El hombre que oye Ia voz de los huesos

Rastreador y buscador, el keniata Kamoya Kimeu a veces piensa que le hablan los huesos que encuentra. Anda despacio, con la cabeza baja, se para cada pocos pasos y se agacha para mirar lo que parece simplemente un pedrusco. "Esto parece piedra, pero es hueso", dice Kimeu. "Es un hueso de elefante o hipop¨®tamo. Su grosor indica que es un animal grande. Debe de tener 4,1 millones de a?os".Hace 35 a?os, cuando Kimeu empez¨® a buscar f¨®siles de hom¨ªnidos, su madre le acus¨® de ser un profanador de tumbas. Pero el Departamento de Paleontolog¨ªa del Museo Nacional de Kenya pronto tuvo claro que Kimeu ten¨ªa una habilidad especial. Lleva mucho tiempo como jefe de la banda de los hom¨ªnidos, el equipo del museo que busca los antecesores del hombre actual. Ha trabajado con Louis y Mary Leakey, su hijo Richard y la mujer de ¨¦ste, Meave. "Nadie puede encontrar los f¨®siles como Kamoya", escribi¨® recientemente esta ¨²ltima. Encontrar f¨®siles humanos es mucho m¨¢s dif¨ªcil que hallar los de animales. Kimeu piensa en los antecesores humanos como en un rompecabezas que necesita una paciencia infinita para completarlo. "A mucha gente no le gusta este trabajo porque es muy dif¨ªcil de comprender'", dice Kimeu. "Es un trabajo muy duro. Hace mucho calor, andando y sent¨¢ndose al lado de animales como mosquitos, serpientes, leones. A m¨ª me gusta buscar".

La banda de los hom¨ªnidos est¨¢ ahora formada en el yacimiento de Kanapoi, donde trabaja Kimeu con Meave Leakey, por entre 8 y 10 personas. Trabajan ¨²nicamente de mayo a agosto por falta de dinero. La lluvia y el viento exponen cada a?o m¨¢s terreno. Los ojos de Kimeu recorren el suelo constantemente. Uno de sus mayores descubrimientos lo hizo en 1984, cuando encontr¨® el primer fragmento de cr¨¢neo del especimen de Homo erectus m¨¢s completo que se ha descubierto: el Turkana boy, de hace 1,6 millones de a?os.