Fracasa un intento de conexi¨®n digital simult¨¢nea entre 30 pa¨ªses
Mandela y Gore se quedaron sin teleconferencia
Treinta pa¨ªses de los cinco continentes montaron ayer una telerreuni¨®n simult¨¢nea para que el presidente Nelson Mandela, desde Sur¨¢frica, y el vicepresidente Al Gore, desde Estados Unidos, comprobaran que, para verse, ya no hace falta viajar, gracias a la red digital de servicios integrados (RDSI). Pero en lugar de los dos dirigentes pol¨ªticos, en imagen sal¨ªan persistentemente unos transe¨²ntes de alg¨²n lugar del universo haciendo burla, sin ellos saberlo, al expectante auditorio de un mont¨®n de ciudades, entre ellas Barcelona y Madrid. Fall¨® el puente de multiconferencia de La Haya (Holanda).
Todo hab¨ªa ido bien hasta entonces. John Foster, director de Uniworld, telehablaba desde Suiza; desde Holanda, Martin Bangemann, comisario europeo res].:)onsable de las telecomunicaciones, se felicitaba del avance de la RDSI.La Compa?¨ªa Telef¨®nica de Espa?a, por su parte, consegu¨ªa im¨¢genes y voz en rueda de prensa simult¨¢nea con Buenos Aires, Bilbao, Barcelona y Madrid. Desde esta ¨²ltima ciudad, Julio Linares, subdirector general de M¨¢rketing y desarrollo de Servicios de Telef¨®nica, explicaba que antes de fin de a?o todas las ciudades espa?olas de m¨¢s de 50.000 habitantes estar¨¢n unidas por RDSI; y que de momento hay 28.900 canales contratados, la mayor¨ªa por empresas. Linares se refiri¨® a las m¨²ltiples aplicacion¨¦s tales como teleeducaci¨®n, telecompra, telereuni¨®n, telemedicina, televigilancia y teletrabajo. Pero en esta "puesta de lar go" internacional jornadas Global 95, que contin¨²an hoy y ma?ana no se pudo confirmar el potencial comunicativo de la RDSI. Ni Gore ni Mandela pudieron saborear la facilidad de circulaci¨®n por las autopistas de la informaci¨®n.
"No fue culpa de Telef¨®nica", explic¨® despu¨¦s Linares. Lo que hicimos nos sali¨® bien. Lo que sucedi¨® es que cuando est¨¢bamos todos conectados con el 'puente multi-conferencia' (conexi¨®n de varios pa¨ªses para que reciban la misma informaci¨®n), situado en La Haya, se enganch¨® alguien ajeno. a las salas oficiales [un expositor] que no se someti¨® a la disciplina t¨¦cnica".
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