerdos de asociaci¨®n entre la UE y los pa¨ªses del Sur est¨¢n conectados por un mismo sistema armonizador de normas comerciales, t¨¦cnicas sanitarias. Todos los pa¨ªses mediterr¨¢neos proceder¨¢n a un desarme arancelario bastante simult¨¢neo con la UE. De forma que tambi¨¦n las barreras entre ellos caer¨¢n. Liberalizar su relaci¨®n con nosotros les lleva irreversiblemente a liberalizarlas entre ellos. Eso es trabajar. horizontalmente, crear un espacio. econ¨®mico articulado desde Turqu¨ªa hasta, Marruecos. Y apoyarse en programas concretos.
P. ?Cu¨¢les?
R. Las primeras conferencias sectoriales post-Barcelona se dedicar¨¢n a los problemas comunes de industria y de energ¨ªa: el suministro energ¨¦tico de la UE depende en un 37% de esta ¨¢rea. Seguiremos el enfoque funcionalista de los fundadores de la Comunidad, avanzar paso a paso para crear solidaridades de hecho, empezando por las econ¨®micas: la energ¨ªa en el Magreb (el gasoducto ser¨¢ una realidad viva el a?o que viene, pese a los problemas regionales), o el agua y la desertificaci¨®n en el Mashreck. La filosof¨ªa del Tratado de Libre de Comercio [TLC entre EE UU, Canad¨¢ y M¨¦xico] seg¨²n la cual s¨®lo los negocios y el comercio, exclusivamente, son capaces de articular un continente desigual, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, comporta graves riesgos. Hay que a?adirles di¨¢logo pol¨ªtico y medidas de acompa?amiento. La cumbre de Cannes aprob¨® un paquete de un bill¨®n y medio de pesetas destinados no a la cl¨¢sica cooperaci¨®n al desarrollo, sino a modernizar el aparato productivo de los pa¨ªses mediterr¨¢neos.
P. Esta nueva pol¨ªtica euromediterr¨¢nea llega tarde respecto a otras regiones.
R. Cuando cay¨® el muro de Berl¨ªn se deber¨ªa haber establecido el paralelismo entre el Este y el Sur. La cumbre de Lisboa puso las bases en 1989. pero ha habido que trabajar duro durante cinco anos para conseguir un modelo. La idea era buena, pero era s¨®lo una idea. La UE har¨¢ el doble, econ¨®micamente, que el, Banco Mundial. No se trata de generosidad, sino de visi¨®n pol¨ªtica: somos los primeros socios comerciales de la cuenca sur.
P. Europa parece estar obsesionada por la seguridad.
R. Fue Jupp¨¦ quien propuso, con acierto, que habl¨¢semos m¨¢s de relaciones humanas que de seguridad. Por desgracia, buena parte de la opini¨®n relaciona el Mediterr¨¢neo con integrismo, terrorismo, droga, inmigraci¨®n incontrolada. Pero es algo m¨¢s que todo eso, es una zona de 800 millones de. habitantes que est¨¢n a la expectativa de encontrar su lugar en el mundo. La emigraci¨®n no es un problema del Este, sino del Sur: en Europa viven cinco millones de musulmanes de origen mediterr¨¢neo. A algunos pa¨ªses del Norte les ha costado entenderlo.
P. ?Por eso se pretende fomentar el desarrollo econ¨®mico en sus tierras de origen?
R. La UE debe prestar especial atenci¨®n econ¨®mica a las zonas pr¨®ximas. La liberalizaci¨®n y la estandarizaci¨®n que suponen los nuevos acuerdos euromediterr¨¢neos implican extender las 300 directivas del mercado interior a estos 12 pa¨ªses, intentando acompasar el ritmo de todos ellos. Cuajar¨¢, pues, tambi¨¦n, un gran mercado.
P. Los acuerdos con el Sur no son sim¨¦tricos. Ellos abren su industria a la exportaci¨®n europea, pero la apertura agr¨ªcola de la Uni¨®n Europea es s¨®lo parcial.
R. Los asim¨¦tricos, a favor del Sur, son los actuales protocolos, porque sus exportaciones entran libremente, salvo las agr¨ªcolas. La UE s¨®lo exporta pagando aranceles elevados.
P. Habr¨¢ que hacer m¨¢s concesiones, en el futuro, de las que se han hecho a Marruecos.
R. Algunas resistencias sectoriales y lentitudes a la hora de traducir en actos concretos la voluntad pol¨ªtica de los Quince son tr¨¢gicas. Europa deber¨¢ hacer m¨¢s concesiones. Un discurso promediterr¨¢neo bueno, bonito y adem¨¢s barato es algo imposible.
P. ?Cu¨¢l es el futuro papel de Barcelona en la articulaci¨®n de la zona euromediterr¨¢nea?
R. Barcelona es la madre de la criatura. Seguir¨¢ aportando iniciativa y consolidando su papel como una de las principales encrucijadas de esta ¨¢rea.
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