El primer ministro franc¨¦s intenta movilizar a los ciudadanos para hacer frente a los huelguistas
El Gobierno conservador de Alain Jupp¨¦ y las fuerzas sindicales apuestan a todo o nada en una situaci¨®n cada vez m¨¢s incontrolable en Francia. Los sindicatos quieren que la huelgas se extiendan a todo el sector p¨²blico de manera indefinida y sugieren a los camioneros que se sumen un bloqueo absoluto del transporte. El Ejecutivo, a su vez, organiza desde el partido gaullista un frente de usuarios exasperados para oponerlo a los huelguistas. Ambas partes optan por una estrategia de choque frontal, cuyas consecuencias son imprevisibles. El pa¨ªs, mientras tanto, sigue aproxim¨¢ndose al caos.
La situaci¨®n empieza a hacerse incomprensible y, lo que es m¨¢s grave, incontrolable. Mientras el Gobierno se mantiene intransigente y la crisis social se pudre, los sindicatos son incapaces de coordinarse entre s¨ª y se limitan a empujar m¨¢s y m¨¢s. "El lunes se generalizar¨¢ la huelga", dice Marc Blondel, secretario de Fuerza Obrera (FO). "El martes marcara un nuevo punto fuerte anuncia a su vez Louis Viannet, secretario de la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT).Blondel quiere la retirada del plan de reforma de la Seguridad Social y de las pensiones, pero no la- dimisi¨®n de Jupp¨¦, que en cambio s¨ª desea Viannet. La Confederaci¨®n Francesa Democr¨¢tica del Trabajo (CFDT) de Nicole Notat no quiere que el Gobierno toque las pensiones de los funcionarios, pero si aprueba la reforma.
Las grandes acciones unitarias que se perfilaban para la semana pr¨®xima son desestimadas y de entre el desorden sindical surge una voz minoritaria, la de Alain Deleu, secretario de la Confederaci¨®n Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC), pidiendo al Gobierno "una negociaci¨®n abierta para evitar el caos". La situaci¨®n actual, dice el moderado Deleu, "se inscribe en un escenario del tipo Mayo del 68, pero con riesgos mucho m¨¢s graves, porque entonces la econom¨ªa crec¨ªa con fuerza y no exist¨ªa el desempleo".
Al margen de muchas diferencias, existe al menos una coincidencia con el fen¨®meno social de 1968: como entonces, las huelgas se extienden como por contagio y sin estrategia preestablecida. El personal de tierra de Air France invadi¨® ayer, durante 90 minutos, una pista del aeropuerto de Orly. Los empleados de vuelo convocaron anoche un paro para el pr¨®ximo jueves; los trabajadores de la compa?¨ªa de vuelos interiores Air Inter anunciaron horas antes que no habr¨¢ vuelos esa fecha; tres sindicatos m¨¦dicos convocan huelga para el 17 de diciembre; en las grandes empresas privadas cunden las demandas de huelga solidaria y Renault se manifestar¨¢ el martes; el lunes pueden sumarse a la huelga los maestros de escuela y el personal de la mayor¨ªa de los ministerios; los transportes p¨²blicos se mantienen en huelga pr¨¢cticamente ilimitada y sobre la semana pr¨®x¨ªma se cierne la amenaza de una huelga de camioneros. FO y CGT invitan a los camioneros a bloquear las carreteras y los accesos ZL las grandes ciudades, agitando el espectro de un desabastecimiento prenavide?o.
Ante esta perspectiva, Jupp¨¦ parece apostar por una estrategia de confrontaci¨®n en la calle. Con el presidente Jacques Chirac en ?frica para una cumbre franc¨®fona, el primer ministro y presidente de la Reagrupaci¨®n Para la Rep¨²blica (RPR, gaullistas) ha puesto en marcha la maquinaria del partido para organizar comit¨¦s de usuarios antihuelgas.
Un documento gaullista publicado ayer por Le Monde propon¨ªa una gran manifestaci¨®n de usuarios para el pr¨®ximo jueves y suger¨ªa incluso los lemas: Dejadnos trabajar, No queremos ser ehenes, Los huelguistas no est¨¢n por encima de la ley. Para hoy est¨¢ convocada ya, en Par¨ªs, una peque?a manifestaci¨®n de dos organizaciones de usuarios. La confrontaci¨®n f¨ªsica entre huelguistas y usuarios entra?a el riesgo de desembocar en choques y violencia. Las manifestaciones estudiantiles del jueves concluyeron, por la noche, con diversos incidentes: 25 personas heridas entre j¨®venes y polic¨ªas, vandalismo en la universidad parisina de Jussieu y algunos destrozos en las calles de Par¨ªs y Nantes.
Esfuerzo in¨²til
Los ministros de Transportes, Bernard Pons, y de Educaci¨®n, Fran?ois Bayrou, se reunieron ayer con representantes de los ferroviarios y los estudiantes para tratar de llegar a un acuerdo. Pons no ofreci¨® nada nuevo y los ferroviarios se fueron airados. Bayrou prometi¨® m¨¢s dinero para las facultades, pero sin concretar cifras. El esfuerzo qued¨® en nada, por m¨¢s que el portavoz gubernamental, Alain Lamassoure, insistiera en que el G¨®bierno hab¨ªa hecho "la apuesta del di¨¢logo". Lamassoure afirm¨® ayer que la situaci¨®n era grav¨ªsima. "Nuestra econom¨ªa est¨¢ en convalecencia, los usuarios soportan con cada vez mayor dificultad los impedimentos que les son impuestos, y muchas empresas corren el riesgo de verse paralizadas y dejar a su personal en paro t¨¦cnico", dijo el portavoz de Jupp¨¦. El presidente de la Confederaci¨®n Nacional de Patronos Franceses, Jean Gandois, coincidi¨® en el diagn¨®stico, y la Confederaci¨®n General de Peque?as Empresas, al igual que el alcalde de Par¨ªs, pidi¨® al Ejecutivo que, desde el lunes, incautara los transportes p¨²blicos y utilizara al Ej¨¦rcito para ponerlos en funcionamiento. La Bolsa sigui¨® bajando y el franco se mantuvo d¨¦bil, lo que forz¨® al Banco de Francia a una ligera subida de sus tipos de inter¨¦s a tres meses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.