Barcelona servir¨¢ para denominar el proceso de integraci¨®n entre las orillas del Mediterr¨¢neo
El nombre, en diplomacia, hace la cosa. Por eso Espa?a y Francia se enzarzaron ayer en una lid diplom¨¢tica de intensidad sobre el nombre del comit¨¦ que organizar¨¢ el seguimiento de la Conferencia Euromediterr¨¢nea. Francia pretend¨ªa bautizarle de forma as¨¦ptica. Espa?a breg¨® en favor del nombre de la ciudad anfitriona, Barcelona, y al final se llev¨® el gato al agua. Con ello logr¨® dar una impronta simb¨®lica espa?ola al proceso de articulaci¨®n entre las dos riberas de la regi¨®n. os sherpas continuaban anoche puliendo la declaraci¨®n. El principal obst¨¢culo segu¨ªa siendo el referido al terrorismo.
La conferencia no quedar¨¢ como un castillo de fuegos artificiales que se agota en s¨ª mismo. Para eso se ha decidido un triple mecanismo de seguimiento, que impulse la progresiva creaci¨®n de un espacio euromediterr¨¢neo articulado. La c¨²pula son las conferencias ministeriales, de Asuntos Exteriores -y en su caso, como la pr¨®xima, probablemente en Rabat, de jefes de Estado y de Gobierno- y sectoriales: las primeras, de Industria y Energ¨ªa. El nivel b¨¢sico, t¨¦cnico, quedar¨¢ garantizado por los servicios de la Comisi¨®n Europea. Y el intermedio por un comit¨¦ permanente de altos funcionarios, que se reunir¨¢ dos o tres veces al a?o, revisar¨¢ los trabajos t¨¦cnicos y preparar¨¢ las ministeriales.La Uni¨®n Europea (UE) quiso primero que este comit¨¦ -que llamaba ad hoc- se compusiera de dos troikas, la comunitaria (Comisi¨®n, con las presidencias actual, pasada y futura) y otra elegida por los 12 socios de la ribera sur. Estos no se pusieron de acuerdo en qui¨¦n deb¨ªa representarles. Decidieron entonces que se reunir¨ªa la troika con todos los del Sur, que propon¨ªan bautizar el organismo con. el nombre de comit¨¦ de pilotaje. Finalmente Espa?a propuso que se le llamase Comit¨¦ de Barcelona.
Francia mont¨® ayer en c¨®lera, consciente de que ese nombre dar¨ªa al proceso una impronta espa?ola y simbolizar¨ªa el protagonismo de su vecino del sur, aliado dentro de la UE para impulsar la pol¨ªtica mediterr¨¢nea, pero tambi¨¦n rival ala hora decapitalizarla. "?No puede hacerse todo en Par¨ªs!". Esta frase de Fran?ois Mitterrand en la cumbre franco-espa?ola de octubre de 1991, al comentar la elecci¨®n de Madrid para la Conferencia de Paz de Oriente Pr¨®ximo, resume los celos en la carrera por el liderazgo de la mirada al sur desde Europa, que ha tenido varios intentos: el di¨¢logo 5 + 5, la iniciativa de una Conferencia, de Seguridad y Cooperaci¨®n en el Mediterr¨¢neo, el Foro mediterr¨¢neo lanzado por Egipto... Pero esta vez es el intento definitivo de articular la regi¨®n.
De ah¨ª la pelea del bautizo y que Francia lanzara que una alternativa al nombre Comit¨¦ de Barcelona: Comit¨¦ Euromediterr¨¢neo. Espa?a contraatac¨® con una retah¨ªla de iniciativas internacionales con las ciudades que las alumbran: el Convenio de Schengen, el proceso de Helsinki, la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio). Al final se lleg¨® a una f¨®rmula de consenso: Comit¨¦ Euromediterr¨¢neo del proceso de Barcelona. En la, pr¨¢ctica la, apelaci¨®n se reducir¨¢, por comodidad y porque el gen¨¦rico. "euromediterr¨¢neo" se emplear¨¢ para los acuerdos Quince-Doce, a la que pretend¨ªa Madrid.
Los altos funcionarios (sherpas) que ultiman la declaraci¨®n final de hoy, tambi¨¦n llamada Declaraci¨®n de Barcelona, consensuaron casi todos los flecos pendientes. Egipto levant¨® su reserva sobre la zona de libre comercio -la clave del proyecto-, al obtener garant¨ªas de que no prejuzga su acuerdo de asociaci¨®n. Turqu¨ªa logr¨® eliminar la referencia a la ampliaci¨®n de la UE hacia el sur (Chipre y Malta). Y se hall¨® una f¨®rmula de compromiso sobre la no proliferaci¨®n nuclear, pero Israel se neg¨® a que se hiciera p¨²blica hasta que se cerrase todo el paquete. Quedaba el ¨²ltimo escollo que enfrenta a ¨¢rabes e israel¨ªes, la frase que a?ade a la condena del terrorismo una defensa de la autodeterminaci¨®n de los pueblos, en lucha contra los invasores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.