ENTREVISTA / Joseba Egibar: "ETA tiene que dejar la lucha armada, pero no por la v¨ªa de la rendici¨®n"

Joseba Egibar, de 35 a?os, es portavoz del PNV desde hace ocho. Est¨¢ considerado como el delf¨ªn de Xabier Arzalluz, que este fin de semana ser¨¢ ratificado como presidente del partido. Cree que las estrategias aprobadas en 1988 por el Pacto de Ajuria Enea est¨¢n agotadas y propone un acercamiento a ETA para conseguir que abandone las armas por "acomodaci¨®n a los tiempos, pero no por la v¨ªa de la rendici¨®n".Pregunta. Usted ha dicho que los presos de ETA son pol¨ªticos. ?C¨®mo puede justificarlo en, una democracia?

Respuesta. Mi intenci¨®n no fue provocar un esc¨¢ndalo. Dije que los presos de ETA cometen delitos, pero su motivaci¨®n es pol¨ªtica. El preso de ETA no es un preso com¨²n, aunque cometa delitos y se le aplique el C¨®digo Penal

P. ?No es una vulneraci¨®n del Pacto de Ajuria Enea hablar de la motivaci¨®n pol¨ªtica de ETA cuando el acuerdo se?ala su rechazo a la obtenci¨®n de fines pol¨ªticos con medios violentos?

R. No. Usted dice que hay activistas que, por medios violentos, pretenden fines pol¨ªticos, luego reconoce la motivaci¨®n pol¨ªtica.

P. El punto d¨¦cimo del Pacto de Ajuria Enea afirma que s¨®lo habr¨¢ di¨¢logo con ETA cuando acabe la violencia, y ustedes propugnan un di¨¢logo ahora.

R. Nosotros pretendemos el di¨¢logo con HB. Pero si hablamos de un final dialogado de la violencia, tiene que haber un inicio. Aunque nos salgamos de la oficialidad, pensamos que hay que hablar para crear las condiciones para acabar con la violencia.. Pero si esas conversaciones derivan en una oferta institucional, para eso ser¨ªa imprescindible el consenso del Pacto de Ajuria Enea.

P. ?Hay alg¨²n proceso de di¨¢logo en marcha?

R. No hay nada, se lo aseguro. Di¨¢logo real no hay, y no por falta de ganas.

P. ?Es posible un di¨¢logo con ETA despu¨¦s del precedente de las conversaciones de Argel y de intentos ulteriores con HB?

R. El di¨¢logo que obliga a sincerarse tiene un efecto demoledor, aunque reconozco que en otras ocasiones no hemos pasado de una exploraci¨®n. Cuando el di¨¢logo empezaba a otear el futuro se acababa.

P. ?Cu¨¢l es el modelo de negociaci¨®n que proponen?

R. Estamos por un modelo nuevo. ETA propugnaba un modelo entre la organizaci¨®n armada y el Estado y posteriormente, si exist¨ªan bases de acuerdo, se pasaba la pelota a los partidos. Este modelo est¨¢ agotado en s¨ª m¨ªsmo. Nosotros queremos hablar con Herri Batasuna para debatir sobre un status quo que nos parece insuficiente y contrastar nuestro proyecto de soberan¨ªa para una posterior negociaci¨®n entre los partidos vascos.

P. ?Este modelo no supone ir m¨¢s all¨¢ del Estatuto de Gernika?

R. El estatuto ha servido hasta un tramo. Si el estatuto es igual a n, estamos en n-3. El estatuto y la Constituci¨®n ofrecen otras posibilidades. Se pueden abrir posibilidades nuevas en las relaciones con Navarra y con Europa.

P. ?No responde su cambio de estrategia a la previsible llegada del PP a La Moncloa?

R. Independientemente del relevo, tanto e? PP como el PSOE ofrecen d¨¦ficits. Los socialistas han gobernado durante 13 a?os y no hemos sido tratados lealmente en el desarrollo estatutario. Desde que en 1988 se firm¨® el Pacto de Ajuria Enea, no hay un solo acuerdo de enjundia.

P. ?No es muy dif¨ªcil el di¨¢logo con HB debido a que no tiene un Arafat?

R. El problema es la falta de autonom¨ªa de HB. Pero HB tampoco est¨¢ en la orfandad. Con ellos o sin ellos, con ETA o sin ETA, lo tenemos que hacer.

P. ?No teme un riesgo de enfrentamiento civil en Euskadi en esta v¨ªa?

R. ETA no tiene capacidad para provocarlo.

P. Su cambio de estrategia ?no puede tener costes muy alto?

R. No vemos otra salida. Exist¨ªan dos zonas de encuentro en los partidos, el Estatuto de Gernika y el Pacto de Ajuria Enea.

P. No se ha avanzado para nada desarrollar las posibilidades del estatuto. Tenemos que avanzar esa direcci¨®n. Si ETA tiene decidido no desaparecer no habr¨¢ nada que hacer. Pero no creo que al¨ª. Hay que conseguir que de la lucha armada por acomodacidad a los tiempos, pero no por la de la rendici¨®n.