"El pueblo argelino est¨¢ listo para una vida pol¨ªtica libre y pluralista"
Salima Gezhali, una de las m¨¢s combativas representantes de esa Argelia que se niega a tomar partido por los militares o los islamistas, afirma que sus compatriotas est¨¢n preparados para "una vida pol¨ªtica libre y pluralista", y pide a los Gobiernos europeos que den "primas a la apertura en los pa¨ªses del Sur". Tras haber participado activamente en el Foro Civil Euromed, de Barcelona, Gezhali regresa a. Argelia para seguir dirigiendo el. semanario La Nation, prohibido, numerosas veces por los militares en sus tres a?os de existencia, la ¨²ltima en las v¨ªsperas de las, elecciones presidenciales. ?Motivo? "Postular una soluci¨®n pol¨ªtica a la crisis".Pregunta. En esta ribera del Mediterr¨¢neo se tiene la impresi¨®n de que la crisis argelina ha entrado en fase m¨¢s esperanzadora tras las elecciones presidenciales. ?Comparten esa impresi¨®n en el otro lado?
Respuesta. Esas elecciones no se desarrollaron en un clima completamente democr¨¢tico, pero pueden representar el comienzo de un desbloqueo de la situaci¨®n. La participaci¨®n fue importante, y la oposici¨®n, incluido el FIS, ha reaccionado positivamente ante el hecho consumado de la victoria de Zerual. Ahora le toca mover ficha al poder. Pero en el poder hay dos tendencias. Unos quieren utilizar la legitimidad de las urnas para cerrar a¨²n m¨¢s el camino a la oposici¨®n. Otros dicen que, puesto que el sistema argelino es presidencialista y que el Ej¨¦rcito y los medios financieros tienen asegurado el control gracias a Zerual, puede pensarse en unas elecciones libres y pluralistas.
P. ?Qu¨¦ pasos deber¨ªa dar el poder?
R. El primero, una amnist¨ªa; el segundo, la apertura de un di¨¢logo real para preparar las legislativas con aquellos que no est¨¢n de acuerdo con ¨¦l. El r¨¦gimen saca una conclusi¨®n demasiado euf¨®rica de la participaci¨®n electoral en las presidenciales: la mayor¨ªa no vot¨® a favor de su programa, sino a favor de la paz.
Teor¨ªa del mal menor
P. El poder argelino se presenta ante los europeos como un mal menor frente a los islamistas, y eso parece funcionarle.
R. El poder maneja dos ideas contradictorias. Dice que la mayor¨ªa de los argelinos est¨¢ por un islam abierto y tolerante, y a?ade que, si los militares abren la mano, Argelia se convertir¨¢ en una rep¨²blica integrista. Yo creo en la primera i ea con todas sus consecuencias. El pueblo argelino est¨¢ listo para una vida pol¨ªtica libre y pluralista, una vida que incluya a los islamistas. Son una tendencia de fondo de nuestro sociedad que no puede ser borrada de un plumazo o un ca?onazo. Expresan problemas reales y proponen soluciones con las que yo no estoy de acuerdo. Si se les excluye, no tendr¨¢n m¨¢s remedio que seguir manifest¨¢ndose a trav¨¦s de la violencia.
P. Uno de los foros de Euromed ha estado consagrado a las mujeres. All¨ª ha vuelto a escucharse aquello de la contradicci¨®n esencial entre el islam y la igualdad de los sexos. ?Qu¨¦ piensa usted, que dirigi¨® la revista feminista Nissa, de esa idea?
R. No es una idea, es un estereotipo. El respeto a la dignidad y los derechos de las mujeres son perfectamente posibles en un pa¨ªs musulm¨¢n. Lo que se opone a esa dignidad y esos derechos es el d¨¦ficit democr¨¢tico y el subdesarrollo.
P. Usted ha protestado por el hecho de que los medios de comunicaci¨®n occidentales atribuyan por sistema a los islamistas los asesinatos de mujeres argelinas. ?Le consta que no es as¨ª?.
R. En Argelia hay un control casi absoluto de la informaci¨®n por parte del poder. Es cierto que los islamistas son los responsables de muchos hechos violentos ocurridos desde 1992, pero no de todos. Existen tambi¨¦n grupos armados m¨¢s o menos incontrolados que libran una guerra feroz contra los islamistas. Me consta que esos grupos son responsables de numerosos cr¨ªmenes, incluidos algunos contra las mujeres. En Argelia han muerto decenas de miles de personas, y s¨®lo un pu?ado eran periodistas o mujeres. No me gusta esa solidaridad selectiva.
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