Las huelgas paralizan las ciudades francesas y ponen a Jupp¨¦ contra las cuerdas
Francia se aproxima al colapso. A la s¨¦ptima jornada de huelga en los ferrocarriles y la cuarta de los transportes urbanos se sum¨® ayer el paro de los centros de Correos, de las empresas p¨²blicas de gas y electricidad y de la mayor¨ªa de los centros universitarios. Las grandes ciudades, especialmente Par¨ªs, fueron un hormiguero de manifestaciones heterog¨¦neas y atascos de tr¨¢fico. La patronal advirti¨® que la situaci¨®n podr¨ªa ser muy pronto insostenible". El Gobierno, a su vez, insisti¨® en que no renunciar¨ªa a sus planes de reforma. El primer ministro, Alain Jupp¨¦, est¨¢ contra las cuerdas.
Tanto ?douard Balladur como Jacques Delors y Lionel Jospin coinciden, en sus declaraciones privadas, en que el plan de austeridad y las reformas son necesarias. Discrepan en los detalles y en el m¨¦todo de aplicaci¨®n, pero ninguno de ellos comprende por qu¨¦ Jupp¨¦ ha abierto tantos frentes a la vez: la congelaci¨®n salarial para los funcionarios, la reforma de la Seguridad Social unida a la de las pensiones del sector p¨²blico, y el programa quinquenal para la Empresa Nacional de Ferrocarriles.Jupp¨¦ insiste en que no es posible la marcha atr¨¢s. Pero las huelgas parecen reproducirse a s¨ª mismas y se extienden r¨¢pidamente. Ya es absolutamente claro que Jupp¨¦ se juega la supervivencia en el pulso contra los sindicatos y el entorno del presidente Jacques Chirac empieza a emitir se?ales de distanciamiento respecto, al primer ministro. Muchos diputados conservadores se muestran sorprendidos ante la ausencia de Jupp¨¦ y, exigen que aparezca en televisi¨®n para explicar la situaci¨®n.
Tambi¨¦n los estudiantes
Como si la crisis sindical no basara, el ministro de Educaci¨®n, Fran?ois Bayrou, ha conseguido exacerbar el ya antiguo malhumor de los estudiantes por la masificaci¨®n de las facultades. Los universitarios se manifestaron ayer masivamente. Fueron m¨¢s de 30.000 en las calles de Par¨ªs, otros tantos en Toulouse y entre 15.000 y 10.000 en otras ciudades. En total, m¨¢s de 100.000 en el conjunto de Francia, seg¨²n la polic¨ªa. Hubieran sido m¨¢s, dijeron los sindicatos estudiantiles, de no impedirlo el bloqueo de transportes. Pero otros sectores en pie de guerra, como los desempleados y los trabajadores del transporte, reforzaron espont¨¢neamente sus filas. En Par¨ªs hubo choques con la polic¨ªa y algunos destrozos al t¨¦rmino de la manifestaci¨®n.
Los empresarios lanzaron la voz de alarma. La Confederaci¨®n Nacional de Patronos Franceses se?al¨® que la situaci¨®n podr¨ªa ser pronto "insostenible". Una factor¨ªa de Peugeot ha tenido que cerrar temporalmente porque sus autom¨®viles no pueden ser transportados a los puntos de venta; Eur¨®disney est¨¢ casi vac¨ªo, al 8% de su capacidad; las ventas en los comercios han ca¨ªdo un 40% y los cheques se acumulan en las oficinas de Correos. La Bolsa de Par¨ªs y los mercados monetarios se hicieron eco del temor empresarial, con una baja del ¨ªndice burs¨¢til y del franco.
Se trata de la crisis social m¨¢s grave desde el oto?o caliente de 1986. Por entonces, el primer ministro era Jacques Chirac, y el conflicto: comenz¨® tambi¨¦n con los ferroviarios, a quienes se quiso imponer una escala salarial basada en la productividad. Tras una Navidad sin trenes Chirac se rindi¨®. No s¨®lo tuvo que retirar su proyecto de escala, sino que se vio forzado a hacer concesiones por un importe cercano a los 10.000 millones. de pesetas. Aquella crisis redujo en un 0,2% el Producto Interior Bruto franc¨¦s. Ahora, el crecimiento trimestral se limita a un 0,2%, el de sempleo ha subido por tercer mes consecutivo y con 2,96 millones de parados, roza otra vez la barrera psicol¨®gica de los tres millones, por lo que las huelgas podr¨ªan constituir un golpe fatal para la econom¨ªa.
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